Minerales y rocas ígneas

Muchas de las estructuras que observas a tu alrededor están compuestas por miles de unidades o pequeños cristales; la mayoría de ellas son minerales.

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Un mineral es una sustancia sólida, pero teniendo en cuenta que algunos libros de mineralogía incluyen algún líquido, como el agua o el mercurio; inorgánica, aunque existen algunos componentes de los carbones, como las ligninas, etc., que son orgánicos.

Es natural, pero en algunas obras civiles humanas se forman minerales. De composición química constante, aunque todos los minerales tienen impurezas y con una estructura cristalina definida; por ejemplo, la sal común tiene estructura cúbica.

Después de las consideraciones mencionadas, podemos resumir que un mineral es un sólido, natural, inorgánico, con composición química constante y estructura cristalina definida.

Minerales petrogenéticos

Son los minerales más ampliamente representados en la corteza terrestre, y se los llama así (petro = roca; genético = formadores), pues constituyen las rocas.

Cuantitativamente, los minerales más abundantes son los silicatos. Así, las rocas magmáticas, que forman más del 90% de la corteza terrestre, y las metamórficas, están constituidas casi totalmente por silicatos. En la composición de las rocas sedimentarias, además de silicatos, entran otros minerales como fosfatos, carbonatos, sulfatos, haluros, etc.

Las rocas

Una roca es un material natural, constituido por uno o más tipos de minerales. Por ejemplo, la caliza está constituida sólo por calcita, y el granito está formado por cuarzo, feldespato y mica.

La clasificación de las rocas se hace atendiendo a su origen.

a) Magmáticas o ígneas: formadas a partir del magma generado en el interior de la Tierra.

b) Sedimentarias: formadas en la superficie terrestre por la acumulación de materiales generados en procesos superficiales, o por la acumulación de restos de seres vivos.

c) Metamórficas: formadas por transformaciones de rocas preexistentes, debidas a la acción de la presión y/o la temperatura.

Las rocas ígneas

Las rocas ígneas provienen de la solidificación del magma. Esta es una masa fundida, sometida a temperaturas entre 700º C y 1.100º C, y a elevadas presiones. La mayor parte del magma está constituida por silicatos fundidos y mezclados con estos, hay minerales cristalizados a partir del propio magma; en la mezcla también puede haber, en una proporción más o menos importante, gases disueltos. Algunos magmas contienen fragmentos de rocas, restos del material del que proceden o del que han atravesado en su ascenso.

Clasificación

El criterio más generalizado para clasificar las rocas ígneas es el lugar donde se produce la consolidación del magma. Así, se diferencian tres grupos:

Las plutónicas son las que se consolidan en el interior de la corteza. Entre las rocas plutónicas destacan sobre todo, los granitos (y un gran número de rocas afines), el gabro y la diorita.

Las filonianas se originan cuando el magma se consolida en grietas, diaclasas, planos de estratificación, etc. comunes en rocas sedimentarias.

Las volcánicas o extrusivas se forman cuando el magma llega a la superficie y da lugar a volcanes. Entre las rocas volcánicas cabe destacar a la riolita, el basalto y la andesita.






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