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Si se apunta a la buena producción, es importante tener en cuenta en el plan de explotación cuatro componentes o aspectos que son: el nutricional, el manejo reproductivo, la selección (parte genética) y el manejo sanitario. Se trata de un campo natural de planicie con suelos parcialmente inundables, muy pobres en fósforo, con buen contenido de aluminio, ácidos y con mucho hierro, que bloquea el cobre y otros minerales, lo que dificulta su disponibilidad final para los animales.
En la zona llueve mucho: 1500 mm a 1600 mm; el clima es subtropical y predecible, según las estaciones del año. Suele hacer bastante frío y se tienen de cuatro a cinco heladas por año.
ASPECTOS NUTRICIONALES
En el aspecto nutricional y en la categoría vacas, se pone énfasis en la suplementación mineral de las mismas. Esto significa que la sal mineral se les suministra "ad libitum", o sea, con libre acceso para el consumo. Se trata de una sal que contiene un 12 % de fósforo con una fuente de nitrógeno no proteico. Esta combinación es el resultado de la experiencia y de varios años de prueba. El fósforo es necesario para los animales, siendo mínimo un 9 %.
No obstante, con esta proporción de 12 %, se logran excelentes resultados. De acuerdo a la experiencia del establecimiento, con un 9 % de fósforo se alcanza un mínimo de 70 % a 75 % de producción de preñez, superando el 80 % cuando se alcanza el 12 % de fósforo en la sal, más la de nitrógeno al 25 %.
También se hacen aplicaciones de inyecciones con minerales inyectables.
Por ejemplo, se mezcla el fósforo con selenio, previo al servicio. Después, cada tres o cuatro meses, se aplica cobre, magnesio y zinc. El exceso de hierro en el campo hace que el cobre esté poco disponible en él; lo mismo sucede con el magnesio y el zinc en esas condiciones. En resumen, a las vacas se las suplementa "ad libitum" con 100 g-120 g por día de esta sal mineral, y los minerales inyectables son aplicados al nivel ya indicado.
En la categoría de vaquillas, el trabajo nutricional incluye la suplementación con una sal mineral proteica, que tiene un importante nivel de proteína para complementar la que le falta a los animales y un nivel de 6,6 % de fósforo. Se suministra "ad libitum", o sea, que está siempre disponible en batea para los animales. Esta es una precaución que se debe tener presente para evitar deficiencias y sus efectos en los resultados de la producción.
En el caso de los terneros más pequeños, a partir de los 40 días-45 días; en promedio 60 días, se les hace un manejo aparte, en el que se les da un balanceado desmamante a razón de 1 kg por día y por animal, mientras dura su permanencia en el corral. En el caso de los terneros que se serán destetados precozmente, se les suministra un balanceado de destete precoz, durante un tiempo aproximado de un mes y medio a dos meses, y después, el ternero destetado consume, hasta su destete, un balanceado desmamante. Un último manejo nutricional que se practica es una rotación semiintensiva de los potreros, mediante la cual, de acuerdo a la cantidad de lotes que se tenga en cada uno, se le asigna un número de animales.
REPRODUCCIÓN Y SANIDAD EN EL AUMENTO DE LA TASA DE PROCREO
El proceso de reproducción es el segundo paso en la aplicación de este sistema que apunta a elevar la tasa de procreo. En el establecimiento "Doña Isacia", de Paraguarí, se cuenta con toda la infraestructura, consistente en un corral con cepo, la casa del personal, el embarcadero y los potreros con sus respectivos tajamares y divisorias internas.
Lo primero que se hace es un servicio estacionado, o sea, un servicio de 100 días, en primavera, de vacas con cría al pie; también con vaquillas de primer servicio de 24 meses. También se realiza un servicio de otoño de 45 a 60 días, que va de abril hasta principios de junio. Aparte, se trabaja con vacas paridas de otoño vueltas a servir, con manejo de terneros en ese momento, en mayo, y las vasquillas servidas con 18 meses.
Las vaquillas que van a ser servidas por primera vez lo hacen a los 18 meses, y las que no quedan preñadas en esta ocasión vuelven a ser servidas en la primavera siguiente, es decir, a los 24 meses.
El servicio estacionado se realiza de esta forma porque se hace coincidir el momento de mejor cantidad y calidad del pasto del campo con el de mayor requerimiento nutricional de los animales, que es el momento de la parición. En otras palabras, se busca hacer coincidir el momento en el cual las vacas necesitan mayor alimentación con el momento de mejor alimento en el campo, que es la primavera.
