Urea

En los animales, la urea, también conocida como carbamida, es producto de la eliminación metabólica del amoníaco, el cual les resulta altamente tóxico. Se la encuentra en la sangre, orina, bilis y sudor.

En el suelo, hay numerosas bacterias que liberan una enzima llamada ureasa, que cataliza la reacción de descomposición de la urea por el agua, permitiendo la formación de anhídrido carbónico y amoníaco. Es por ello que se utiliza en la producción animal y vegetal. Además, el ka’a he’ê facilita la utilización La urea fue descubierta por Rouelle en 1773, quien fue uno de los pioneros de la química moderna que logró aislarla en la orina humana y animal, siendo este el primer metabolito animal aislado en forma cristalina. Rouelle logra separarla, tanto en la orina humana como en la de la vaca y el caballo. Cuando se pretende utilizar la orina de los animales como fertilizante para las plantas, hay que tener en cuenta la composición química y las concentraciones salinas, ya que en cada uno de ellos es diferente. Esto es muy importante tenerlo presente para cuando se van a realizar las diluciones para el uso como fertilizante en las plantas. Además, se debe tener en cuenta la alimentación que reciben los animales, ya que esto hace que el aporte de sales sea diferente.
Las nuevas técnicas de producción animal utilizando el pastoreo rotativo hacen posible utilizar estos conceptos, debido a que la incorporación de la materia fecal y la orina en el campo recomponen el suelo, aumentan la producción de pasto y fortalecen la dieta de los animales.
Desde el descubrimiento de la cristalización de la urea, se han desarrollado numerosas técnicas para que ella sea utilizada como fertilizante o como suplemento en la ración animal. En la tabla que presentamos, podemos notar que la cantidad de orina excretada depende también del peso vivo del animal. Para realizar cálculos de recomposición del suelo mediante el aporte de los materiales que dan los animales, debemos tener en cuenta que la cantidad y calidad de la orina varían con la alimentación, la temperatura ambiente, el trabajo, el consumo de agua; también con el manejo y el estado sanitario de los animales.
Cuando se va a utilizar la urea tanto en la producción agrícola como animal, se debe tener en cuenta que ella tiene restricciones en su uso, ya sea como fertilizante o como suplemento nutricional de los animales.
Más del 80% de la urea que se produce industrialmente es destinada al empleo como fertilizante. Se aplica en el suelo en diferentes formas y concentraciones a fin de que cumpla su cometido.
El uso de la urea como fertilizante tiene numerosas ventajas si es aplicado adecuadamente, debido al alto contenido de nitrógeno, que es esencial en el metabolismo de las plantas y tiene una relación directa con la proporción del tallo y las hojas, las cuales absorben la luz para que se realice la fotosíntesis.
De acuerdo a los trabajos realizados por técnicos especialistas, se ha demostrado que la urea se adapta muy bien a los diferentes tipos de cultivos, siempre y cuando se la aplique de acuerdo a las indicaciones técnicas; de lo contrario, de ser un buen fertilizante puede convertirse en un problema para la conservación del ambiente y la salud de las plantas.
En la producción animal, la urea es un buen recurso nutricional para diferentes especies, sobre todo para aquellas que son alimentadas solamente con forraje y que no tienen sus componentes balanceados. En estos casos, las carencias mayores son las proteínas, minerales y vitaminas.
La urea aporta nitrógeno a los rumiantes para la fermentación ruminal y favorece la formación de las proteínas. Recordemos que el rumen necesita como mínimo 1% de nitrógeno para una adecuada digestión de la fibra.
Existen diferentes formas de suministrar la urea a los animales. Una opción puede ser una mezcla con sal iodada y compuestos minerales para cada etapa del desarrollo de los mismos. Hay en plaza compuestos que incluyen en su preparación hasta un 3% de urea.
Otra opción es la siguiente: a un ensilaje de gramíneas que se prepara a campo, se le puede agregar hasta 6 kilos de urea diluida en 20 kilos de melaza por tonelada de ensilado, ya sea utilizando pasto de corte, maíz, o mandioca, tanto raíz como follaje. Es recomendable disolver previamente la urea en agua antes de agregarla a la melaza para su mejor distribución en el silo.
Se comercializan bloques especiales, con contenido adecuado de urea, melaza, sal y minerales. Esta forma de presentación resulta mejor para quienes no tienen experiencia en el uso de la urea.
Antes de usar urea, es recomendable consultar con un técnico, ya sea que la use como fertilizante o como suplementación del ganado. De esta forma, se logra el uso seguro del producto, sin daños al ambiente.

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