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Julio César Álvarez y reclamaban "basta de violencia", signos que otorgaron un sentido especial a la peregrinación."La cruz de la violencia aplasta y causa en el pueblo indignación e impotencia", era la descripción leída por un locutor refiriéndose a la 9ª Estación que alegorizaba la tercera caída de Jesús.
Cada signo del vía crucis de Viernes Santo simbolizaba un repudio contra la violencia. La peregrinación, también denominada "Marcha contra la violencia y la cultura de la muerte", también fue una denuncia contra la violencia y en reclamo del esclarecimiento de la muerte de Mons. Julio César Álvarez, fallecido cura párroco de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús del barrio Estación de Villarrica.
El acto religioso estuvo encabezado por el obispo de la diócesis, Mons. Ricardo Valenzuela, a quien acompañaron una decena de sacerdotes, diáconos, autoridades políticas y una multitud de feligreses.
En las pancartas podían leerse frases como "¡basta de violencia, Mons. Julio César vive!" y "¡queremos crecer, jugar y aprender sin miedo! Algunos carteles también contenían la fotografía del cura asesinado.
El gobernador de Guairá, Gustavo Alfonso, y el intendente de Villarrica, Darío Ortellado, participaron de la procesión que partió de la parroquia Ntra. Sra. de la Asunción del barrio Yvaroty y terminó en al atrio de la Catedral de la capital guaireña. Ambas autoridades coincidieron en calificar como indignante el asesinato del sacerdote.
Cada signo del vía crucis de Viernes Santo simbolizaba un repudio contra la violencia. La peregrinación, también denominada "Marcha contra la violencia y la cultura de la muerte", también fue una denuncia contra la violencia y en reclamo del esclarecimiento de la muerte de Mons. Julio César Álvarez, fallecido cura párroco de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús del barrio Estación de Villarrica.
El acto religioso estuvo encabezado por el obispo de la diócesis, Mons. Ricardo Valenzuela, a quien acompañaron una decena de sacerdotes, diáconos, autoridades políticas y una multitud de feligreses.
En las pancartas podían leerse frases como "¡basta de violencia, Mons. Julio César vive!" y "¡queremos crecer, jugar y aprender sin miedo! Algunos carteles también contenían la fotografía del cura asesinado.
El gobernador de Guairá, Gustavo Alfonso, y el intendente de Villarrica, Darío Ortellado, participaron de la procesión que partió de la parroquia Ntra. Sra. de la Asunción del barrio Yvaroty y terminó en al atrio de la Catedral de la capital guaireña. Ambas autoridades coincidieron en calificar como indignante el asesinato del sacerdote.