ASPECTO SANITARIO
El tercer componente de este sistema es el sanitario. En esta etapa, se aplican las vacunas necesarias, siendo imprescindible la doble vacunación contra la aftosa, también cuando los terneros van a salir del establecimiento, como productos de venta o una capitalización. También se realizan vacunaciones virales reproductivas con doble vacunación contra leptospirosis y las virales reproductivas necesarias, que son: rinotraqueítis infecciosa bovina (IBR), leptospirosis bovina y control de tricomoniasis. También vacunaciones contra clostridiosis en todos los animales, sobre todo porque hay muchas muertes súbitas en los corrales. Entonces, se vacuna a las vacas preñadas, de tal modo
que, cuando los terneros entren a corral, tengan la inmunidad necesaria, dentro de este lugar. Además, se vacuna contra carbunclo bacteridiano (mancha) y rabia.
En cuanto a antiparasitarios, es importante considerar tanto los internos como los externos, debido a que los animales más jóvenes son los más delicados.
Entonces, se hace una desparasitación seriada de modo de cortar el ciclo del parásito. Ello significa aplicar a las categorías en crecimiento desde que nace el ternero hasta que ese animal llegue a la edad adulta, ivermectina al 3,15 % cada cuatro meses. De este modo, no solo el animal se libera de los parásitos, sino además el campo.
TASA DE PROCREO. SELECCIÓN E ÍNDICES DE RESULTADOS
En el aspecto de la genética, no se realiza la inseminación artificial, pero sí se practica la selección rigurosa de las vacas y también se tienen muy en cuenta los toros a comprar para el establecimiento.
Así, en vaquillas, se hace una primera selección al destete, de acuerdo al peso destetado o ajustado a los 205 días, en que se considera el peso individual del ternero y la capacidad de producción de leche de la madre. Acá se llevan a cabo evaluaciones visuales por las que no necesariamente los animales más pesados quedan, sino que se elige a los animales que tienen mejor condición corporal y poseen caracterización sexual secundaria, es decir, las vaquillas que se expresan con mejor condición corporal, o sea, que son más gorditas y aquellas que tienen mayor feminidad. Y esto se aplica al destete, a los 18 meses y a los 24 meses. Hasta estos 24 meses, se les da oportunidad a las vaquillas para que preñen; de lo contrario, se considera que no son aptas para este manejo y son descartadas.
ADAPTACIÓN DE LOS ANIMALES AL CAMPO
Se parte de las vaquillas que tienen mejor conversión, o sea, una mejor relación entre consumo de pasto y kilos de carne que logran los animales.
Eso les da un mejor peso y es uno de los efectos de la preñez temprana. El otro efecto es la condición corporal con la precocidad. En otras palabras, las vaquillas que preñan antes son las más aptas a estas condiciones de manejo y este es el criterio que prima al momento de la selección. Así, las vaquillas que quedan en el establecimiento son las que vuelven a quedar preñadas; las que tienen mayor supervivencia al ternero, así como las que destetan el ternero más pesado. Las vacas "solteras" son solo las primerizas (que parieron por primera vez) a la que se les saca el ternero para el destete precoz. El resto de las vacas, termina el servicio, se hace la palpación y tienen que estar destetando un ternero superior, y vuelta a preñar. Este manejo permite asegurar que las crías hembras de esas vacas tienen la suficiente aptitud como para permanecer en el campo.
También se seleccionan las vacas por mansedumbre, desechándose las que son ariscas.
Desde la implementación de este manejo nutricional, todo el plan de explotación ha tenido resultados positivos.
ÍNDICES
Al analizar algunos índices, como la carga unidad de animales por hectárea, se tiene que, en el año 2000, el valor era casi de una vaca por hectárea (índice = 0,87), lo que equivale a unos 350 kg de vaca por hectárea. En el año 2010, se cerró con un índice de 1,30, y todavía falta determinar el indicador para este año 2011.
La preñez general del año 2000, cuando se inició el manejo de amamantamiento restringido, con una menor calidad de sales minerales, se cerró con alrededor de 72 % general; mientras que en el 2010, fue de 86 %; y en el 2011, de 81 %.
En el año 2000, se estaba en alrededor de 10 %, 15 %-20 % de preñez de vuelta y cuando se comenzó con el destete precoz, se alcanzaron índices de 79 % (en 2010) y 76 % (en 2011). El porcentaje restante que no se preña, con destete precoz incluido, también queda como descarte.
La vaca con cría mamando y con este sistema de amamantamiento restringido es la vaca productiva que se queda. Esto se refleja en los porcentajes de preñez de 93 % (en 2010) y 91 % (2011) de la vaca con cría.
En el primer servicio se lograron índices de 84 % (en 2010) y 79 % (en 2011). En el servicio de otoño se tuvo un 78 % en el 2010, pero la condición corporal se redujo por un problema de manejo que incluyó problema de mineralización, lo que afectó la condición corporal. El resultado fue una baja en las condiciones de preñez en ese servicio, lo que está reflejado en el índice de 46 % conseguido. Por eso, es fundamental cuidar la condición corporal de los animales.
