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Una populosa concurrencia se registró ayer en los cementerios del país en la celebración católica del día de Todos los Santos. Familias enteras acudieron a los camposantos para rendir homenajes a sus seres queridos ya fallecidos y se espera que la tradición continúe hoy en la conmemoración de los fieles difuntos.
Familias enteras acudieron a los camposantos con sus respectivos elementos de limpieza, flores e incluso sillas plegables y viandas con comida para que sus miembros se nutran hasta el mediodía.
Quienes fueron al Cementerio del Sur de Asunción indicaron que la tradición del 1 de noviembre, fecha en la que la feligresía católica recuerda el día de Todos los Santos así como la víspera del día de los fieles fallecidos, se mantiene vigente entre la población aunque recordaron con nostalgia que antes de la democracia la fecha figuraba como día feriado.
Los funcionarios de la necrópolis coincidieron al señalar que la mayoría de los fieles se presentaron en horas de la mañana para concluir sus labores antes de que la temperatura suba para el mediodía. Una menor concurrencia se registró en horas de la tarde.
Los empleados municipales indicaron que los trabajos de hermoseamiento, limpieza y pinturas en los camposantos se iniciaron desde la semana pasada.
Agregaron que ayer todos ellos se presentaron a trabajar desde temprana hora de la mañana sin importar los turnos en los que suelen desempeñarse.
Sin duda, los más beneficiados durante las conmemoraciones serán los vendedores de flores y ornamentos religiosos que se hallan apostados en las entradas de los cementerios.
Pocos pudieron hablar de las actividades comerciales ante la cantidad de clientes que debían atender.
Historia
El día de Todos los Santos es una tradición cristiana instituida en honor de todos los santos y mártires, conocidos y desconocidos, según el papa Urbano IV, para compensar cualquier falta a las fiestas durante el año. En ella se venera a todos los santos que aún no fueron canonizados debido a los trámites eclesiales requeridos y que no tienen una fiesta propia en el calendario litúrgico. La tradición pasó como una fecha en la que se recuerda a los seres queridos fallecidos.
Profanaciones
Algunas familias se quejaron de las profanaciones de tumbas. Según testimonios recogidos, los ladrones ya no solo se llevan las cruces y placas de metal, principalmente de bronce, sino que además también ingresan a las criptas para robar las manijas metálicas de los ataúdes.