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Su consumo permite a la población contar con una buena fuente de proteínas, energía, vitaminas y minerales.El poroto es un cultivo adaptado a las condiciones de suelo, clima y manejo en las unidades productivas del país. Prefiere los suelos arcillo-arenosos con buen drenaje. Para la preparación de suelo convencional, se realiza el volteo e incorporación de vegetación y nivelación días antes de la siembra. El excesivo laboreo es la principal causa de la degradación de los suelos, por lo que debe tomarse un criterio conservacionista mediante la cobertura de suelo y labranza mínima. Si el suelo está compactado, se realiza la rotura mediante el paso del subsolador y posterior distribución e incorporación de cal agrícola (en suelos ácidos). Para la cobertura, se siembran abonos verdes de verano: como kumanda yvyrai, mucuna, canavalia, crotalaria, entre otros; o de invierno: avena, nabo, lupino. En la floración de las anteriores, se procede al corte manual o al paso de rolo cuchillo. Al cabo de unos días, se puede iniciar la siembra.
SIEMBRA
Existen dos métodos: el manual y el mecanizado. En el caso del primero, se abren los hoyos o surcos con azada u otro implemento y se depositan las semillas. Con el sistema mecanizado, se utiliza una sembradora a tracción animal o el tractor, que se regulan conforme a tamaño del grano, número de agujeros y espesor del disco. La cantidad de semillas varía entre 8 y 10 kg por ha en la siembra manual, y 12 a 15 kg por ha en la siembra mecanizada.
LABORES CULTURALES
Es necesario el control de malezas. La fase crítica del cultivo son los primeros 40 días desde la emergencia. Se debe hacer una limpieza manual con azada entre las melgas y entre plantas. También se puede realizar el aporque a tracción animal en las melgas, terminando el trabajo mediante azada entre plantas. Con la cobertura de abonos verdes, la limpieza es localizada y ocasiona menos gastos. Es importante la rotación de cultivos y la variación del espaciamiento entre hileras para cada variedad, lo que contribuye a una adecuada cobertura de suelo y propicia la menor aparición de malezas. En cuanto a la demanda hídrica, se recomienda entre 300 y 400 mm por ciclo. En la fase inicial, 3 mm por día y en las fases de crecimiento, floración y cuajado de vainas, 5 mm por día.
COSECHA
La cosecha se realiza en estado verde (peky) o en la etapa de maduración (granos secos) y se destina al consumo familiar y la comercialización. El momento oportuno de maduración coincide con el momento de maduración de las vainas (15 a 20 días). El
productor debe prepararse con implementos: bolsas, carpas y un local para almacenamiento a tiempo. Si se demora en la cosecha, se expone los granos al ataque de plagas y enfermedades. Generalmente, la maduración no es uniforme y se precisan varias cosechas. El trabajo consiste en recolectar las vainas maduras y acondicionarlas en bolsas para el traslado a un sitio protegido. Lo recolectado se distribuye sobre carpas o en pistas. Las vainas enteras son expuestas a la acción solar para el secado durante cuatro horas a pleno sol. Posteriormente, se colacan sobre una carpa limpia. El trillado manual se realiza golpeando las vainas secas con un palo, aunque pequeñas cantidades se pueden desgranar a mano. Luego se efectúa la limpieza de los granos por zarandeo y ventilación para separar los cuerpos extraños. Los granos obtenidos se distribuyen sobre una carpa limpia y se exponen al sol para completar el secado y apartar los gorgojos.
MANEJO POSCOSECHA
El tratamiento para el control de plagas en granos almacenados es indispensable. La mezcla con productos inocuos, arena, ceniza o aceite (5 cc/kg de semilla), impide el movimiento de los insectos y evita la adherencia a los granos. Pueden guardarse en recipientes de vidrio o plástico; tambores, silos metálicos, en bolsas apiladas sobre madera y en coberturas con carpas impermeables. Se pueden distribuir tres pastillas de fosfina por cada cinco bolsas de grano. Trascurridos los cinco días, se procede a destapar lentamente la cobertura. Luego, se acondicionan en bolsas de buen espesor para el envío a los puntos de venta.
(*) Especialista en producción agrícola.
SIEMBRA
Existen dos métodos: el manual y el mecanizado. En el caso del primero, se abren los hoyos o surcos con azada u otro implemento y se depositan las semillas. Con el sistema mecanizado, se utiliza una sembradora a tracción animal o el tractor, que se regulan conforme a tamaño del grano, número de agujeros y espesor del disco. La cantidad de semillas varía entre 8 y 10 kg por ha en la siembra manual, y 12 a 15 kg por ha en la siembra mecanizada.
LABORES CULTURALES
Es necesario el control de malezas. La fase crítica del cultivo son los primeros 40 días desde la emergencia. Se debe hacer una limpieza manual con azada entre las melgas y entre plantas. También se puede realizar el aporque a tracción animal en las melgas, terminando el trabajo mediante azada entre plantas. Con la cobertura de abonos verdes, la limpieza es localizada y ocasiona menos gastos. Es importante la rotación de cultivos y la variación del espaciamiento entre hileras para cada variedad, lo que contribuye a una adecuada cobertura de suelo y propicia la menor aparición de malezas. En cuanto a la demanda hídrica, se recomienda entre 300 y 400 mm por ciclo. En la fase inicial, 3 mm por día y en las fases de crecimiento, floración y cuajado de vainas, 5 mm por día.
COSECHA
La cosecha se realiza en estado verde (peky) o en la etapa de maduración (granos secos) y se destina al consumo familiar y la comercialización. El momento oportuno de maduración coincide con el momento de maduración de las vainas (15 a 20 días). El
productor debe prepararse con implementos: bolsas, carpas y un local para almacenamiento a tiempo. Si se demora en la cosecha, se expone los granos al ataque de plagas y enfermedades. Generalmente, la maduración no es uniforme y se precisan varias cosechas. El trabajo consiste en recolectar las vainas maduras y acondicionarlas en bolsas para el traslado a un sitio protegido. Lo recolectado se distribuye sobre carpas o en pistas. Las vainas enteras son expuestas a la acción solar para el secado durante cuatro horas a pleno sol. Posteriormente, se colacan sobre una carpa limpia. El trillado manual se realiza golpeando las vainas secas con un palo, aunque pequeñas cantidades se pueden desgranar a mano. Luego se efectúa la limpieza de los granos por zarandeo y ventilación para separar los cuerpos extraños. Los granos obtenidos se distribuyen sobre una carpa limpia y se exponen al sol para completar el secado y apartar los gorgojos.
MANEJO POSCOSECHA
El tratamiento para el control de plagas en granos almacenados es indispensable. La mezcla con productos inocuos, arena, ceniza o aceite (5 cc/kg de semilla), impide el movimiento de los insectos y evita la adherencia a los granos. Pueden guardarse en recipientes de vidrio o plástico; tambores, silos metálicos, en bolsas apiladas sobre madera y en coberturas con carpas impermeables. Se pueden distribuir tres pastillas de fosfina por cada cinco bolsas de grano. Trascurridos los cinco días, se procede a destapar lentamente la cobertura. Luego, se acondicionan en bolsas de buen espesor para el envío a los puntos de venta.
(*) Especialista en producción agrícola.