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Además de aprender a hacer helados facilísimos, podemos sorprender a toda la familia con una deliciosa torta de bizcochuelo, alfajores o pionono, con relleno de diversos gustos de helado casero. ¡Para sacarse un 10 felicitado!
Ingredientes
Para 12 porciones
1 bizcochuelo de vainilla
250 g de helado de frutilla
250 g de helado de durazno
250 g de helado de menta
200 g de crema de leche batida en chantillí
1 Cortar el bizcochuelo en 4 capas.
2 Rellenar cada capa con el helado ya formado.
3 Cubrir con la crema de leche batida a punto chantillí, formando dibujos con una manga.
4 Mantener en el congelador hasta el momento de servir.
Bizcochuelo: 6 huevos; 180 g de azúcar; 2 cdas. de vainilla; 180 g de harina.
1.- Separar las yemas de las claras. 2.- En un bol batir las yemas con el azúcar hasta formar una crema. Incorporar la esencia de vainilla. 3.- Pasar la harina por un colador para que quede más fina aún y agregarla en forma de lluvia a nuestra crema de yemas, azúcar y vainilla. 4.- Batir las claras a punto nieve (el punto nieve es cuando batimos la clara hasta que se infle a más del doble de su tamaño y, si intentamos volcar el bol en donde está, no se cae). 5.- Incorporar las claras a la preparación de yemas, azúcar, vainilla y harina, con movimientos envolventes para que no se desinfle nuestro batido de claras. 6.- Volcar toda la preparación en un molde de 24 cm de diámetro y 4 cm de alto, enmantecado y enharinado. 7.- Llevar a horno precalentado a 180 ºC por 30 a 35 minutos. El bizcochuelo está listo cuando al meter la punta de un cuchillo en el centro, este sale seco y limpio.
Helado de frutilla: 200 g de pulpa de frutilla congelada; 100 g de leche condensada; 150 g de crema de leche; 50 g de azúcar. 1.- Batir el azúcar y la crema de leche a punto chantillí. 2.- Licuar la frutilla con la leche condensada y mezclar ambas preparaciones. 3.- Llevar al congelador. 4.- Batir cada media hora luego de haberlo guardado y repetir dos veces más, para que el helado no se cristalice.
Helado de durazno: 1 lata de duraznos en almíbar (sin el almíbar); 1 lata de leche condensada; 150 g de crema de leche fresca; 50 g de azúcar. 1.- Licuar el durazno con la leche condensada. 2.- Batir la crema de leche con el azúcar a punto chantillí. 3.- Mezclar ambas preparaciones y llevar al congelador. 4.- Batir cada media hora luego de haberlo guardado y repetir dos veces más, para que el helado no se cristalice.
Helado de menta: 50 cc de licor de menta; 1 lata de leche condensada; 200 g de crema de leche fresca; 50 g de azúcar. 1.- Mezclar la leche condensada con el licor de menta.
2.- Batir la crema de leche con el azúcar a punto chantillí. 3.- Mezclar ambas preparaciones y llevar al congelador.
4.- Batir cada media hora luego de haberlo guardado y repetir dos veces más, para que el helado no se cristalice.
Ingredientes
Para 12 porciones
1 bizcochuelo de vainilla
250 g de helado de frutilla
250 g de helado de durazno
250 g de helado de menta
200 g de crema de leche batida en chantillí
1 Cortar el bizcochuelo en 4 capas.
2 Rellenar cada capa con el helado ya formado.
3 Cubrir con la crema de leche batida a punto chantillí, formando dibujos con una manga.
4 Mantener en el congelador hasta el momento de servir.
Bizcochuelo: 6 huevos; 180 g de azúcar; 2 cdas. de vainilla; 180 g de harina.
1.- Separar las yemas de las claras. 2.- En un bol batir las yemas con el azúcar hasta formar una crema. Incorporar la esencia de vainilla. 3.- Pasar la harina por un colador para que quede más fina aún y agregarla en forma de lluvia a nuestra crema de yemas, azúcar y vainilla. 4.- Batir las claras a punto nieve (el punto nieve es cuando batimos la clara hasta que se infle a más del doble de su tamaño y, si intentamos volcar el bol en donde está, no se cae). 5.- Incorporar las claras a la preparación de yemas, azúcar, vainilla y harina, con movimientos envolventes para que no se desinfle nuestro batido de claras. 6.- Volcar toda la preparación en un molde de 24 cm de diámetro y 4 cm de alto, enmantecado y enharinado. 7.- Llevar a horno precalentado a 180 ºC por 30 a 35 minutos. El bizcochuelo está listo cuando al meter la punta de un cuchillo en el centro, este sale seco y limpio.
Helado de frutilla: 200 g de pulpa de frutilla congelada; 100 g de leche condensada; 150 g de crema de leche; 50 g de azúcar. 1.- Batir el azúcar y la crema de leche a punto chantillí. 2.- Licuar la frutilla con la leche condensada y mezclar ambas preparaciones. 3.- Llevar al congelador. 4.- Batir cada media hora luego de haberlo guardado y repetir dos veces más, para que el helado no se cristalice.
Helado de durazno: 1 lata de duraznos en almíbar (sin el almíbar); 1 lata de leche condensada; 150 g de crema de leche fresca; 50 g de azúcar. 1.- Licuar el durazno con la leche condensada. 2.- Batir la crema de leche con el azúcar a punto chantillí. 3.- Mezclar ambas preparaciones y llevar al congelador. 4.- Batir cada media hora luego de haberlo guardado y repetir dos veces más, para que el helado no se cristalice.
Helado de menta: 50 cc de licor de menta; 1 lata de leche condensada; 200 g de crema de leche fresca; 50 g de azúcar. 1.- Mezclar la leche condensada con el licor de menta.
2.- Batir la crema de leche con el azúcar a punto chantillí. 3.- Mezclar ambas preparaciones y llevar al congelador.
4.- Batir cada media hora luego de haberlo guardado y repetir dos veces más, para que el helado no se cristalice.