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El objetivo principal del buen manejo de los pastos en campos naturales es contar con cobertura suficiente para el aprovechamiento de los animales. De acuerdo a las experiencias con determinados tipos de pasturas, se plantea que el área debe estar poblada con los pastos jesuita y kavaju y evitar aquellos conocidos como sorgastro o kapii hovy, ya que no poseen ningún tipo de utilidad.
El manejo con las pasturas es el siguiente: las vacas consumen el pasto en un determinado potrero y lo que sobre (excedente) se va quemando de manera racional, atendiendo las condiciones de humedad necesaria para la tarea. Esto permite que el tamiz del pasto sea uniforme y se consuma en un 100 %. No obstante, nunca se debe quemar el suelo, por lo que la quema será controlada a fin de eliminar solo el pasto sobrante.
APARICIÓN DE LEGUMINOSAS
A medida que el campo mejora y ocurre lo mismo con el consumo, se le suma la aparición más frecuente e intensa de leguminosas, como el taha taha, una leguminosa natural que brota de acuerdo a la quema selectiva. De esta manera se puede contar con un pasto de mucha terneza y calidad, agregando una mejor nutrición a mayor cantidad de animales.
GANANCIA DE PESO
Si se calcula el tiempo necesario de destete, se logra una ganancia de peso diario de 350 a 400 gramos promedio/año, resultado muy alentador obtenido gracias a una pastura de mediana y buena calidad, con la carga de más de una unidad ganadera por hectárea.
RECOMENDACIÓN
Lo que se debería hacer para el excelente manejo de pasturas es medir los potreros a fin de aprovechar mejor los excedentes y lograr mayor eficiencia, para convertirlos en kilos de carne para el ganado. Sin embargo, esto requiere de inversión y tiempo. Sería necesario instalar un sistema de aguada de 8.000 metros de caño; introducirlos bajo tierra y dividir los potreros de 15 a 10 hectáreas cada uno. La iniciativa constituye un desafío a considerar.
ROTACIÓN Y SUS PRINCIPIOS
Una buena rotación plantea que no se puede permanecer en un mismo potrero por más de 8 días, para evitar que el primer pasto que comió el animal rebrote y se vuelva a
consumir.
Lo ideal es evitar el consumo por más de 8 días y espaciar lo máximo posible el tiempo entre la entrada y vuelta a entrar al mismo potrero.
En la práctica, sobre todo con hacienda de cría, no se puede manejar la cantidad de individuos por lote; es decir, que es difícil saber cuántas vacas se van a tener en la cabecera de parición, aspecto muy importante para asignar o no tal o cual lote.
Cuando los lotes son más pequeños, con potreros de 35 hectáreas, la rotación se realiza en un sistema visual, donde el personal se entrena a fin de conocer cada vez mejor su campo. El sistema de rotación no es algo tan estricto o matemático, pero siempre se siguen parámetros de idealización de uso, lo que deberá congeniar con el sistema de manejo.
(*) Especialista en producción animal.