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Algunos de los mecanismos de defensa más importantes de las personas que se enferman:
1. Regresión
Toda enfermedad que implica reposo en cama, hospitalización, cuidados especiales o terapias de rehabilitación y readaptación, favorece el desarrollo de regresión. Se trata de una respuesta emocional en la que el individuo abandona su independencia y determinación, y retrocede a estadios más precoces del desarrollo, cuando eran pasivos y dependientes de otros.
La regresión es un mecanismo positivo cuando el enfermo coopera y confía en el médico, pero se convierte en negativo si se vuelve demasiado dependiente y se niega a cooperar.
2. Evasión
Se presenta como un rechazo de la realidad actual y crea un mundo de fantasías y sueños.
Todo cambio en la situación de vida, como puede ser el producido por el consumo de bebidas alcohólicas o cualquier clase de droga, constituye una experiencia síquica de evasión sumamente grata; es decir, descubre un nuevo mundo. A partir de la primera experiencia, vienen otras. El impulso al alcohol o a las drogas se vuelve incontrolable.
3. Agresión
El acto agresivo más frecuente consiste en proyectar sobre el médico o el personal de salud la culpa de algunos incidentes desfavorables: el origen de la enfermedad y las posibles complicaciones, y la lentitud con que se produce el proceso de curación o cualquier otra circunstancia frustrante no están satisfechos nunca con los cuidados que se les proporciona. Tienen la impresión de que no reciben el mismo trato que los demás enfermos.
4. Culpa
El enfermo se sienta culpable de su enfermedad y de todos los trastornos que ello produce, y trata de aislarse. Una comunicación amplia y precoz puede ser la medida apropiada para solucionar la reacción de estos enfermos, y se debe evitar que culmine, como muchas veces ocurre, en un serio cuadro depresivo o en un acto de suicidio.
5. Negación
El individuo trata de eliminar todos aquellos sentimientos o pensamientos desagradables. La persona puede negar que padece una enfermedad, ocultando sus efectos o actuando como si no tuviese ningún problema. Se trata de una respuesta emocional común ante la enfermedad.
La negación a la enfermedad se produce especialmente por 3 vías:
La masoquista: donde se considera a la irrupción de la enfermedad como un castigo justo y merecido.
La ganancial: obtener beneficios con el estado de enfermo, sobre todo en la liberación de responsabilidades y el derecho a la ayuda ajena.
La hipocondriaca: que se caracteriza por el cuidado del organismo propio y el aumento de temores a las enfermedades.
6. Represión
El individuo trata de eliminar todos aquellos sentimientos o pensamientos desagradables. La represión es utilizada para rechazar o no identificar de forma consciente aquellas sensaciones desagradables.
Las reacciones de las personas ante las enfermedades dependen de su personalidad previa.
¿Cuáles serían las reacciones adecuadas del enfermo?
Los enfermos también pueden presentar reacciones sicológicas adecuadas y convenientes ante las enfermedades.
El conjunto de las reacciones que podrían considerarse adecuadas se sintetiza en estos grupos:
1) Las relaciones de superación de la enfermedad, que se caracterizan en una serena postura ante ella, distinguido por un auténtico deseo de curar y un alto espíritu de colaboración con el médico. Estos enfermos se sacrifican conscientemente y están dispuestos a hacer lo posible para ayudar al médico a superar la enfermedad.
2) Las reacciones de resignación, un sincero deseo de curarse y una muy buena disposición a colaborar con el médico, pero su nivel de iniciativa y de actividad sicomotora es mucho más bajo que en el anterior.
3) Las relaciones de aprobación de la enfermedad, considerando que existe una certeza y profunda visión en la apropiación de la enfermedad, que implica el replanteamiento del estilo de vida que se mantuvo hasta entonces.
1. Regresión
Toda enfermedad que implica reposo en cama, hospitalización, cuidados especiales o terapias de rehabilitación y readaptación, favorece el desarrollo de regresión. Se trata de una respuesta emocional en la que el individuo abandona su independencia y determinación, y retrocede a estadios más precoces del desarrollo, cuando eran pasivos y dependientes de otros.
La regresión es un mecanismo positivo cuando el enfermo coopera y confía en el médico, pero se convierte en negativo si se vuelve demasiado dependiente y se niega a cooperar.
2. Evasión
Se presenta como un rechazo de la realidad actual y crea un mundo de fantasías y sueños.
Todo cambio en la situación de vida, como puede ser el producido por el consumo de bebidas alcohólicas o cualquier clase de droga, constituye una experiencia síquica de evasión sumamente grata; es decir, descubre un nuevo mundo. A partir de la primera experiencia, vienen otras. El impulso al alcohol o a las drogas se vuelve incontrolable.
3. Agresión
El acto agresivo más frecuente consiste en proyectar sobre el médico o el personal de salud la culpa de algunos incidentes desfavorables: el origen de la enfermedad y las posibles complicaciones, y la lentitud con que se produce el proceso de curación o cualquier otra circunstancia frustrante no están satisfechos nunca con los cuidados que se les proporciona. Tienen la impresión de que no reciben el mismo trato que los demás enfermos.
4. Culpa
El enfermo se sienta culpable de su enfermedad y de todos los trastornos que ello produce, y trata de aislarse. Una comunicación amplia y precoz puede ser la medida apropiada para solucionar la reacción de estos enfermos, y se debe evitar que culmine, como muchas veces ocurre, en un serio cuadro depresivo o en un acto de suicidio.
5. Negación
El individuo trata de eliminar todos aquellos sentimientos o pensamientos desagradables. La persona puede negar que padece una enfermedad, ocultando sus efectos o actuando como si no tuviese ningún problema. Se trata de una respuesta emocional común ante la enfermedad.
La negación a la enfermedad se produce especialmente por 3 vías:
La masoquista: donde se considera a la irrupción de la enfermedad como un castigo justo y merecido.
La ganancial: obtener beneficios con el estado de enfermo, sobre todo en la liberación de responsabilidades y el derecho a la ayuda ajena.
La hipocondriaca: que se caracteriza por el cuidado del organismo propio y el aumento de temores a las enfermedades.
6. Represión
El individuo trata de eliminar todos aquellos sentimientos o pensamientos desagradables. La represión es utilizada para rechazar o no identificar de forma consciente aquellas sensaciones desagradables.
Las reacciones de las personas ante las enfermedades dependen de su personalidad previa.
¿Cuáles serían las reacciones adecuadas del enfermo?
Los enfermos también pueden presentar reacciones sicológicas adecuadas y convenientes ante las enfermedades.
El conjunto de las reacciones que podrían considerarse adecuadas se sintetiza en estos grupos:
1) Las relaciones de superación de la enfermedad, que se caracterizan en una serena postura ante ella, distinguido por un auténtico deseo de curar y un alto espíritu de colaboración con el médico. Estos enfermos se sacrifican conscientemente y están dispuestos a hacer lo posible para ayudar al médico a superar la enfermedad.
2) Las reacciones de resignación, un sincero deseo de curarse y una muy buena disposición a colaborar con el médico, pero su nivel de iniciativa y de actividad sicomotora es mucho más bajo que en el anterior.
3) Las relaciones de aprobación de la enfermedad, considerando que existe una certeza y profunda visión en la apropiación de la enfermedad, que implica el replanteamiento del estilo de vida que se mantuvo hasta entonces.