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Desde luego, no existen recetas mágicas para saber escribir, más que la lectura. Sólo el que ha leido y sigue leyendo puede mejorar su comunicación escrita.
Nadie que no haya leido puede ufanarse de saber escribir.
Cuando el lector intenta comprender un texto, emplea todos sus conocimientos previos sobre el mundo y sobre las convenciones de la escritura. El lector debe construir un significado personal sobre las palabras y las formas de un texto, y este significado individualizado adquiere gracias a sus conocimientos y experiencias previos.
El hombre se comunica con signos y la lengua es el signo por excelencia, a través de ella nuestra cultura comunica el conocimiento. De modo que, leer significa aprender.
La lectura no sólo le ayudará a conocer mejor su lengua, sino además aprenderá a expresar sus propias ideas sin necesidad de copiar las ideas ajenas.
La lectura es un proceso complejo, multidireccional, que implica diversos niveles que actúan entre sí, a medida que el lector trata de discernir el significado de lo que el autor ha escrito.
El proceso de la lectura empieza con la identificación de letras y sonidos. Leer en voz alta es integrar la vista y el oído en un texto. Las faltas de ortografía tienen su origen en los sonidos. Por ejemplo, b y v tienen el mismo sonido, luego su grafía es objeto de confusión. Sin embargo, existen reglas que si las aprendemos bien nos ayudan a desechar toda duda con respecto a la manera de emplear estas letras.
Necesitamos organizar las ideas relacionando las palabras y los significados para poder construir nuestra propia comprensión de la lectura.
Las palabras
Si queremos entendernos y entender al mundo a través de la palabra debemos ser observadores permanentes de ella.
Los sonidos y las letras forman palabras, los derivados que se generan de ellas reflejan la creatividad del hablante y su capacidad para interrelacionarlos en un sistema. En conjunto, esto crea un enriquecimiento cultural y por ende lingüístico que genera palabras, locuciones y formas nuevas.
Sin embargo, para que la lengua no pierda su unidad original debe sustentarse, como ya mencionamos más arriba, en sus propias raíces, en las formas históricas que le permiten ser y a partir de la cual puede crecer.
Algo que podría ayudar mucho es aprender los prefijos y sufijos con su correspondiente significado. De este modo sería mucho más fácil deducir a qué se refiere una palabra cuyo significado nos resulta difícil. Por ejemplo si sabemos que el prefijo ``sub'' significa debajo e inferioridad, sería fácil entender el significado de la palabra subsuelo.
El orden de las palabras
El orden de las palabras es indispensable para lograr una comunicación eficaz. Reconocer la forma como se organizan en las variadas oraciones, le da forma a un texto, facilita la comprensión de cualquier escrito.
En esto nos ayudará mucho el estudio de la gramática, a través del cual aprenderemos a organizar nuestras ideas y también a comprender mejor las ideas que otros tratan de transmitirnos.
Fuentes:
- Lectura y Redacción, Ma. Ignacia Pineda y Javier Lemus
- El placer de la escritura, Alicia Pérez Correo
- Leer para aprender, Margarita Palacios
- Leer, escirbir, investigar, Pedro Ángel Palou