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Los caballos son muy delicados en todo aquello que respecta a la aplicación de inyecciones. En el campo, habitualmente se utiliza una sola aguja para todos los caballos del establecimiento. Sin embargo, esta práctica es incorrecta. A los equinos se les debe inmunizar con una aguja y una jeringa desechables; es decir, una aguja y una jeringa por animal. En cuanto a la aguja, es recomendable contar con una cuyo número sea 20, que es fina. Esta medida de aguja es ideal para las inyecciones intramusculares. Si se emplea una aguja muy gruesa, en ocasiones, la piel del caballo se corta y un pequeño pedazo de piel queda dentro del músculo y actúa como un cuerpo extraño, dando como resultado un absceso o alguna infección, lo cual no es recomendable que suceda.
APLICACIÓN
A los caballos se les aplica inyecciones con agujas estériles, o sea, agujas desechables.
Es primordial la utilización de una aguja y una jeringa por cada animal, para evitar la contaminación de las enfermedades. En cuanto a la inyección endovenosa, es necesario contar con un algodón empapado en alcohol, para desinfectar el tapón del frasco
correspondiente; luego se toma la jeringa estéril y el medicamento, para la aplicación, que se hace en la vena yugular, que se encuentra en la zona denominada gotera yugular, más o menos en el tercio inferior del cuello. Se debe apretar con el dedo la vena para que se llene de sangre.
A los caballos hay que tratarles con cariño. La aguja debe colocarse con el bisel quedando hacia arriba, ubicando la vena yugular. Se clava y se aplica suavemente.
Una vez que se aplicó, se aprieta con el algodón y se desinfecta la zona, sacando la jeringa del sitio.
Es siempre conveniente aplicar del lado izquierdo del caballo. En este lado se coloca la montura, por lo que ellos se acostumbran a que se les maneje del lado izquierdo. En el lado derecho es importante tener más precaución porque el caballo se molesta.
Para la inyección intramuscular, se aprovecha el exceso de masa muscular del caballo. Es preferible la zona del cuello para la aplicación intramuscular, debido a que esta zona
es fácil de drenar, en el caso que se produzca un absceso.