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Tomando como un punto de partida a las fiestas, (navidad, año nuevo o reyes), siendo estas las preferidas para regalar juguetes a los niños y partiendo de la premisa ¿Qué tipo de juguetes deberían dar a los niños?, abordamos esta cuestión delicada y muchas veces tomada a la ligera por los padres, (sin olvidar a los abuelos, tíos, padrinos, etc.).
Existen dos corrientes, por decirlo de alguna manera, sobre los juguetes bélicos y el probable daño que estos pueden provocar en la formación de los niños, sobre todo los de temprana edad. La intención es sacarnos las dudas, en base a la opinión de expertos, así que comencemos.
Según el libro "El juego infantil y su metodología" escrito por los expertos Alfonso García y Josué Llull: "En cualquier caso, ningún profesional educativo defiende que el juego bélico sea en absoluto adecuado para los niños menores de 8 años. Es importante no generar en los niños la necesidad de imitar situaciones violentas; Sin embargo, la realidad social y familiar, los videojuegos, los programas de televisión e incluso algunas series de dibujos animados, ofrecen constantes modelos de referencia basados en conductas violentas. Por lo tanto, lo recomendable es que los adultos ejerzan un control y limiten el acceso a estas referencias por parte de los niños".
El mismo material explica que los mismos psicólogos siguen debatiendo sobre las conductas que puedan heredar los niños del juego con materiales que imiten armas o involucren cualquier tipo de violencia. De cualquier modo, recomiendan dar mayor énfasis a juguetes que promuevan la comunicación y favorezcan habilidades manuales, coordinación y atención.
Por otro lado, en el libro "Juguetes para niños, criterios para adultos" de la Fundación Crecer Jugando, destacan otro punto de vista:
"Hay pedagogos y psicólogos que recomiendan no dárselos aunque lo pidan, porque consideran que esto convierte a los padres y madres en cómplices de la violencia, actualmente muchos coinciden en que prohibírselos tampoco es conveniente, porque significaría darle demasiada importancia a algo que no puede tenerla realmente. Lo fundamental no es que los niños y niñas tengan o no una pistola o una espada entre los juguetes, sino que sus progenitores o tutores, a través del ejemplo, les hagan ver que la violencia y la guerra son rechazables".
Un dato curioso y no menos importante es que en algunos países latinoamericanos está prohibida la fabricación y la venta de juguetes bélicos, como en Colombia o Venezuela, pero como en un contexto muy parecido a nuestro, las leyes terminan siendo letra muerta sino no se ejercen controles.
Justamente en Colombia se había armado un interesante debate sobre este punto, donde los expertos realmente no terminaron nunca de estar de acuerdo. Por ejemplo, el profesor de Alberto Pardo, de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia expresó lo siguiente al periódico El Tiempo:
"El juguete por sí mismo no genera violencia en el niño. Todo depende del contexto en el que vive. Si un niño está sometido a un ambiente familiar y escolar tenso, agresivo, represivo y violento, un simple tenedor será para él un arma mortal. El pequeño que está sometido a un maltrato físico y emocional siempre responderá con agresividad. Por eso, no es de extrañar que un pequeño en el momento de ser agredido levante su mano, represente con ella una pistola y diga te mato".
Pardo ahonda su punto de vista en la falta de control sobre los precursores de violencia, como la televisión o el contexto familiar que ronda al niño o niña, que realmente influye en su conducta de manera directa.
EN EL PARAGUAY
De acuerdo al contexto presentado anteriormente, ustedes podrían sacar sus propias conclusiones, pero esta entrega estaría incompleta sin la opinión de profesionales paraguayos.
Conversamos con María Angélica Silva, asesora pedagógica del Centro para el Desarrollo de la Inteligencia, quien amablemente nos pintó el panorama sobre la estimulación temprana y la necesidad o no de regalar juguetes bélicos a los niños.
"Si en la primera etapa de su infancia le estamos dando materiales como los juguetes bélicos, estamos dándole algo que no conocen, es algo que no tienen sentido, en la vida en general no construye, no se utiliza en el día a día, por muchas cosas. Los juguetes bélicos no le servirán en lo cotidiano al niño, digamos si pensamos en el futuro, eso es lo que pienso", declaró de entrada.
Al ser abordada sobre los regalos, la especialista coincidió con las opiniones de otros expertos, en que los programas de televisión influyen en el deseo de los niños de adquirir juguetes que simulen todo tipo de armas.
