Más que contentos, padre e hijo van acomodando las cosas en el auto, preparando el viaje programado. Hay que ser cuidadosos con el espacio, ya que llevan un montón de bolsos y hasta una pequeña maleta. No pueden faltar, además de lo obvio como la ropa, documentos y desde luego medicamentos previniendo cualquier trastorno, algunas cosas para comer evitando así demasiados gastos. También el vehículo tuvo un mantenimiento completo apenas la semana pasada, por lo que el operativo vacaciones de la familia Giménez está en plena marcha.
Una vez más, Encarnación nos sorprendió apenas entramos a la ciudad. Tanto el centro histórico como la Costanera en toda su extensión estaban impecables, desde el césped del paseo central que parece una cancha de fútbol europeo, pasando por los bancos en excelente estado, hasta los camineros y el muelle invitando a visitarlos en obligados paseos. Y también hay que agregar, aunque nos duela: la ausencia de basura es llamativa, seguramente más para los capitalinos como nosotros.
El viernes pasado, nos dejaban con apenas horas de diferencia el Padre Trento y Koki Ruiz. Detrás de su partida queda un vacío gigantesco que será difícil de llenar, un desafío enorme porque personas de su estatura no se pueden suplir. Su trayectoria es demasiado conocida, matizada de humanidad y meritoria. La suma de la admiración hacia ellos y su obra, hicieron que la noticia pesara sobre todo nuestro país.
Durante las últimas dos semanas, nos hemos estado desayunando con un montón de noticias relacionadas a trenes de diverso calibre que operarían en nuestro país dentro de cierto tiempo. Lo cual es una noticia más que sorprendente: a décadas de no contar con nada parecido, de golpe y porrazo tenemos por un lado el tratamiento sobre tablas del proyecto del tren de cercanías, cuya ley marco se busca aprobar a tambor batiente en el Congreso. Apenas acusada esta noticia, nos vienen por otro lado con el anuncio de un “tren liviano” para la Costanera de Asunción, anunciado desde la Municipalidad de la Capital.
Llegan las fiestas de Fin de Año, y de la mano con estas celebraciones vamos a ser bombardeados con publicidad de todo tipo. A través de la televisión, redes sociales y carteles lumínicos ubicados estratégicamente en los principales semáforos, además de publicidad radial y, desde luego, anuncios llamativos que encontramos en todas partes, nos van a atragantar con ofertas variadas y súper atractivas.
¡Qué gusto cuando las cosas salen bien! Es como que todo se hace más fácil, hay una onda positiva que se siente en la gente y en la calle, los problemas son menos complicados y hasta parecerían asomar nuevas oportunidades, casi impensables poco tiempo atrás.
Más allá de que sean de partidos o movimientos con los que tenemos o no afinidad, como también al margen de que por diferentes razones nos caigan mejor o peor, la gestión de la Cámara de Diputados es lamentable, y en esto coincidimos todos. Lo que no es poco decir en un país con enormes cismas, de orígenes tanto remotos como de data no tan larga.