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Estas áreas llamadas parques nacionales cumplirían muy bien su rol si a los gobiernos y estados les importara un poco más el futuro de la humanidad, y destinaran más rubros económicos para su cuidado.
Parques y reservas del Paraguay
En el Alto Paraguay se encuentra el parque Defensores del Chaco, donde se quiere preservar el ecosistema de la llanura chaqueña y especies de árboles como el quebracho blanco, el palo santo;, y animales como el puma, el yacaré y la garza. En el parque nacional Teniente Agripino Enciso hay bosques de plantas xerófilas, como las bromelias, el samuû y el algarrobo; y una fauna caracterizada por el yaguareté, el oso hormiguero y el taguá, animal que se creía extinguido y que era conocido como fósil, hasta que finalmente se lo halló en esta región.
La reserva de recursos manejados por Tifunké, en Presidente Hayes, su suelo es inundable y es hábitat del ñandú, yacaré, yaguareté, carpincho, tujuju. La sequía, que en parte del año afecta al río Pilcomayo y al estero Patiño, amenaza al ecosistema más rico en variedades animales del Chaco.
Situado en los departamentos de Itapúa y Caazapá, en el parque nacional San Rafael, hay cordilleras con bosques tropicales y una rica fauna de monos, aves muy raras, como el mosquetero y el águila arpía, venado, oso hormiguero, serpientes, además viven ahí los amenazados jaguareté, tapir o mboreví, y ciervo de los pantanos o guasú.
El parque nacional serranía San Luis, en Concepción, está cubierto por bosques, especialmente de trébol. Su fauna la forman gran variedad de aves, entre ellas el guaa, en peligro de extinción. El trébol, casi extinguido, ha encontrado su hogar protector en el parque Paso Bravo, cerca de donde corre el majestuoso Aquidabán.
En la Región Oriental se mezcla la naturaleza con la historia patria. Así, el parque nacional Cerro Corá, en Amambay, es uno de los más importantes, pues a su rica fauna y flora de clima tropical húmedo deben sumarse los restos arqueológicos prehispánicos, con escrituras de origen probablemente vikingo, en las rocas de los cerros de la cordillera, y el lugar donde tuvo lugar la última batalla de la guerra de la Triple Alianza.
En el monumento natural Ybycuí, en el departamento de Paraguarí, hay comunidades acuáticas, principalmente arroyos, de gran belleza paisajística, con hermosos saltos como el Cristal y el Guaraní. En él se encuentra la fundición de hierro La Rosada, donde se elaboraban los pertrechos para la guerra de la Triple Alianza, como cañones, balas, y piezas para barcos.
Cráter convertido en reserva
Un estero casi impasable
El estero Bellaco, en el Ñeembucú, cuyo nombre viene de bellequear, que es el movimiento de los caballos intentando salir del pantano, cuando llueve es impenetrable, y se puede observar el festín de las garzas comiendo peces. En el sur del estero Bellaco, durante la Guerra Grande, dicen que el Mcal. López situó su ejército para detener a los aliados; ahí se libró una de las más cruentas batallas: 4.000 paraguayos contra 50.000 aliados.