El 3 de agosto pasado el niño L. ingresó al Hogar Pequeño Cottolengo, en cumplimiento de una orden dictada por la jueza de la Niñez María Cristina Escobar.
El estado de desnutrición en que el niño se encontraba era tal que ni siquiera podía tolerar alimentación vía oral. Por este motivo, el chico debió ser internado en un hospital, para ser alimentado vía sonda.
Informes agregados al expediente del caso revelan que el niño, quien en setiembre pasado fue derivado al hogar del padre Aldo Trento, debe someterse a dos cirugías.
Ínterin el chico intenta recuperarse de los daños sufridos en su salud durante los años de explotación, ahora el padre gestiona su restitución.
En una nota presentada a la jueza María Cristina Escobar por una defensora pública el 5 de setiembre pasado, Armando solicitó la restitución de su hijo.
El argumento esgrimido por el mismo es que el niño "no recibe los cuidados que su situación requiere".
Armando no especifica si ya cuenta con los recursos necesarios para hacerse cargo de las intervenciones quirúrgicas que el niño necesita. Tampoco indica en qué condiciones piensa tenerlo, ya que cuando estuvo a su cargo llegó a sufrir desnutrición severa.
La jueza Escobar estudia esta petición y además los antecedentes del caso, entre los cuales consta el incumplimiento de la obligación de alimentar a su hijo establecida por el juzgado, entre otros informes.
Abandono, maltrato y violación del deber de cuidado son hechos punibles previstos en la legislación vigente y cuya concurrencia que también debería ser analizada por la magistrada, para su posterior remisión a la fiscalía penal en caso de comprobarse su existencia.
El estado de desnutrición en que el niño se encontraba era tal que ni siquiera podía tolerar alimentación vía oral. Por este motivo, el chico debió ser internado en un hospital, para ser alimentado vía sonda.
Informes agregados al expediente del caso revelan que el niño, quien en setiembre pasado fue derivado al hogar del padre Aldo Trento, debe someterse a dos cirugías.
Ínterin el chico intenta recuperarse de los daños sufridos en su salud durante los años de explotación, ahora el padre gestiona su restitución.
En una nota presentada a la jueza María Cristina Escobar por una defensora pública el 5 de setiembre pasado, Armando solicitó la restitución de su hijo.
El argumento esgrimido por el mismo es que el niño "no recibe los cuidados que su situación requiere".
Armando no especifica si ya cuenta con los recursos necesarios para hacerse cargo de las intervenciones quirúrgicas que el niño necesita. Tampoco indica en qué condiciones piensa tenerlo, ya que cuando estuvo a su cargo llegó a sufrir desnutrición severa.
La jueza Escobar estudia esta petición y además los antecedentes del caso, entre los cuales consta el incumplimiento de la obligación de alimentar a su hijo establecida por el juzgado, entre otros informes.
Abandono, maltrato y violación del deber de cuidado son hechos punibles previstos en la legislación vigente y cuya concurrencia que también debería ser analizada por la magistrada, para su posterior remisión a la fiscalía penal en caso de comprobarse su existencia.