Ironías lacerantes
Mientras un grupo de legisladores surca las aguas del Potomac, deleitándose con lujos inmerecidos, nuestros compatriotas se debaten en la precariedad económica. La ironía resulta lacerante: mientras unos se adueñan de pingües beneficios, otros luchan por acceder a los servicios básicos. Esta disparidad entre la opulencia de unos pocos y la penuria de la mayoría revela una sociedad profundamente enferma.