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Es una de las preparaciones más clásicas de la cocina española, donde se la conoce como "tortilla de patatas", debido a su forma redonda parecida a una torta o tortilla. Es un plato a base de huevo y papas, aunque existen muchas variantes de acuerdo a la región, que la hacen acompañar de otros ingredientes: chorizo, cebolla, morrón, champiñones, etcétera. En las crónicas de Indias se tiene documentado que en 1519, ya se conocía la tortilla de huevo tanto en Europa como en América, al menos por los aztecas, quienes la preparaban y vendían en los mercados de Tenochtitlán. En esos textos, la palabra "tortilla" solía referirse a un "pan de maíz", y especificaban "tortilla de huevos hecha" para definir un producto que solía venderse en los mercados de Mesoamérica.
La papa o patata es una planta originaria de América del Sur, y fue conocida por los españoles de mano de los incas. Los incas llamaban a
la planta "papa", en quechua. La similitud de la papa con la batata favoreció que en el siglo XVII en España llamaran "patata" a la primera.
La leyenda dice que fue el general Tomás de Zumalacárregui quien, durante el sitio de Bilbao, inventó la "tortilla de patatas" como plato sencillo, rápido y nutritivo con el que saciar las penurias del ejército carlista. Aunque se desconoce si es cierto, parece ser que la tortilla comenzó a difundirse durante las primeras guerras carlistas. Otra versión de la leyenda afirma que lo inventó una anónima ama de casa navarra, en cuya casa paró el mencionado Zumalacárregui. La señora, que era pobre y lo único que tenía eran huevos, cebolla y patatas, acabó haciendo un revuelto con todo ello, revuelto que gustó mucho al general, que luego la popularizaría.
Ingredientes
Para 6 personas
6 papas medianas
6 huevos
2 cdas. de aceite
1 Pelar las papas (se calcula una papa y un huevo por persona) y cortarlas en láminas no muy grandes.
2 Para hacer la tortilla es muy importante que las papas estén blandas y no crujientes. Para eso hay que freírlas a fuego bajo y en una
sartén tapada durante unos 10 minutos. Escurrirlas bien.
3 Batir los huevos, salar y agregar las papas. Dejar reposar unos 5 minutos.
4 Calentar una sartén profunda, echar el aceite y cuando está caliente, agregar la mezcla de las papas y huevos. Freír a fuego medio.
5 Después de un par de minutos en la sartén, dar vuelta la tortilla con ayuda de un plato. Es conveniente echar un poco más de aceite a la sartén cuando se da la vuelta, porque si no, la tortilla se puede pegar. Cuando la tortilla está cocida por los dos lados, ya se puede comer.
La papa o patata es una planta originaria de América del Sur, y fue conocida por los españoles de mano de los incas. Los incas llamaban a
la planta "papa", en quechua. La similitud de la papa con la batata favoreció que en el siglo XVII en España llamaran "patata" a la primera.
La leyenda dice que fue el general Tomás de Zumalacárregui quien, durante el sitio de Bilbao, inventó la "tortilla de patatas" como plato sencillo, rápido y nutritivo con el que saciar las penurias del ejército carlista. Aunque se desconoce si es cierto, parece ser que la tortilla comenzó a difundirse durante las primeras guerras carlistas. Otra versión de la leyenda afirma que lo inventó una anónima ama de casa navarra, en cuya casa paró el mencionado Zumalacárregui. La señora, que era pobre y lo único que tenía eran huevos, cebolla y patatas, acabó haciendo un revuelto con todo ello, revuelto que gustó mucho al general, que luego la popularizaría.
Ingredientes
Para 6 personas
6 papas medianas
6 huevos
2 cdas. de aceite
1 Pelar las papas (se calcula una papa y un huevo por persona) y cortarlas en láminas no muy grandes.
2 Para hacer la tortilla es muy importante que las papas estén blandas y no crujientes. Para eso hay que freírlas a fuego bajo y en una
sartén tapada durante unos 10 minutos. Escurrirlas bien.
3 Batir los huevos, salar y agregar las papas. Dejar reposar unos 5 minutos.
4 Calentar una sartén profunda, echar el aceite y cuando está caliente, agregar la mezcla de las papas y huevos. Freír a fuego medio.
5 Después de un par de minutos en la sartén, dar vuelta la tortilla con ayuda de un plato. Es conveniente echar un poco más de aceite a la sartén cuando se da la vuelta, porque si no, la tortilla se puede pegar. Cuando la tortilla está cocida por los dos lados, ya se puede comer.