Técnicas básicas (5): El lijado y la terminación

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Carlos Riquelme

Uno de los trabajos más fáciles en carpintería es el lijado de madera. Se trata de un conjunto de operaciones destinadas a dar a la superficie un acabado perfectamente liso y suave, por eso lijar significa en la práctica alisar, pulir la madera con lijas de diferentes gramajes. La forma más sencilla es hacerse de un taco de madera o goma, envolver la lija e ir frotando la madera hasta conseguir el objetivo, es decir, una superficie lista para su acabado o terminación.

Una vez que hemos conseguido terminar la construcción de un determinado producto de madera, es preciso dejar paso al acabado o terminación. Esto se puede realizar de varias maneras, pero antes de utilizar estas formas que luego comentaremos; primero debemos dejar la superficie de nuestra madera en perfecto estado, y esto pasa necesariamente por el lijado.

En algunos de los casos, el lijado se realiza antes del montaje del producto final, según como esté la pieza; por ejemplo, la construcción de una silla. Existen varios tipos de máquinas para lijar, aunque nosotros sólo usaremos la lijadora de banda y la orbital, y de estas, la de banda sólo si tenemos que lijar maderas macizas para su devastado.

En cuanto a la máquina lijadora orbital, esta tal vez sea más útil para nuestro trabajo, ya que normalmente se utiliza tablas prefabricadas rechapados en maderas finas. Esta lijadora pule por medio de una superficie plana que rota sobre un eje helicoidal (en forma de hélice), y, por medio de este movimiento, realiza una lijada sin arañazos.

Anterior a las máquinas lijadoras eléctricas —desde un principio— está el sistema al alcance de todos, además de fácil acción, nos referimos al lijado a mano. Este lijado lo realizaremos cuando se trate de superficies planas, con un trozo de lija envuelto en un taco de goma o madera, para que la fricción sea plana y toda por igual, de paso —dicho taco— nos protege de la temperatura que la lija adquiere por la frotación.

Cuando lo que vamos a lijar son molduras estrechas, es decir, maderas con formas, fabricaremos unos tacos de madera con los dibujos contrarios a las formas que vamos a lijar, a fin de que estos tacos lo podamos recubrir con la lija. Lo que se pretende es que el pulido sea parejo y uniforme, esto se consigue, además de frotar con la lija, palpando con las manos la superficie que estamos puliendo, cuando al tacto la madera perdió porosidad, y los dedos se deslizan suavemente sobre ella; esto nos indica que hemos logrado el objetivo.

En cuanto al gramaje o grano (grosor) de la lija que vamos a emplear en nuestro trabajo, (conseguidos con mucha facilidad en las ferreterías), el grano 80 y 100 es para afinar la madera que estamos trabajando. Los granos que van entre 220 y 280 se utilizan para lijar los tapaporos y las bases de nuestros barnices; los demás granos los utilizaremos de manera arbitraria. Los granos mencionados son los que se utilizan en la lijadora orbital.

Finalmente, indicamos que el sentido común es el que nos dice que al inicio de un trabajo de pulido se utiliza generalmente las lijas de grano grueso, luego los medianos y finalmente los de grano fino, de esa manera conseguiremos el alisado total de la madera.

Apuntes tecnológicos

Tapaporos: Producto transparente empleado para conseguir que los poros de la madera queden bien cubiertos, para obtener un acabado final perfecto.

Lima: Instrumento de acero templado, con la superficie finamente estriada en uno o dos sentidos, para desgastar y alisar maderas y otras material.

Caja de herramientas

Cuando estemos realizando lijado de madera, será preciso tener en cuenta dos cosas: una: usar una "mascarilla", que se coloca en la cara para proteger los conductos respiratorios (nariz y boca) del polvillo que se produce al lijar; el segundo aspecto es -muy importante- que, cuando lijemos, no olvidemos pulir la madera en sentido de la veta, de lo contrario estropearíamos la superficie que estamos lijando.
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