"Si el niño ve programas donde se usan materiales bélicos, doblemente van a querer eso, ellos van a repetir porque le parece cotidiano. En su lenguaje usa términos que se acostumbra a escuchar en su contexto, sea por la televisión o por la familia, los hace suyos. Si el niño tiene propuestas que estimulen su pensamiento, que pueda reflexionar por ejemplo con rompecabezas, dominó, juegos que tiene que ver con utilizar el pensamiento, entonces la comprensión es distinta, porque no solo le ayudará para la escolaridad sino para la vida. Agilizar la mente", especificó.
Silva fue clara sobre un detalle, por más que los niños no accedan a juguetes bélicos, un ambiente familiar tenso o la excesiva exposición de los infantes a programas de televisión donde se muestre violencia, también hará que el niño lo quiera repetir, consciente o inconscientemente.
"Si el niño está absorbiendo películas agresivas o programas agresivos, entonces él va a practicar eso, pero si el papá juega al fútbol con él por ejemplo, él va a preferir una pelota, lo que les damos ellos lo van a tomar como suyo. Si uno naturalmente recibe algo de manera pasiva, luego uno lo descarga de alguna forma, lo recibió y luego lo lleva a la práctica. Si el niño lo aprende con naturalidad, lo practica con naturalidad, ahí está el peligro", subrayó.
DESDE ADENTRO
Israel Szpecht fabrica juguetes didácticos hace más de 30 años y nos dio una mano con este tema, pues es un experto en la práctica, sobre la estimulación temprana con su pequeña marca: Jupar.
"Arrancamos con la fabricación de juguetes didácticos hace mucho tiempo, en principio no hubo buena respuesta, decían ¿Quién va a comprar un juguete de madera? Pero ya ve, hace 30 años que estoy con esto, lo que pasa es que el chico puede jugar con madera, plástico, cartón, papel, con lo que sea, siempre y cuando construya en la parte lecto-escritura", aseveró al inicio de la nota.
Al ser requerido sobre los parámetros que utiliza para fabricar sus juguetes, el señor Szpecht indicó:
"Los juguetes están dirigidos a los niños por edad, sea cronológica o por madurez de la criatura, lo otro es la actividad motora, la psicometría para apuntalar el desarrollo de las manos, los dedos, el oído de los niños, todo eso, para que cuando llegue a primer grado, vaya escribiendo con más soltura que otros chicos que no han tenido una estimulación temprana, los juguetes se comparten, un material de ejercitación motora no se comparte, los materiales son de uso de la criatura".
Tras esto explicó que a veces no solo la edad importa, sino la actividad que necesite el niño.
"Uno lo puede desarrollar por actividad, enhebrado, plantado, motricidad gruesa, motricidad fina, audiomotricidad, encaje, encastre, color, o sea todas las actividades motoras de las criaturas, de esto se parte para la fabricación", detalló.
Un punto destacado por Israel Szpecht es que los niños dependen también de la estimulación que reciban de las profesoras parvularias y los mismos padres, por lo cual es importante entender sobre las necesidades que tienen sus hijos, digamos, los detalles en donde deben trabajar más con el infante.
"Las parvularias necesitan saber el contexto de a que va dirigido cada material, pero a veces no saben, menos los padres, por lo que uno les debe explicar cómo se utiliza el material didáctico, digamos dar charlas, para la utilización de los mismos", sostuvo.
Finalmente, tocamos el tema de los juguetes bélicos con nuestro entrevistado, quien dio su opinión desde el lugar que le toca ocupar como fabricante de juguetes.
"Mirá, el juego con juguetes bélicos genera pelea, es decir, yo te ataco a vos, vos a mí, aunque sea jugando, te tiro un cañonazo, es el enfrentamiento entre criaturas. Pero mirá que se ha dejado de tener mucho material bélico, antes había de todo, ametralladoras, revólveres, pistolas, lo que vos quieras, a escala real y en todas las jugueterías. Ahora es más escaso, porque los padres se van concientizado de lo que realmente necesita su hijo, eso por un lado, a veces el padre elige un juguete que le gusta al padre, no al hijo, debemos dejarles elegir a ellos" subrayó.
EL FUTURO DESDE HOY
Para cerrar esta nota, utilizaré una frase del señor Szpecht: "Los niños que hoy reciban ese cariño, ese juguete que implique trabajar los conocimientos, el día de mañana lo volverán a repetir con sus hijos". Usted, querido amigo o amiga, sabrá que mejor decisión tomar, pero como me dijo alguna vez una amiga: "Uno es, lo que hace", reflexione unos segundos antes de comprar cada regalo, será un sensato ejercicio.
