Cargando...
El doctor Antonio Arbo es un referente de la actividad infectológica en nuestro medio, desde su especialidad, la pediatría, y en particular las enfermedades infecciosas que afectan a los niños.
El galeno trabaja en la actividad asistencial multiplicándose para lograr con su presencia la opinión de su sabiduría actualizada en cada caso que se le convoca sin falta a ninguno de los que le exige una laboriosidad frenética que arranca muy de madrugada y llega a horarios inalcanzables a veces.
Al decir del doctor Julio C. Nissen, el doctor Antonio Arbo desde hace 20 años produce cambios y mejoras en los sitios desde donde puede influir y trabajar, en el Instituto de Medicina Tropical, donde es jefe del departamento, cátedra de pediatría, profesor titular y sociedades de pediatría e infectología que lo tienen como miembro muy activo y referente obligado. Además, ha presidido congresos de su especialidad y es presidente electo del próximo congreso nacional de infectología.
Arbo creó la carrera de infectología clínica de posgrado con un nivel de excelencia poco común para el medio y que pronto producirá los primeros infectólogos clínicos made in Paraguay.
También se recuerda su aporte a la epidemia del dengue del 2004, con un manejo técnico que cambió el derrotero de la enfermedad, mitigando sus efectos en los enfermos y desplazando la cadena de transmisión.
Arbo ha publicado un libro de Antibióticos por una editorial como la McGraw Hill, exclusiva de éxitos de temas médicos por la calidad de sus actores.
Además, recibió menciones en el reciente congreso de infectología pediátrica, realizado en la Argentina.
“Es un premio no solo personal, sino en general de un trabajo de hace más de 20 años de producción científica y publicaciones en revistas internacionales, sobre todo en el campo de la neumonía y la meningitis”, dijo a este diario el doctor Arbo, al tiempo de resaltar que lo importante es bajar la mortalidad de estas enfermedades.
“Nosotros mismos debemos ocuparnos de nuestros problemas”, apuntó el galeno y recordó que se trata de un trabajo mancomunado con la Universidad Nacional de Asunción y el Instituto de Medicina Tropical, entre otras sociedades científicas.