El “gallo” con botas

Recientemente, un intrépido y muy sagaz personaje de la fauna política criolla, que obtuvo (quien sabe cómo) un escaño nada menos que en la Honorable Cámara de Diputados, alcanzó la fama con la, ahora ya célebre frase “la quinta pata al gallo”, desnudando, al mismo tiempo, el bajo nivel intelectual de nuestras máximas autoridades en el Congreso Nacional y la premisa de que, cualquiera puede ser parlamentario en la República del Paraguay.

Pero, más allá de revelarse el grado académico (dice tener “siete título (sic) universitarios” de los cuales al menos cinco son falsos) y la paupérrima formación del honorable legislador cuyo libro de cabecera habrá sido El “gallo” con botas, lo que denota este bochornoso suceso es la imperiosa necesidad de volver a impulsar a nivel nacional la ley de desbloqueo de las listas sábanas.

Evidentemente que de no haber sido por el sistema electoral que se tiene actualmente, a través de las listas sábanas o listas únicas, este imprensentable personaje no podía haber accedido nunca a una banca parlamentaria

El “gallo” diputado, además de su supina ignorancia, demuestra incluso soberbia y prepotencia, dos cualidades muy características de los legisladores y más aun de aquellos que llegaron al poder en base a prebendas y la compra de un lugar justamente en esas listas sábanas.

Por otro lado, y quizás lo peor de todo, es que el caso que nos ocupa sirvió igualmente para constatar que el diputado en cuestión no solo es ignorante, soberbio y prepotente sino que por encima de eso, es farsante y embustero ya que las mismas universidades que él citó en su curriculum vitae se encargaron de desmentirlo y afirmar que NO otorgaron ningún título al gallináceo legislador.

Es decir, en un solo legislador la ciudadanía tiene el “combo completo” para darse cuenta de qué tipo de personas está eligiendo, más allá de sus gustos o preferencias partidarias.

Algunos me dirán, “pero el problema es que acá se vota por el color y no por las personas”. Y yo les digo a esta gente que, si bien es cierto que todavía están los obtusos y serviles que votan por los colores, existe una inmensa mayoría ciudadana que está despertando y que se indigna con esta clase de políticos. Mismo dentro de su propio partido, el PLRA, he escuchado voces de repudio y rechazo a la actitud cuasi delictiva del arrogante diputado.

Y conste que este es apenas uno de la mayoría de los parlamentarios (salvo honrosas excepciones) que han demostrado sus verdaderas “aptitudes” para legislar contratando niñeras, secretarias modelos y caseros pagandoles del aporte de los contribuyentes sin importarles en lo más mínimo la ética ni la moral y mucho menos legislar para el bienestar de la población.

Imagínese estimado lector, mientras que otros países eligen a los más probos, los más preparados y los más capaces para ocupar cargos públicos, en Paraguay seguimos eligiendo a legisladores de baja cañala como el que busca al “gallo” de cinco patas y se jacta de haber asistido a un congreso para conocer más sobre “El amor en tiempos de campaña electoral”, obviamente pagado por el pueblo.

Es por esa razón que se torna más que necesario debatir de nuevo la aprobación de una ley que modifique el Código Electoral para poder aplicar la selección de los candidatos a cargos electivos de manera individual y así votarlos por la persona, por su capacidad, idoneidad, honestidad comprobada y no porque están metidos en una lista arreglada entre cuatro paredes que finalmente se impone al electorado.

Recordemos que en junio de 2012, la Cámara de Senadores, por amplia mayoría, había rechazado el proyecto para modificar la ley de desbloqueo de listas “sábana” y fue al archivo. Luego, en sesión extraordinaria, la Cámara Alta modificó la ley vigente para postergar el desbloqueo hasta las elecciones municipales de 2015.

Ahora dichas elecciones están a la vuelta de la esquina y si seguimos con el actual sistema electoral, continuaremos lamentándonos por tener autoridades como el citado “gallo” parlamentario.  

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