Existen dos corrientes, por decirlo de alguna manera, sobre los juguetes bélicos y el probable daño que estos pueden provocar en la formación de los niños, sobre todo los de temprana edad. La intención es sacarnos las dudas, en base a la opinión de expertos, así que comencemos.
Según el libro "El juego infantil y su metodología" escrito por los expertos Alfonso García y Josué Llull: "En cualquier caso, ningún profesional educativo defiende que el juego bélico sea en absoluto adecuado para los niños menores de 8 años. Es importante no generar en los niños la necesidad de imitar situaciones violentas; Sin embargo, la realidad social y familiar, los videojuegos, los programas de televisión e incluso algunas series de dibujos animados, ofrecen constantes modelos de referencia basados en conductas violentas. Por lo tanto, lo recomendable es que los adultos ejerzan un control y limiten el acceso a estas referencias por parte de los niños".
El mismo material explica que los mismos psicólogos siguen debatiendo sobre las conductas que puedan heredar los niños del juego con materiales que imiten armas o involucren cualquier tipo de violencia. De cualquier modo, recomiendan dar mayor énfasis a juguetes que promuevan la comunicación y favorezcan habilidades manuales, coordinación y atención.
Por otro lado, en el libro "Juguetes para niños, criterios para adultos" de la Fundación Crecer Jugando, destacan otro punto de vista:
"Hay pedagogos y psicólogos que recomiendan no dárselos aunque lo pidan, porque consideran que esto convierte a los padres y madres en cómplices de la violencia, actualmente muchos coinciden en que prohibírselos tampoco es conveniente, porque significaría darle demasiada importancia a algo que no puede tenerla realmente. Lo fundamental no es que los niños y niñas tengan o no una pistola o una espada entre los juguetes, sino que sus progenitores o tutores, a través del ejemplo, les hagan ver que la violencia y la guerra son rechazables".
Un dato curioso y no menos importante es que en algunos países latinoamericanos está prohibida la fabricación y la venta de juguetes bélicos, como en Colombia o Venezuela, pero como en un contexto muy parecido a nuestro, las leyes terminan siendo letra muerta sino no se ejercen controles.
Justamente en Colombia se había armado un interesante debate sobre este punto, donde los expertos realmente no terminaron nunca de estar de acuerdo. Por ejemplo, el profesor de Alberto Pardo, de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia expresó lo siguiente al periódico El Tiempo:
"El juguete por sí mismo no genera violencia en el niño. Todo depende del contexto en el que vive. Si un niño está sometido a un ambiente familiar y escolar tenso, agresivo, represivo y violento, un simple tenedor será para él un arma mortal. El pequeño que está sometido a un maltrato físico y emocional siempre responderá con agresividad. Por eso, no es de extrañar que un pequeño en el momento de ser agredido levante su mano, represente con ella una pistola y diga te mato".
Pardo ahonda su punto de vista en la falta de control sobre los precursores de violencia, como la televisión o el contexto familiar que ronda al niño o niña, que realmente influye en su conducta de manera directa.
EN EL PARAGUAY
De acuerdo al contexto presentado anteriormente, ustedes podrían sacar sus propias conclusiones, pero esta entrega estaría incompleta sin la opinión de profesionales paraguayos.
Conversamos con María Angélica Silva, asesora pedagógica del Centro para el Desarrollo de la Inteligencia, quien amablemente nos pintó el panorama sobre la estimulación temprana y la necesidad o no de regalar juguetes bélicos a los niños.
"Si en la primera etapa de su infancia le estamos dando materiales como los juguetes bélicos, estamos dándole algo que no conocen, es algo que no tienen sentido, en la vida en general no construye, no se utiliza en el día a día, por muchas cosas. Los juguetes bélicos no le servirán en lo cotidiano al niño, digamos si pensamos en el futuro, eso es lo que pienso", declaró de entrada.
Al ser abordada sobre los regalos, la especialista coincidió con las opiniones de otros expertos, en que los programas de televisión influyen en el deseo de los niños de adquirir juguetes que simulen todo tipo de armas.
