Marandová en cultivos de mandioca

Cargando...

El marandová —Erinnyis ello—, en sus estados larvales, es un voraz consumidor de follaje y considerado una de las plagas más importantes del cultivo de la mandioca; se alimenta de las hojas, brotes y tallos tiernos; cuando hay más de 4 larvas por planta en cultivos de 1 a 3 meses y llegan a consumir el 100% de las yemas, pueden ocasionar la muerte de las plantas jóvenes. Cuando atacan con severidad entre los 2 y 5 meses de edad a las plantas, afectan el desarrollo inicial, disminuye el rendimiento, la calidad de las raíces y el contenido de almidón; las pérdidas en rendimiento dependen del número de ataques, la edad de la planta, la variedad y la fertilidad del suelo.

El marandová es un insecto con gran habilidad de vuelo y capacidad migratoria; su amplia adaptación climática y un gran número de hospederos son aspectos que dificultan las tareas de lograr un control efectivo. Una población de larvas de 4º y 5º instar —estado de desarrollo— es más difícil de controlar, dado el nivel de daño ocasionado por la considerable defoliación, pues no justifica gastar en la aplicación de controladores (antieconómico).

El adulto es una mariposa de hábito nocturno; la hembra, de color ceniza uniforme, y los machos presentan una banda negra longitudinal en las alas anteriores. Los huevos son grandes, de color verde o amarillo, puestos individualmente de preferencia sobre el haz de las hojas de mandioca; cuando hay explosiones de la plaga, se pueden encontrar en el envés, pecíolos y tallos de la planta; una hembra puede ovipositar hasta 1 800 huevos durante toda su vida; la longevidad de los adultos es entre 7 y 19 días. Las larvas maduran entre 12 y 15 días, alcanzando entre 8 y 10 cm de longitud en el 5º instar —estado de desarrollo—; descienden al suelo donde pasan al estado de pupa. El adulto emerge en unos 15 a 20 días.

Los estados larvales (5 instares) duran aproximadamente 15 días, tiempo durante el cual consumen 1107 cm2 de área foliar (75% consumida en el 5º instar –entre 3 y 4 días). Las larvas jóvenes (1er. al 3er instar), permanecen ocultas en el envés de las hojas; por ello, al recorrer los cultivos, es necesario verificar y examinar muy bien esta parte. Cuando se encuentren 5 a 7 larvas de 1er o 2º instar por planta, es el momento de aplicar el producto, cuyo nivel es flexible y depende de la abundancia de enemigos naturales, de las condiciones climáticas, de la variedad de mandioca, de la edad y el vigor de la planta.

Es obligatorio realizar visitas periódicas a la plantación de mandioca para detectar la plaga en el momento de su aparición; el número de revisiones depende del área cultivada y la disponibilidad de tiempo, un mínimo de 5 plantas/ha sería aceptable, en cultivos de hasta 5 ha.

ALTERNATIVAS
DE CONTROL
Existen insectos parásitos, predadores, bacterias, hongos y virus, realizando el control biológico natural en el cultivo de mandioca, sin necesidad de utilizar plaguicidas que, una vez aplicados, rompen el equilibrio existente entre el marandová y sus enemigos naturales, causando la explosión de la plaga. Las larvas son atacadas por aplicaciones de virus (baculovirus de E. ello) y bacterias (Bacillus thuringiensis), esta última no afecta la población de insectos benéficos y ha demostrado mayor eficacia de control, cuando es aplicado entre el 1er y 3er instares larvales (color amarillo, verde, negro, gris oscuro y con listas), en dosis de 2 a 4 gramos por litro de agua; comienza a actuar entre 4 y 7 días posteriores a la aplicación, cuando las larvas ingieren las hojas contaminadas.

En ocasiones, los insectos benéficos y las aplicaciones de productos biológicos no tienen la efectividad esperada para controlar larvas con tamaño superior al 3er instar, se podría recurrir entonces a la aplicación de triclorfon, en dosis de 3 gramos de producto comercial por litro de agua —la pulverización debe hacerse en horas frescas del día—; puntualizando que los insecticidas no destruyen las larvas de 5º instar —8 a 10 cm de largo— y las prepupas, pero elimina los enemigos naturales, propiciando ataques más frecuentes.

Métodos mecánicos: la recolección manual de larvas y pupas resulta muy efectiva para reducir las poblaciones del marandová; esta práctica es más aplicable en los cultivos donde se inician los ataques del insecto.

Prácticas agronómicas: los agricultores tradicionales establecieron sistemas de producción basados en conjunto de prácticas de cultivo, con las cuales han logrado una reducción efectiva de las poblaciones de plagas; otras prácticas culturales que pueden reducir la población de plagas consisten en los sistemas múltiples (asocio e intercalado), la rotación de cultivos, la diversidad genética a nivel de fincas y zonas, la destrucción (quema) de los residuos de cosecha, la época de siembra, el material de siembra de alta calidad y libre de plagas (sanidad), el control de malezas y plantas hospederas, volteo del suelo para exponer las pupas a la acción de los rayos solares, donde mueren. Se menciona el uso de trampas de luz para la captura de mariposas del marandová, que a pesar de no constituir un método de control, permite conocer las fluctuaciones de las poblaciones de adultos, las épocas de mayor y menor presencia de la plaga; con estos datos se puede planificar mejor las diferentes técnicas que integran el manejo de plagas.

(*) Técnico Especialista en el rubro de mandioca.
Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...