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Con ella hablamos con respecto a su obra, y dijo sobre la elección del tema y la ambientación de la novela "un día investigando sobre la alquimia, asunto que siempre me atrapó por toda la connotación que tenía alrededor, me dije que tenía que escribir una novela sobre el tema. Recuerdo que en la secundaria, en una clase de química, me impactó el profesor cuando nos contó que la alquimia era considerada la madre prostituta de la química; prostituta porque había tranzado con todo para surgir, para abrirse camino, pero en realidad era duro buscar el conocimiento con la Inquisición y la ignorancia pegada a los talones de los primeros científicos. El tema me atrapó desde siempre. Muchos hombres fueron considerados herejes por intentar saber algo más de lo establecido por la Iglesia Medieval. Pero aparte, me di cuenta de que hubo un periodo aún más crítico de la situación en la transición entre la Edad Media y el Renacimiento, hubo muchísima presión por parte de los reyes católicos y de la Inquisición hacia los judíos. Ser judío y ser alquimista en ese momento era lo más pervertido que podía haber. De hecho que todo se define en año 1492 con la expulsión de los judíos y el descubrimiento de América"
Sobre el título del libro dijo "se creía que un alquimista era un brujo, un hombre que pactaba con el demonio. Nada más alejado de la verdad. Los alquimistas tenían una fe intensísima en Dios, tanto es así que esperaban encontrar la sustancia elemental: el ALCAESTO, que era la materia espiritual con que Dios había creado todas las cosas.
Acerca del personaje que narra la historia y las situaciones que se cuentan en el libro expresó "lo que está pasando con el interés en el tema es que estamos en un momento de revisión histórica, nos dimos cuenta de que en muchos casos las historias oficiales que nos contaron fueron puras mentiras. Estamos manifestando una genuina necesidad por saber qué pasó en realidad".
Le preguntamos qué libros ha leído sobre estos temas en los últimos tiempos, y expresó "libros de literatura al respeto ninguno que me acuerde... ahora, textos de estudio, documentos de la época, tratados de alquimia, muchos".
Sobre el título del libro dijo "se creía que un alquimista era un brujo, un hombre que pactaba con el demonio. Nada más alejado de la verdad. Los alquimistas tenían una fe intensísima en Dios, tanto es así que esperaban encontrar la sustancia elemental: el ALCAESTO, que era la materia espiritual con que Dios había creado todas las cosas.
Acerca del personaje que narra la historia y las situaciones que se cuentan en el libro expresó "lo que está pasando con el interés en el tema es que estamos en un momento de revisión histórica, nos dimos cuenta de que en muchos casos las historias oficiales que nos contaron fueron puras mentiras. Estamos manifestando una genuina necesidad por saber qué pasó en realidad".
Le preguntamos qué libros ha leído sobre estos temas en los últimos tiempos, y expresó "libros de literatura al respeto ninguno que me acuerde... ahora, textos de estudio, documentos de la época, tratados de alquimia, muchos".