"Si el niño ve programas donde se usan materiales bélicos, doblemente van a querer eso, ellos van a repetir porque le parece cotidiano. En su lenguaje usa términos que se acostumbra a escuchar en su contexto, sea por la televisión o por la familia, los hace suyos. Si el niño tiene propuestas que estimulen su pensamiento, que pueda reflexionar por ejemplo con rompecabezas, dominó, juegos que tiene que ver con utilizar el pensamiento, entonces la comprensión es distinta, porque no solo le ayudará para la escolaridad sino para la vida. Agilizar la mente", especificó.
Silva fue clara sobre un detalle, por más que los niños no accedan a juguetes bélicos, un ambiente familiar tenso o la excesiva exposición de los infantes a programas de televisión donde se muestre violencia, también hará que el niño lo quiera repetir, consciente o inconscientemente.
"Si el niño está absorbiendo películas agresivas o programas agresivos, entonces él va a practicar eso, pero si el papá juega al fútbol con él por ejemplo, él va a preferir una pelota, lo que les damos ellos lo van a tomar como suyo. Si uno naturalmente recibe algo de manera pasiva, luego uno lo descarga de alguna forma, lo recibió y luego lo lleva a la práctica. Si el niño lo aprende con naturalidad, lo practica con naturalidad, ahí está el peligro", subrayó.
DESDE ADENTRO
Israel Szpecht fabrica juguetes didácticos hace más de 30 años y nos dio una mano con este tema, pues es un experto en la práctica, sobre la estimulación temprana con su pequeña marca: Jupar.
"Arrancamos con la fabricación de juguetes didácticos hace mucho tiempo, en principio no hubo buena respuesta, decían ¿Quién va a comprar un juguete de madera? Pero ya ve, hace 30 años que estoy con esto, lo que pasa es que el chico puede jugar con madera, plástico, cartón, papel, con lo que sea, siempre y cuando construya en la parte lecto-escritura", aseveró al inicio de la nota.
Al ser requerido sobre los parámetros que utiliza para fabricar sus juguetes, el señor Szpecht indicó:
"Los juguetes están dirigidos a los niños por edad, sea cronológica o por madurez de la criatura, lo otro es la actividad motora, la psicometría para apuntalar el desarrollo de las manos, los dedos, el oído de los niños, todo eso, para que cuando llegue a primer grado, vaya escribiendo con más soltura que otros chicos que no han tenido una estimulación temprana, los juguetes se comparten, un material de ejercitación motora no se comparte, los materiales son de uso de la criatura".
Tras esto explicó que a veces no solo la edad importa, sino la actividad que necesite el niño.
"Uno lo puede desarrollar por actividad, enhebrado, plantado, motricidad gruesa, motricidad fina, audiomotricidad, encaje, encastre, color, o sea todas las actividades motoras de las criaturas, de esto se parte para la fabricación", detalló.
Un punto destacado por Israel Szpecht es que los niños dependen también de la estimulación que reciban de las profesoras parvularias y los mismos padres, por lo cual es importante entender sobre las necesidades que tienen sus hijos, digamos, los detalles en donde deben trabajar más con el infante.
"Las parvularias necesitan saber el contexto de a que va dirigido cada material, pero a veces no saben, menos los padres, por lo que uno les debe explicar cómo se utiliza el material didáctico, digamos dar charlas, para la utilización de los mismos", sostuvo.
Finalmente, tocamos el tema de los juguetes bélicos con nuestro entrevistado, quien dio su opinión desde el lugar que le toca ocupar como fabricante de juguetes.
"Mirá, el juego con juguetes bélicos genera pelea, es decir, yo te ataco a vos, vos a mí, aunque sea jugando, te tiro un cañonazo, es el enfrentamiento entre criaturas. Pero mirá que se ha dejado de tener mucho material bélico, antes había de todo, ametralladoras, revólveres, pistolas, lo que vos quieras, a escala real y en todas las jugueterías. Ahora es más escaso, porque los padres se van concientizado de lo que realmente necesita su hijo, eso por un lado, a veces el padre elige un juguete que le gusta al padre, no al hijo, debemos dejarles elegir a ellos" subrayó.
EL FUTURO DESDE HOY
Para cerrar esta nota, utilizaré una frase del señor Szpecht: "Los niños que hoy reciban ese cariño, ese juguete que implique trabajar los conocimientos, el día de mañana lo volverán a repetir con sus hijos". Usted, querido amigo o amiga, sabrá que mejor decisión tomar, pero como me dijo alguna vez una amiga: "Uno es, lo que hace", reflexione unos segundos antes de comprar cada regalo, será un sensato ejercicio.