Mbejú delicioso y nutritivo para los días de frío

La mayoría de las personas, cuando les pregunto sobre su alimentación, saben exactamente qué alimentos les traen más salud y cuáles no tanto, hasta cuales deberían disminuir para sentirse más vitales. Coinciden en más verduras, frutas, legumbres y menos procesados, lácteos, embutidos, carnes, frituras, harinas, etc.

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Entonces, si ya sabemos qué es lo mejor para nosotros, ¿qué nos impide elegirlos siempre y como primera opción? Hay muchas razones desde culturales, fisiológicas y hasta emocionales. Para entender mejor porqué sucede esto y así poder conocernos en mayor profundidad, es necesario entender que el hambre físico es una clara señal de que el cuerpo está necesitando “el combustible” para funcionar, y por ende deberíamos darle la mejor calidad posible tal cual lo hacemos con nuestros propios vehículos.

De nuevo, ¿por qué no lo hacemos? Hoy hablaremos de una de las primeras y obvias razones: el sabor.

La comida con ingredientes saludables tal como la conocemos tiende a ser insípida, de texturas poco agradables y por ende poco sostenible al lado de las tentaciones sabrosas a las que accedemos fácilmente.

Y el cuerpo, así como manda señales de qué necesita a través del hambre, también posee un paladar para percibir los sabores por lo que es clave saciar a ambos. Cuando decidimos saciar solo al paladar, el cuerpo no recibe los nutrientes que precisa, por lo que seguirá mandando señales de “hambre” en pos de conseguir esos nutrientes, y esta dinámica, por lo general nos lleva a seguir comiendo “lleno de sabor y vacío en nutrientes”, siendo ésta una de las razones primordiales por las que las personas con obesidad o sobrepeso están en realidad desnutridas.

Vayamos a la solución:

¿Qué pasaría si pudiéramos encontrar ese punto medio donde el sabor sea satisfactorio y cada ingrediente tuviese la mayor cantidad de nutrientes para nosotros? Esa creencia de que la alimentación saludable es un sacrificio carente de sabor sería historia del pasado. Este punto en el medio es lo que vamos a explorar a través de diferentes recetas, conceptos y elección de ingredientes en estos artículos semanales.

Hoy arrancamos con el tradicional mbejú, en su versión bien deliciosa y nutritiva para estos días de frío.

Para explorar una alimentación y cocina más inclusiva, esta versión es 100% con ingredientes basado en plantas. Vamos a sustituir ciertos ingredientes como la leche de origen animal por leches vegetales, la manteca por el aceite de oliva que beneficia al sistema cardíaco y circulatorio, y el queso animal por quesos vegetales así obtendremos un mbejú apto para intolerantes #sinlactosa #sincaseina #singluten #cocinainclusiva.

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Esto es una propuesta y ustedes la pueden modificar a gusto pero con ánimos de explorar esta nueva opción. Les prometo que van a sentir la diferencia en su salud sin perder el sabor.

Contanos después que te pareció esta receta #CocinaInclusiva.

*Health Coach

nicolehuber.com

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