¿Cómo sería un parque temático del siglo XXI?
Disneyquest, es el resultado de años de investigación, desarrollo y pruebas de campo, en colaboración de diseñadores y técnicos de distintas compañías.
Los ingenieros crearon un sistema de alta fidelidad de realidad virtual, gracias a la cual, los invitados vuelan en una alfombra mágica sobre el mercado y las callejuelas de la antigua ciudad de Agrabah, escenario de la película Aladino y la lámpara maravillosa.

¿Vale la pena tanto gasto?
Entramos en el Cybrolator, un ascensor guiado por el disparatado genio de la lámpara de Aladino, nuestro destino es el Venture Port, un cruce de caminos. Se produce una emergencia derivada de una aparente pérdida de control del Cybrolator. Sube la adrenalina. Comienza la aventura: tenemos que elegir entre la Zona de Exploración, un reino en el que se rompen las barreras del espacio y del tiempo; la zona de Competición, una ciudad de superhéroes que deben medir sus habilidades; la Zona de Creación, donde cada uno genera sus propias atracciones; y la Zona Replay, una feria clásica emplazada en un ambiente retrofuturista. Esto llegó a costar 1.000 millones de dólares.

En el área de la exploración, iniciamos un recorrido en el tiempo y en los mitos. Sobre una lancha nos adentramos en una jungla jurásica donde los dinosaurios nos esperan en un recodo del río salvaje. Escapamos del feroz T-rex, pero no podemos eludir el cataclismo de un cometa con el que finaliza la experiencia.

Para un respiro pasamos por el cibercafé del parque. En este café podemos crear nuestros propios mundos y enemigos.

¿Vale la pena realizar un viaje virtual? Y...