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Para aprovecharlas es clave aprender a desinfectarlas de bacterias y conservarlas frescas por el mayor tiempo posible. Otro dato clave es comprar de fuentes orgánicas ya que no hay lavado que nos libre de pesticidas absorbidos por las hojas.
Cómo lavarlas:
- Lavarnos las manos: ya que podrían tener microorganismos que se adhieran a las frutas y las verduras.
- Sumergirlas en agua filtrada: al menos 20 segundos en agua corriendo.
- Los alimentos NO deben ser lavados con cloro, detergentes o jabón de manos. Estos pueden ser absorbidas por los alimentos y está comprobado que causa problemas como diarrea, dolor abdominal, mareo y vómito, y asimismo la posibilidad de generar otras complicaciones a largo plazo.
- Desinfectar con vinagre, sal y limón, agua oxigenada, bicarbonato.
Cómo usarlos
- * Bicarbonato: 1 cucharada de bicarbonato por litro de agua filtrada. Introduce las hojas durante una hora. Después retira, enjuaga y estarán listos para comer.
- * Vinagre: Desinfecta de forma efectiva y da un sabor extra a los alimentos Media taza por litro de agua por 15 minutos.
- * Sal y limón: En medio litro de agua una cucharada de sal y el jugo de medio limón y lava los alimentos con esta mezcla por 15 minutos.
- * Agua oxigenada: Añade una parte de este producto por cada tres de agua y sumerge los alimentos durante 5 minutos. Enjuagar y secar.
Y lo más importante: al momento de guardar las verduras tienen que estar completamente secas, y luego ponerlas en algún recipiente con papel de cocina debajo y arriba de las hojas. De esta manera duran hasta una semana en tu heladera.