¡Hola, amigos! Deseo compartirles algo de nuestra clase de hoy. En la clase de Ética, la profe hizo algo inesperado: escribió en la pizarra un problema curioso y con una dificultad importante para que lo resolvamos. Se necesitaba interpretar muy bien el problema, identificar todos sus componentes y realizar varios cálculos matemáticos para resolverlo. Todos lo intentamos con ahínco, porque en la clase nos gustan los desafíos, lo cual la profe conoce muy bien. El punto es que todos erramos la respuesta del problema y nos frustramos. Entonces nos dijo, ¿cuál es la primera cosa necesaria para corregir un error? Pensamos y cada uno probaba dar la mejor respuesta, hasta que por fin alguien dijo lo más lógico: lo primero es darse cuenta de que se ha cometido un error y solo así se podría buscar corregirlo.
¡Hola, amigos! Un día como hoy nacía en la India Mahatma Gandhi, un hombre que se hizo tan pequeño al despojarse de todo para concentrarse en una sola cosa: la búsqueda de la paz verdadera. Esto lo convirtió, sin embargo, en uno de los hombres más grandes porque se constituyó, sin pretenderlo, en fuente de inspiración de los movimientos no violentos que luchan por el reconocimiento de los derechos civiles y por el cambio social. Gandhi, con su opción drástica por la no violencia como estrategia de lucha, fue el líder del movimiento de la Independencia de la India y pionero de todo un estilo de vida conocido como la No violencia.