Flores, Colores, fragancias, pétalos. Algo más que belleza nos brinda su gran gama. En el marco de las terapias alternativas y naturales, se utilizan para múltiples propósitos saludables, y en ese ámbito encontramos a las ya famosas Flores de Bach, las Flores de Raff, y de Bush.

Imaginate que pueden colaborar en el tratamiento de la ansiedad, los ataques de pánico, la depresión, las fobias o la angustia.

Todo inició con las Flores de Bach, cuando el Dr. Edward Bach empezó a investigar (de 1926 a 1934) el poder de las flores para aliviar o curar las más variadas enfermedades. Llegó a sintetizar una serie de 38 esencias naturales, que son extraídas de flores silvestres de la región de Gales, en Gran Bretaña. Estos remedios naturales se usan en la terapia de las emociones.

Edward Bach definía a la enfermedad como un desequilibrio emocional que se produce en el campo energético del ser vivo. Si este desequilibrio continúa por cierto tiempo sin tratamiento, se produce la enfermedad en el cuerpo físico, consideraba.

Estas esencias naturales pueden ser consumidas por todas las personas, y el tratamiento no depende de la cantidad ingerida sino de la frecuencia, no contraponiéndose con otros medicamentos o terapias.

FLORES DE RAFF

También llamadas las Flores de Bach argentinas, las Flores de Raff fueron sintetizadas por el Dr. Jorge Luis Raff, y apuntan a devolver el equilibrio del nivel energético, sin efectos secundarios. Se trata de 128 esencias, compuestos, cremas, óvulos, que además incluyen las Esencias brasileras y uruguayas, englobadas como Raff Flower remedies, reconocidas por el Ministerio de Salud Pública de la Argentina.

Así, hay esencias de crisantemo, dalia, gladiolo, hortensia, lila, lirio, pensamiento, ruda, Santa Lucía, azucena, azalea rosada, amapola, alcanfor, campanilla, ceibo, ciclamen, ajenjo, entre otras variedades.

La definición explica que las terapias florales no son homeopatía, se suministran de modo repetido, pues el efecto que producen es intermitente y efímero.