Los restantes, llamados exteriores, son Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. En este número, vamos a conocer más detalladamente los planetas más cercanos a la Tierra y también algunos detalles de nuestro planeta.


Mercurio: es el más pequeño de los planetas interiores. Debido a su proximidad al Sol y a las elevadas temperaturas su atmósfera es insignificante o inexistente, lo que implica la imposibilidad de la existencia de vida así como la conocemos. Los grandes contrastes de temperatura entre el día y la noche se deben a su proximidad con el Sol, y esa diferencia es la mayor que existe entre todos los planetas.


Venus: después del Sol y la Luna es el planeta que aparece con más brillo en el cielo. Se le llama Lucero del alba cuando aparece al este, al amanecer, y lucero vespertino cuando se pone al atardecer, al oeste. Cada 19 meses, Venus se acerca a la Tierra como ningún otro astro del Sistema Solar, pues es el que se encuentra más cerca. Su superficie posee temperaturas altísimas. Las imágenes captadas mediante satélites o sondas espaciales indican gran actividad volcánica y la presencia de cadenas montañosas superiores a todos los demás planetas.


Tierra: es el único planeta que reúne las condiciones necesarias para la vida. Muchas de sus características (escasez de cráteres, grandes masas de agua, atmósfera compuesta principalmente de nitrógeno y oxígeno), no aparecen en otros planetas y, que se sepa, solo en ella coexisten los tres estados de materia (sólido, líquido y gaseoso).


La superficie terrestre está sometida a constantes variaciones, debido a los fenómenos atmosféricos y geológicos (viento, lluvia, nieve, erupciones volcánicas, sismos, etc.), a la vez que existe una gran variación climática que influye directamente en la vegetación y en la fauna.


Marte: a diferencia de la de Venus, la finísima atmósfera de Marte no retiene la radiación calórica del Sol, por lo que hay variaciones de temperatura de hasta 100 ºC. Su superficie es la más accidentada de todos los planetas, con una intensa actividad volcánica, como por ejemplo el volcán Olympus es el más alto de todo el sistema solar, con más de 25 Km.


Los descubrimientos geológicos más espectaculares han sido los canales que recuerdan las cuencas de los ríos secos que podrían haberse formado por el repentino desbordamiento de grandes cantidades de agua, como el valle Marineris, de cinco mil kilómetros de largo.

El “planeta rojo”, llamado así por la coloración debida a la alta concentración de minerales de hierro y las pavorosas tormentas de polvo que alcanzan los 300 km/h, posee lo que los científicos han llamado “ríos arcaicos”, resecos. Posee dos lunas, Deimos y Fobos.