Nidia Fonseca, coordinadora de la Carrera de Kinesiología y Fisioterapia, explicó que se trata de una carrera del área de salud, que tiene como base la anatomía, fisiología y todas las materias de las áreas de salud. “A partir del cuarto semestre es más específica, el alumno puede abarcar el área laboral, social y de rehabilitación física. Tiene varios énfasis y para los dos últimos semestres el alumno decide dónde prepararse mejor”, indicó.
La Terapia Ocupacional es la ciencia que diseña, analiza y promueve actividades que mantengan o recuperen la funcionalidad del individuo en su desempeño cotidiano, teniendo en cuenta la etapa del ciclo vital en el cual se encuentre, así la disfunción que el individuo presente no será un impedimento para que este tenga un espacio exitoso en el ámbito laboral y productivo, lo que le permitirá mantener o alcanzar la calidad de vida digna que todo ser humano se merece.
Añadió que puede acceder a la carrera un bachiller con su documentación, así como también alumnos que quieren dejar las carreras que están cursando o personas ya recibidas. Para estos últimos existe la posibilidad de convalidación de las materias cursadas.
La Terapia Ocupacional destaca por su diversificación en los ámbitos de Integración Social, Gestión, Investigación, Educación e Intervención Educacional y por lo tanto otorga un dinámico escenario profesional. La propuesta formativa combina el legado de los fundadores de la profesión, presentando un programa focalizado en las necesidades de nuestro país, con un plan de estudios a la altura de las exigencias internacionales.
“Es bastante interesante para nuestro medio porque da un campo laboral bastante amplio. Se puede trabajar en hospitales, centros de salud, centros educacionales, en empresas, para el área laboral. En nuestro país hay mucha demanda de estos profesionales porque solo hay cuatro licenciados, por supuesto recibidos en el extranjero. La nuestra es la primera universidad que está sacando esta carrera, que no está en plaza dentro del país y es nueva dentro de Latinoamérica”, indicó Fonseca.
Entre las tareas que realiza el terapista ocupacional figura la adaptación de utensilios (sillas, tazas, platos, cubiertos, etc.), de manera que lo que no se puede lograr por algún problema (patología) lo adapta de un modo que se logre realizar en forma autónoma. Asimismo, maneja las técnicas de desplazamiento y movilidad en la cama; los desplazamientos asistidos y los independientes; las técnicas de levantamiento; el manejo de la silla de ruedas; la movilidad del individuo con discapacidad y la detección de barreras arquitectónicas y urbanísticas y el abordaje de los problemas de movilidad en el hogar. Además ayuda a los usuarios a realizar valoraciones realistas sobre sus capacidades y encontrar un equilibrio entre lo que ellos desean hacer y los riesgos que conlleva, asesorando y entrenando al usuario para que sus actividades sean seguras y satisfactorias.
Asimismo, entre sus funciones se cuenta elaborar y evaluar métodos y técnicas de análisis de las actividades que realizan las personas con el fin de determinar los requerimientos sicofísicos que implican su ejecución, así como diseñar e implementar programas de prevención e intervención en el área de la salud mental y siquiátrica, enfrentado problemas de adaptación conductual, emocional y social.