Cargando...
Como disciplina del área de Ciencias Sociales en el plan Común de la Educación Media debe dotar a los/as jóvenes, de una estructura conceptual de carácter filosófico adoptando una actitud crítica y reflexiva, con criterios exigidos de las teorías o de los hechos -de modo especial los hechos sociales- un grado suficiente de evidencia o necesidad; si han de aprender a usar la razón, deberán conocer, al menos de modo práctico, las principales reglas de la lógica; si deben aprender a pensar de modo autónomo, aprendiendo filosofía a la vez que filosofan, se les debe exigir que traten de fundamentar lo que digan o escriban; y, si la filosofía debe servirles para alcanzar una concepción integrada de su mundo, debe proporcionarles una visión global del papel que desempeñan los distintos saberes y creencias, así como organización sistemática del propio quehacer filosófico.
Todo ello exige, no un tratamiento parcial de problemas filosóficos y científicos, sino una consideración integral de todos los problemas estructurales de la Filosofía: los que se refieren al conocimiento, a la realidad, al ser humano y al sentido de su acción, sobre todo en sociedad.
Es decir, un curso debe abordar todos los problemas filosóficos, porque sólo de este modo pueden hacerse cargo los alumnos de lo que ha significado y significa la Filosofía como saber acerca de la totalidad.
El profesorado puede adoptar la perspectiva que le parezca más oportuna, aunque debe mantenerla a lo largo del curso.
Es evidente que la tarea de introducir a la Filosofía se puede realizar desde cualquier consideración sistemática; pero lo esencial para que cumpla su función integradora, en el período de formación de la persona, es que presente a los alumnos una visión coherente de la Filosofía, sin limitarse a reflexiones aisladas sobre cuestiones inconexas o puntuales, privilegiando en exceso partes de la materia en detrimento de otras igualmente relevantes.
El programa de estudio actual es abierto, permite al profesorado un amplio margen de acción, con el único condicionante de que se traten todas las cuestiones como ser:
- Propiciar una actitud reflexiva y crítica acerca de idea, hecho o valor a partir de un análisis riguroso.
-Potenciar la capacidad de pensar de modo coherente, usando la razón como instrumento de persuasión y diálogo.
-Aprender a pensar de modo autónomo, adoptando ante los problemas una actitud personal.
-Integrar, en una visión de conjunto, la diversidad de conocimientos, creencias y valores.
- Valorar la capacidad normativa de la Filosofía como instrumento de transformación y cambio.
- Adoptar una actitud crítica y fundamentada ante las cuestiones teóricas y prácticas.
-Argumentar de modo racional y coherente los propios puntos de vista, ya sea de forma oral o escrita.
- Utilizar el diálogo para contrastar y debatir diferentes puntos de vista.
- Comprender los principales problemas filosóficos que se han tratado a lo largo de la Historia.
- Emplear con propiedad y rigor los principales términos y conceptos filosóficos.
- Analizar textos filosóficos en su coherencia interna, identificando los problemas y valorando críticamente los supuestos y las soluciones que proponen.
- Conocer y valorar la importancia de la acción humana, libre y responsable, desde un punto de vista ético, técnico y artístico.
- Adoptar una actitud crítica ante todo intento de justificación de las desigualdades sociales y ante toda discriminación, ya sea por sexo, raza, creencias u otras características individuales y sociales.
- Valorar la capacidad normativa y transformadora de la razón para construir una sociedad más justa, en la que exista una efectiva igualdad de oportunidades.
También se trata de proporcionar a los alumnos, a modo organizador, una visión de conjunto de lo que ha representado y representa el saber filosófico. Se debe presentar la especificidad de la perspectiva filosófica como actividad teórica diferente de las mitologías, de las religiones, de las ciencias y de la literatura. De igual modo, es preciso aclarar en qué sentido, desde sus orígenes, está estrechamente vinculada a su historia, totalmente necesaria para su comprensión.
Todo ello exige, no un tratamiento parcial de problemas filosóficos y científicos, sino una consideración integral de todos los problemas estructurales de la Filosofía: los que se refieren al conocimiento, a la realidad, al ser humano y al sentido de su acción, sobre todo en sociedad.
Es decir, un curso debe abordar todos los problemas filosóficos, porque sólo de este modo pueden hacerse cargo los alumnos de lo que ha significado y significa la Filosofía como saber acerca de la totalidad.
El profesorado puede adoptar la perspectiva que le parezca más oportuna, aunque debe mantenerla a lo largo del curso.
Es evidente que la tarea de introducir a la Filosofía se puede realizar desde cualquier consideración sistemática; pero lo esencial para que cumpla su función integradora, en el período de formación de la persona, es que presente a los alumnos una visión coherente de la Filosofía, sin limitarse a reflexiones aisladas sobre cuestiones inconexas o puntuales, privilegiando en exceso partes de la materia en detrimento de otras igualmente relevantes.
El programa de estudio actual es abierto, permite al profesorado un amplio margen de acción, con el único condicionante de que se traten todas las cuestiones como ser:
- Propiciar una actitud reflexiva y crítica acerca de idea, hecho o valor a partir de un análisis riguroso.
-Potenciar la capacidad de pensar de modo coherente, usando la razón como instrumento de persuasión y diálogo.
-Aprender a pensar de modo autónomo, adoptando ante los problemas una actitud personal.
-Integrar, en una visión de conjunto, la diversidad de conocimientos, creencias y valores.
- Valorar la capacidad normativa de la Filosofía como instrumento de transformación y cambio.
- Adoptar una actitud crítica y fundamentada ante las cuestiones teóricas y prácticas.
-Argumentar de modo racional y coherente los propios puntos de vista, ya sea de forma oral o escrita.
- Utilizar el diálogo para contrastar y debatir diferentes puntos de vista.
- Comprender los principales problemas filosóficos que se han tratado a lo largo de la Historia.
- Emplear con propiedad y rigor los principales términos y conceptos filosóficos.
- Analizar textos filosóficos en su coherencia interna, identificando los problemas y valorando críticamente los supuestos y las soluciones que proponen.
- Conocer y valorar la importancia de la acción humana, libre y responsable, desde un punto de vista ético, técnico y artístico.
- Adoptar una actitud crítica ante todo intento de justificación de las desigualdades sociales y ante toda discriminación, ya sea por sexo, raza, creencias u otras características individuales y sociales.
- Valorar la capacidad normativa y transformadora de la razón para construir una sociedad más justa, en la que exista una efectiva igualdad de oportunidades.
También se trata de proporcionar a los alumnos, a modo organizador, una visión de conjunto de lo que ha representado y representa el saber filosófico. Se debe presentar la especificidad de la perspectiva filosófica como actividad teórica diferente de las mitologías, de las religiones, de las ciencias y de la literatura. De igual modo, es preciso aclarar en qué sentido, desde sus orígenes, está estrechamente vinculada a su historia, totalmente necesaria para su comprensión.