Los ecosistemas de los océanos están en el umbral de registrar una alteración a raíz del inicio de una masiva extinción de las especies de fauna marina, propiciada por el cambio climático, la sobreexplotación pesquera y otras acciones del hombre, revela una investigación científica australiana.La investigación dirigida por el profesor de paleozoología, John Alroy, afirma a partir del estudio de fósiles de los mayores grupos de animales marinos, que se aproxima una masiva extinción de especies, mayor que la ocurrida hace 65 millones de años cuando desapareció el dinosaurio.
"Organismos que en el pasado se adaptaron esta vez es posible que no lo consigan", dijo a la prensa australiana este investigador de paleozoología marina del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad Macquaire, en Sídney.
La tesis de Alroy, publicada en la última edición de la revista "Science", se basa en los datos obtenidos tras examinar unas 100.000 colecciones de todo el mundo compuestas por fósiles marinos que vivieron hace cerca de 500 millones de años.
Alroy, antiguo alumno del profesor estadounidense Jack Sepkoski, el paleontólogo que sugirió que la desaparición de los dinosaurios fue parte de un ciclo de cinco masivas extinciones ocurridas en un periodo de 550 millones de años, sostiene que la extinción que se avecina es consecuencia del comportamiento humano y de los efectos del cambio climático.
"No es únicamente una extinción masiva, también está ocurriendo un masivo reemplazo de especies en todo el globo. Estamos arruinando el medio ambiente, y simultáneamente, eliminando de forma selectiva especies de ciertos grupos", advirtió el científico.
A diferencia de la última extinción masiva causada por el impacto en la Tierra de un asteroide, la nueva será el resultado de la combinación de muchos factores, entre ellos la introducción de animales en un hábitat que no era el suyo, el empleo de pesticidas y fertilizantes, la contaminación y la deforestación.
El estudio de Alroy revela que aquellas especies que más proliferan no tienen garantizada la supervivencia y cita como ejemplo lo ocurrido con dos de las que más abundaban antes de la extinción masiva del Pérmico-Triásico registrada hace 250 millones de años.
Según sus conclusiones, mientras que el coral "recuperó toda la diversidad" tras casi desaparecer durante el periodo Triásico, otra especie similar que dominó el lecho marino y llamada braquiópodo, de un aspecto similar a la ostra, es desde entonces una rareza.
En opinión de Alroy, de su estudio se desprende que la actual crisis puede producir un cambio en los ecosistemas marinos que va más allá de lo que los expertos se aventuran a vaticinar.
"No sabemos qué grupos sufrirán más, cuáles se recuperarán de una forma rápida, o cuáles terminarán teniendo un alto o bajo equilibrio en su nivel de diversidad", apuntó el autor del estudio a la radio australiana ABC.
En este sentido, Alroy señaló que "no se trata de que unos grupos de especies tengan buena suerte y otros mala, lo que ocurre es que ha habido un reajuste de la evolución".
"Organismos que en el pasado se adaptaron esta vez es posible que no lo consigan", dijo a la prensa australiana este investigador de paleozoología marina del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad Macquaire, en Sídney.
La tesis de Alroy, publicada en la última edición de la revista "Science", se basa en los datos obtenidos tras examinar unas 100.000 colecciones de todo el mundo compuestas por fósiles marinos que vivieron hace cerca de 500 millones de años.
Alroy, antiguo alumno del profesor estadounidense Jack Sepkoski, el paleontólogo que sugirió que la desaparición de los dinosaurios fue parte de un ciclo de cinco masivas extinciones ocurridas en un periodo de 550 millones de años, sostiene que la extinción que se avecina es consecuencia del comportamiento humano y de los efectos del cambio climático.
"No es únicamente una extinción masiva, también está ocurriendo un masivo reemplazo de especies en todo el globo. Estamos arruinando el medio ambiente, y simultáneamente, eliminando de forma selectiva especies de ciertos grupos", advirtió el científico.
A diferencia de la última extinción masiva causada por el impacto en la Tierra de un asteroide, la nueva será el resultado de la combinación de muchos factores, entre ellos la introducción de animales en un hábitat que no era el suyo, el empleo de pesticidas y fertilizantes, la contaminación y la deforestación.
El estudio de Alroy revela que aquellas especies que más proliferan no tienen garantizada la supervivencia y cita como ejemplo lo ocurrido con dos de las que más abundaban antes de la extinción masiva del Pérmico-Triásico registrada hace 250 millones de años.
Según sus conclusiones, mientras que el coral "recuperó toda la diversidad" tras casi desaparecer durante el periodo Triásico, otra especie similar que dominó el lecho marino y llamada braquiópodo, de un aspecto similar a la ostra, es desde entonces una rareza.
En opinión de Alroy, de su estudio se desprende que la actual crisis puede producir un cambio en los ecosistemas marinos que va más allá de lo que los expertos se aventuran a vaticinar.
"No sabemos qué grupos sufrirán más, cuáles se recuperarán de una forma rápida, o cuáles terminarán teniendo un alto o bajo equilibrio en su nivel de diversidad", apuntó el autor del estudio a la radio australiana ABC.
En este sentido, Alroy señaló que "no se trata de que unos grupos de especies tengan buena suerte y otros mala, lo que ocurre es que ha habido un reajuste de la evolución".