(*) Especialista en producción animal.
En la zona llueve mucho: 1500 mm a 1600 mm; el clima es subtropical y predecible, según las estaciones del año. Suele hacer bastante frío y se tienen de cuatro a cinco heladas por año.
ASPECTOS NUTRICIONALES
En el aspecto nutricional y en la categoría vacas, se pone énfasis en la suplementación mineral de las mismas. Esto significa que la sal mineral se les suministra "ad libitum", o sea, con libre acceso para el consumo. Se trata de una sal que contiene un 12 % de fósforo con una fuente de nitrógeno no proteico. Esta combinación es el resultado de la experiencia y de varios años de prueba. El fósforo es necesario para los animales, siendo mínimo un 9 %.
No obstante, con esta proporción de 12 %, se logran excelentes resultados. De acuerdo a la experiencia del establecimiento, con un 9 % de fósforo se alcanza un mínimo de 70 % a 75 % de producción de preñez, superando el 80 % cuando se alcanza el 12 % de fósforo en la sal, más la de nitrógeno al 25 %.
También se hacen aplicaciones de inyecciones con minerales inyectables.
Por ejemplo, se mezcla el fósforo con selenio, previo al servicio. Después, cada tres o cuatro meses, se aplica cobre, magnesio y zinc. El exceso de hierro en el campo hace que el cobre esté poco disponible en él; lo mismo sucede con el magnesio y el zinc en esas condiciones. En resumen, a las vacas se las suplementa "ad libitum" con 100 g-120 g por día de esta sal mineral, y los minerales inyectables son aplicados al nivel ya indicado.
En la categoría de vaquillas, el trabajo nutricional incluye la suplementación con una sal mineral proteica, que tiene un importante nivel de proteína para complementar la que le falta a los animales y un nivel de 6,6 % de fósforo. Se suministra "ad libitum", o sea, que está siempre disponible en batea para los animales. Esta es una precaución que se debe tener presente para evitar deficiencias y sus efectos en los resultados de la producción.
En el caso de los terneros más pequeños, a partir de los 40 días-45 días; en promedio 60 días, se les hace un manejo aparte, en el que se les da un balanceado desmamante a razón de 1 kg por día y por animal, mientras dura su permanencia en el corral. En el caso de los terneros que se serán destetados precozmente, se les suministra un balanceado de destete precoz, durante un tiempo aproximado de un mes y medio a dos meses, y después, el ternero destetado consume, hasta su destete, un balanceado desmamante. Un último manejo nutricional que se practica es una rotación semiintensiva de los potreros, mediante la cual, de acuerdo a la cantidad de lotes que se tenga en cada uno, se le asigna un número de animales.
REPRODUCCIÓN Y SANIDAD EN EL AUMENTO DE LA TASA DE PROCREO
El proceso de reproducción es el segundo paso en la aplicación de este sistema que apunta a elevar la tasa de procreo. En el establecimiento "Doña Isacia", de Paraguarí, se cuenta con toda la infraestructura, consistente en un corral con cepo, la casa del personal, el embarcadero y los potreros con sus respectivos tajamares y divisorias internas.
Lo primero que se hace es un servicio estacionado, o sea, un servicio de 100 días, en primavera, de vacas con cría al pie; también con vaquillas de primer servicio de 24 meses. También se realiza un servicio de otoño de 45 a 60 días, que va de abril hasta principios de junio. Aparte, se trabaja con vacas paridas de otoño vueltas a servir, con manejo de terneros en ese momento, en mayo, y las vasquillas servidas con 18 meses.
Las vaquillas que van a ser servidas por primera vez lo hacen a los 18 meses, y las que no quedan preñadas en esta ocasión vuelven a ser servidas en la primavera siguiente, es decir, a los 24 meses.
El servicio estacionado se realiza de esta forma porque se hace coincidir el momento de mejor cantidad y calidad del pasto del campo con el de mayor requerimiento nutricional de los animales, que es el momento de la parición. En otras palabras, se busca hacer coincidir el momento en el cual las vacas necesitan mayor alimentación con el momento de mejor alimento en el campo, que es la primavera.
