La avicultura y la porcinocultura son consideradas dos industrias procesadoras que dan el mejor valor agregado a las materias primas agrícolas, principalmente al maíz y la soja. Durante el periodo 2023 ambos rubros registraron un importante crecimiento en volumen de exportación, que fue de US$ 12,89 millones en concepto de carne de aves y US$ 19,17 millones, de la carne de cerdo. En total suman unos US$ 32 millones, según los datos del informe de comercio exterior del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa).
El Ing. Agr. (M.Sc.) Alfredo Silvio Molinas, quien es asesor agroambiental, con experiencia de más de 30 años y que además fue ministro del Ambiente y también de Agricultura y Ganadería de Paraguay, realizó un análisis de los datos publicados por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), en el marco de la presentación realizada en nuestra capital del documento que se denomina “Desafíos globales, soluciones regionales América Latina y el Caribe frente a la crisis climática y de biodiversidad”. Molinas señala que analizó los valores e indicadores de CAF sobre Paraguay y los contrastó con los datos nacionales publicados en los últimos años.
La cadena de la producción, industrialización y comercialización de la carne evolucionó con saltos cualitativos y cuantitativos muy importantes en las últimas dos décadas, con cambios destacables en todos los eslabones, con notorio mejoramiento en sus características de calidad, fuerte aumento en el dinamismo de la actividad primaria, acompañado de grandes inversiones en el sector de la industria, que lograron modernizar las plantas frigoríficas con tecnología de punta.
La incertidumbre que persiste a nivel sanitario a causa del covid-19, a pesar de los avances en las campañas de vacunación, así en los mercados internacionales de la carne y en nuestro país, desdibuja el buen repunte que registran hasta ahora las exportaciones de carne y nublan el optimismo económico, según las explicaciones del presidente del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), Dr. José Carlos Martin.
A un retroceso de casi una década en términos económicos nos llevó la pandemia del COVID-19 a nivel local. Mundialmente se habla de la peor crisis en los últimos 100 años. Este 2020 se esperaba un repunte de la economía paraguaya, pero en lugar de eso cerrará con retracción, deudas y con más de 700.000 personas con dificultad de empleo. Aún así, en medio de la crisis, sobresalen historias de superación y reinvención de miles de ciudadanos que lucharon como pudieron para hacer frente a este difícil año.
A la intensa sequía y bajante del río Paraguay, se sumaron los focos de calor, que en su mayoría fueron incendios forestales de importantes proporciones y que en algunos casos, se constituyeron en tragedias ambientales. Esto agravó la contaminación del aire y acentuó además la alta temperatura sobre el territorio nacional, una combinación que para muchos fue percibida como un verdadero año infernal.
Buenas perspectivas para el agro genera el positivo desarrollo que hasta el momento registra el cultivo del trigo, gracias al clima favorable en el periodo, que a su vez, apuntala la seguridad alimentaria nacional, en el marco de una crisis mundial, señaló el presidente de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP), ingeniero agrónomo Héctor Cristaldo.
Con el actual ritmo de crecimiento de la frontera agropecuaria en el Chaco paraguayo, con unas 280.000 hectáreas de vegetación nativa derribadas por año para implantar pasturas, restan cerca de 10 años de gracia para empezar a hablar de una posible ley de deforestación cero para dicha parte del país, según las expresiones del actual ministro de Agricultura y Ganadería, Dr. Marcos Medina, durante el VI Congreso Ganadero, realizado en la Asociación Rural del Paraguay (ARP).
El titular de la Federación Mundial de Anunciantes (WFA), Stephan Loerke, quien está en el país para participar en una reunión del sector a nivel latinoamericano, habló ayer con ABC sobre los desafíos actuales de la publicidad.