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Cuando hablamos de monogamia surgen disidencias al respecto, si es natural o es el resultado de un proceso sociocultural a lo largo de la historia para formalizar, organizar, legalizar y/o codificar una estructura adecuada a una serie de finalidades sociales, culturales, religiosas, políticas y saludables.
Más allá de su naturaleza, la monogamia resultó ser funcional para crear un orden social y una organización que responda a las necesidades culturales occidentales, ya que cada cultura posee una organización diferente. Sin embargo, la funcionalidad de la monogamia tradicional y convencional gradualmente se empezó a quebrar y a fragmentar, hasta el punto que dejó de ser la única postura social. Desde la fractura de la monogamia como único precepto válido como modelo a seguir, van surgiendo otras maneras de amarse, de relacionarse, de convivir, de coexistir, van naciendo libertades más allá de los “supuestos” que fueron fracasando con las separaciones, los divorcios, los feminicidios, la violencia de género, las rupturas, etc. Si bien hay parejas que continúan, las estadísticas demuestran que existen lamentablemente más infidelidades que fidelidades.
Como respuesta a la infidelidad, la cual causa un dolor extremo a la pareja, como símbolo de traición y decepción absoluta, va surgiendo la diversidad relacional como distintas maneras afectivas de relacionarse en pareja creando acuerdos, pactos, consensos y contratos que validen los deseos y necesidades de ambos miembros de la pareja. NO todas las parejas están emocionalmente preparadas para establecer estos acuerdos ya que exige madurez, compromiso, regulación emocional, control de los celos, manejo de la ansiedad, como requisitos fundamentales previos al acuerdo.
La mayoría de las parejas convencionales se opone a estos modelos sexoafectivos que van surgiendo, así como se resisten a la idea de la infidelidad, lamentablemente, la infidelidad no es cuestionable, ni aceptable, simplemente ocurre. Frente al descubrimiento de una infidelidad varias parejas optan por separarse o intentar otras dinámicas dando diferentes alternativas a su relación de pareja.
La diversidad relacional consiste en ir más allá de la relación monogámica estableciendo acuerdos que sean negociables para AMBOS. Si uno de los dos no se siente cómodo/a, entonces no es un acuerdo. La diferencia fundamental está en descubrir que hay diversas maneras de relacionarse afectivamente más allá de la instaurada y aceptada como única manera de relacionarse. Esta diversidad intenta desenmascarar la fachada social de la fidelidad como doble discurso moral e instiga revitalizar a la pareja desde el amor del bueno, no busca desmoronar a la familia, no intenta promover la perversidad, intenta confrontar el amor libre, y la comunicación en la pareja, sugiere la asertividad sexual, la transparencia entre las dos personas que eligieron estar juntas, desea configurar una pareja que se elija todos los días desde el deseo sin necesidad de desear a otro, y si lo hace, que sean suficientemente maduros para compartirlo y así desear juntos.
La Pareja Abierta o matrimonio abierto es una relación que lo primero que abre es la mente y su posibilidad de compartir sus deseos, sus anhelos, sus fantasías, es una pareja que no tiene miedo a ser juzgada por su partenaire, que no tiene miedo a desnudarse frente al otro, es una pareja que suelta los prejuicios y se anima a expresar con su confidente que muchas veces deseó a otra persona sin dejar de amarle, esa es la premisa fundamental de una pareja abierta, abrirse ante el otro, entregarse desde el fondo, romper con los silencios, con los establecimientos preconcebidos que el amor y el deseo son siempre hacia una única persona. Abrirse entre dos destierra mitos y tabúes y permite a la pareja acceder a lugares eróticos inimaginables por ellos mismos donde todo está permitido siempre y cuando haya consenso, respeto y acuerdos previos. Esto no indica necesariamente que deban accionar hacia la inclusión de otra pareja, o de tener relaciones sexuales extramaritales, sino empezar a conversar sobre sus deseos y fantasías desde sus verdades, mas adelante pueden ir explorando distintas opciones.
Tantas preguntas sobre, ¿se puede amar a más de una persona a la vez? El amor es un sentimiento tan complejo, tan intenso, tan amplio, que implica tanta fuerza emocional, cognitiva y temporal, que es muy difícil poder reducirlo, hay estudios sobre el amor desde que el mundo se inició. Hay personas que aman el compañerismo, la paternidad o maternidad, otras la complicidad, la ternura, la admiración, la sexualidad, la amistad, otras que aman la libertad, la inteligencia, la sociabilidad, en fin son innumerables las características que se aman, pero es imposible que una sola persona pueda tener todos los rasgos esperados, muchas veces uno dice amo esto de uno y esto del otro, como si pudiéramos mezclar!
Hay personas que se enamoran porque admiran intensamente a una persona pero no coinciden sexualmente con la misma, y se enamoran de otra sexoafectivamente, las combinaciones del amor son infinitas y pueden coexistir. Emocional y biológicamente estamos preparados para amar a dos personas, pero social y culturalmente no. Hay personas que llevan una doble vida y no logran soltarla, aman a las dos personas, a cada una por algo distinto, tal vez no con la misma intensidad ni de la misma manera, pero ambas son distintos amores en su vida, y si no convierte en poliamor, es exclusivamente por una cuestión de aceptación social.
Cuesta muchísimo aceptar los nuevos paradigmas que van surgiendo porque son constructos desconocidos y nos dan miedo, es más fácil llevar una doble vida y sostener una doble moral que aceptar un poliamor, o una pareja abierta.
Lo más importante, mas allá del estilo afectivo que cada pareja decida tener, es la comunicación asertiva, la confrontación, la libertad de expresión dentro de la pareja y los consensos de a dos dentro del respeto, la ética y la tolerancia.
* Magíster, psicóloga clínica, psicopedagoga clínica y orientadora en sexualidad.