ASPECTO SANITARIO
El tercer componente de este sistema es el sanitario. En esta etapa, se aplican las vacunas necesarias, siendo imprescindible la doble vacunación contra la aftosa, también cuando los terneros van a salir del establecimiento, como productos de venta o una capitalización. También se realizan vacunaciones virales reproductivas con doble vacunación contra leptospirosis y las virales reproductivas necesarias, que son: rinotraqueítis infecciosa bovina (IBR), leptospirosis bovina y control de tricomoniasis. También vacunaciones contra clostridiosis en todos los animales, sobre todo porque hay muchas muertes súbitas en los corrales. Entonces, se vacuna a las vacas preñadas, de tal modo
que, cuando los terneros entren a corral, tengan la inmunidad necesaria, dentro de este lugar. Además, se vacuna contra carbunclo bacteridiano (mancha) y rabia.
En cuanto a antiparasitarios, es importante considerar tanto los internos como los externos, debido a que los animales más jóvenes son los más delicados.
Entonces, se hace una desparasitación seriada de modo de cortar el ciclo del parásito. Ello significa aplicar a las categorías en crecimiento desde que nace el ternero hasta que ese animal llegue a la edad adulta, ivermectina al 3,15 % cada cuatro meses. De este modo, no solo el animal se libera de los parásitos, sino además el campo.
TASA DE PROCREO. SELECCIÓN E ÍNDICES DE RESULTADOS
En el aspecto de la genética, no se realiza la inseminación artificial, pero sí se practica la selección rigurosa de las vacas y también se tienen muy en cuenta los toros a comprar para el establecimiento.
Así, en vaquillas, se hace una primera selección al destete, de acuerdo al peso destetado o ajustado a los 205 días, en que se considera el peso individual del ternero y la capacidad de producción de leche de la madre. Acá se llevan a cabo evaluaciones visuales por las que no necesariamente los animales más pesados quedan, sino que se elige a los animales que tienen mejor condición corporal y poseen caracterización sexual secundaria, es decir, las vaquillas que se expresan con mejor condición corporal, o sea, que son más gorditas y aquellas que tienen mayor feminidad. Y esto se aplica al destete, a los 18 meses y a los 24 meses. Hasta estos 24 meses, se les da oportunidad a las vaquillas para que preñen; de lo contrario, se considera que no son aptas para este manejo y son descartadas.
ADAPTACIÓN DE LOS ANIMALES AL CAMPO
Se parte de las vaquillas que tienen mejor conversión, o sea, una mejor relación entre consumo de pasto y kilos de carne que logran los animales.
Eso les da un mejor peso y es uno de los efectos de la preñez temprana. El otro efecto es la condición corporal con la precocidad. En otras palabras, las vaquillas que preñan antes son las más aptas a estas condiciones de manejo y este es el criterio que prima al momento de la selección. Así, las vaquillas que quedan en el establecimiento son las que vuelven a quedar preñadas; las que tienen mayor supervivencia al ternero, así como las que destetan el ternero más pesado. Las vacas "solteras" son solo las primerizas (que parieron por primera vez) a la que se les saca el ternero para el destete precoz. El resto de las vacas, termina el servicio, se hace la palpación y tienen que estar destetando un ternero superior, y vuelta a preñar. Este manejo permite asegurar que las crías hembras de esas vacas tienen la suficiente aptitud como para permanecer en el campo.
También se seleccionan las vacas por mansedumbre, desechándose las que son ariscas.
Desde la implementación de este manejo nutricional, todo el plan de explotación ha tenido resultados positivos.
ÍNDICES
Al analizar algunos índices, como la carga unidad de animales por hectárea, se tiene que, en el año 2000, el valor era casi de una vaca por hectárea (índice = 0,87), lo que equivale a unos 350 kg de vaca por hectárea. En el año 2010, se cerró con un índice de 1,30, y todavía falta determinar el indicador para este año 2011.
La preñez general del año 2000, cuando se inició el manejo de amamantamiento restringido, con una menor calidad de sales minerales, se cerró con alrededor de 72 % general; mientras que en el 2010, fue de 86 %; y en el 2011, de 81 %.
En el año 2000, se estaba en alrededor de 10 %, 15 %-20 % de preñez de vuelta y cuando se comenzó con el destete precoz, se alcanzaron índices de 79 % (en 2010) y 76 % (en 2011). El porcentaje restante que no se preña, con destete precoz incluido, también queda como descarte.
La vaca con cría mamando y con este sistema de amamantamiento restringido es la vaca productiva que se queda. Esto se refleja en los porcentajes de preñez de 93 % (en 2010) y 91 % (2011) de la vaca con cría.
En el primer servicio se lograron índices de 84 % (en 2010) y 79 % (en 2011). En el servicio de otoño se tuvo un 78 % en el 2010, pero la condición corporal se redujo por un problema de manejo que incluyó problema de mineralización, lo que afectó la condición corporal. El resultado fue una baja en las condiciones de preñez en ese servicio, lo que está reflejado en el índice de 46 % conseguido. Por eso, es fundamental cuidar la condición corporal de los animales.
(*) Especialista en producción animal.