A inicios de los años 90 el empresario Rubén Hug de Belmont (hoy fallecido) tenía un sueño: contar con el mejor anfiteatro de Latinoamérica. Con otros inversionistas, creó Lago Vista SA. Sus empresas comprendían un hotel (Condovac), una compañía de transporte (línea 39), agencia de viaje (Bip Tour), inmobiliaria (Lago Vista). El estudio de arquitectura Ruggero-Zarza de Pablo Ernesto Ruggero Zarza y Petrona Ramona Zarza Flores, la empresa Jiménez Gaona y Lima como constructora, el Consorcio de Ingeniería Electromecánica para las estructuras metálicas, hicieron realidad un espacioso complejo artístico mirando al lago Ypacaraí.

Todo se hizo en tiempo récord, con el asesoramiento del mexicano Raúl Velazco, que en ese tiempo tenía el poderoso programa televisivo Siempre en Domingo. También apoyó decididamente –desde su puesto de Director General de Turismo– Derlis Esteche y en la parte de contratación de artistas, el por entonces joven cantante compatriota Rodolfo González Friedmann.

El jueves 24 de setiembre de 1992 se bendicen las instalaciones con la denominada "Noche paraguaya", siendo el presentador Raúl Melamed. Se realizó un homenaje al creador de la guarania y se escucharon a artistas como el poeta Elvio Romero, el discurso de apertura con Augusto Roa Bastos, las actuaciones del Coro de San Bernardino, Los Cumbreños, Lizza Bogado, Carlitos Vera, Rito Pedersen entre varios otros.

Del 24 al 27 de setiembre hubo un desfile de artistas nacionales y extranjeros. Las entradas oscilaban entre 10 y 40 mil guaraníes. Había alrededor de 20.000 lugares en sectores divididos en Premier, Preferencia, Césped y Graderías.

Poco tiempo después, durante la crisis financiera de los años 90, el Banco Central del Paraguay intervino el Banco de Inversiones del Paraguay (BIPSA), afectando a todas las empresas del grupo y dejando truncado el emprendimiento cultural.

En estas casi dos décadas el sueño se resume ahora en abandono y rapiña.

Desentendimiento entre los acreedores

La situación actual del ex anfiteatro José Asunción Flores, hoy en vías de liquidación, es que las tres partes que tienen derechos no se ponen de acuerdo de qué hacer con esta auténtica obra monumental y uno de los escenarios naturales más sorprendentes de América Latina.

Una parte de la propiedad está en manos de los herederos de Rubén Hug de Belmont, otra pertenece al Banco Central del Paraguay y la tercera a cargo de los acreedores de la sociedad Lago Vista SA, pues durante los años de funcionamiento de la empresa se vendían títulos de propiedad.

Desde mediados de los años noventa los encuentros artísticos  como la edición inaugural (1992) y el "Gran festival San Bernardino" (1993) esporádicamente se realizaron eventos. Hubo unos años en los cuales los empresarios de Canal 13, en particular Néstor "Titito" López Moreira, lograron la concesión para el usufructo del anfiteatro, por canje publicitario. Nunca alcanzó el brillo y el nivel de la era de Belmont y asociados.

El evento de mayor magnitud que se realizó antes del total deterioro y rapiñaje del anfiteatro fue un Pilsen Rock, donde al grupo Kchiporros le recibieron los pocos fanes presentes con objetos contundentes.

La ironía hace que sean hoy ellos quienes administran la parte superior del anfiteatro, con una disco de nombre Hit, que reunió el pasado sábado a miles de jóvenes.

El síndico de quiebras de BIPSA es Ernesto Ocampos y en una visita realizada esta semana por un equipo de ABC Color, hemos podido constatar el creciente deterioro de un espacio, donde hace unos años una banda bien organizada primeramente cortó las bases metálicas, apiló los asientos y en cuatro camiones se llevó todo ese valioso equipamiento.

Nadie fue sancionado ni tampoco se pudo recuperar al menos uno de los coloridos asientos.

Hoy hasta los azulejos de los baños fueron arrancados, lo mismo que toda la instalación eléctrica. Una verdadera pena y vergüenza.

Extensa lista de increíbles artistas

En el facsímil que se incluye del Gran Festival  San Bernardino, realizado del 22 al 30 de octubre de 1993, se pueden leer los nombres de figuras como nunca antes llegaron todas juntas para un mismo evento: en la noche de apertura estuvieron  nada menos que nuestra popular cantante radicada en el Brasil, Perla; el conjunto Beatlemanía; el cantante melódico puertorriqueño José Feliciano y como cierre de la noche, el inglés Rick Wackeman y grupo. Esa noche el tiempo hizo una mala jugada y en el anfiteatro el aforo no superaba el medio millar de personas que vibraban al son de "Viaje al centro de la tierra".

En la noche romántica (sábado 23) nuestro compatriota Rodolfo, el argentino Alejandro Lerner, los brasileños Roupa Nova y los australianos Air Supply, donde la asistencia fue masiva, con buen tiempo.

El viernes 29 dedicado a rock y reggae trajo nada menos que a Ziggy Marley, cuyos integrantes con sus enormes rastas y gorros, fueron la tortura de los agentes de migraciones en el ya por entonces Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi. El grupo paraguayo Síntesis no desentonó junto a Vilma Palma de Argentina y Paralamas do Sucesso del Brasil.

Finalmente en la noche del sábado 30 fue la "Fiesta bailable" nada menos que con los argentinos Enanitos Verdes, los españoles Garibaldi, el grupo Kássia y los australianos Inner Circle. También se desarrolló una "Tarde de los niños" con Simony y Los Personajes de Disney.

En forma unánime, todos estos artistas de primer nivel mundial quedaban boquiabiertos al llegar al anfiteatro José Asunción Flores.

ALGUNOS DETALLES  DE UN MEGAEMPRENDIMIENTO

* Terreno de 87.864 m² de los cuales 25.544 m² están destinados a estacionamiento, para 943 autos y 29 buses.

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* El anfiteatro tiene un ancho de 174 m de ancho y 138 de largo, con un sector de césped de capacidad para 7.338 personas con 1.223 m², plateas para 6.432 personas con 2.898 m², graderías para 6.844 personas con 2.898 ml, un área para minusválidos de 32 m², la circulación perimetral de 4.386 m².

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* La suma de toda esta capacidad da un total de 20.614 personas. Eso sin tener presente que en los espacios de las escaleras y al final del área de graderías también podían ingresar numerosos espectadores.

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* Para tener una idea de la inversión en la contratación de los artistas, solamente la presencia de Luis Miguel en los años noventa significó una inversión de 210.000 dólares para dos shows, uno en San Bernardino y otro en el Centro Cultural Guaraní.

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* El grupo nacional que más público llevó solo al anfiteatro fue Ab Ovo, un verano en el cual llovió en forma insistente durante cuatro fines de semana.

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* El valor inmobiliario de las 10 hectáreas al precio de mercado actual orillaría el millón de dólares solamente el terreno, sin las mejoras.

 José Luis De Tone
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 Juan Carlos Meza
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 Carlos Shatebehk  
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