Mandioca y moringa en la producción animal

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La utilización de la mandioca y la moringa en la producción animal no compite con la alimentación humana; hay variedades de la raíz y la oleaginosa que permiten aumentar los rendimientos para ser utilizadas en mayor porcentaje como fuente forrajera; esto permitirá bajar el costo de producción y el aumento de superficie de cultivo. Actualmente, buscando alimentos eficientes, de menor costo de producción, alto rendimiento y mayor resistencia a las adversidades climáticas y, además, para ayudar a aliviar la crisis alimentaria del mundo, se recurre a la mandioca y la moringa. Hay que tener en cuenta que la mandioca tiene variedades para cada una de las alternativas que quiera utilizarse, ya sea para la industria o la alimentación humana o animal.
En los últimos tiempos, cada vez más ganaderos alimentan a su ganado con mandioca, usando la raíz como fuente energética y el follaje como banco de proteína. Esta raíz puede ser utilizada integralmente en todas las especies animales.

Todavía existen muchas dudas de cómo utilizar esta planta, debido al peligro del ácido cianhídrico que contiene en forma de glucósido. Sobre este punto, voy a realizar algunas consideraciones que deben tenerse en cuenta. La mandioca no es la única planta utilizada en la alimentación de los animales que contiene este glucósido; también lo tienen: el sorgo, en estado vegetativo, y todas las gramíneas en fase de desarrollo, sobre todo cuando están en estado de rebrote y más después de un período de sequía.

La liberación del ácido cianhídrico es diferente entre estas plantas. En la mandioca, la liberación comienza en el momento de la cosecha, cuando se corta: por acción mecánica, se pone en contacto la enzima linamarinasa con la linamarina y se produce la liberación del tóxico. En cambio, las gramíneas lo liberan por medio de la hidrólisis dentro de la panza del animal. La acción tóxica dentro del organismo animal es igual en ambos casos.

Cuando se usa mandioca fresca, ya sea la raíz o el follaje, los animales deben tener una fase de acostumbramiento, que es un mecanismo de defensa que tiene el organismo. Cuando no hay el "acostumbramiento", se complica la salud del animal, y en los rumiantes se produce una disminución de la motilidad ruminal, y si no se actúa rápidamente, con un anticíanico y una adecuada punción del rumen, complica la salud del animal.

Cuando se usa la mandioca seca, es decir, en forma de popî, no hay peligro, ya que durante el corte de la raíz y la acción del sol, el ácido cianhídrico se elimina casi totalmente, no superando su presencia en 100 partes por millón.

Cuando la alimentación se realiza con mandioca fresca y los animales están acostumbrados, no hay peligro alguno de intoxicación, salvo que se cambie de variedad y se introduzca alguna mandioca almidonera, como usan en Brasil, y algunos productores de nuestro medio que ya han introducido variedades mas bravas, con mayor rendimiento de almidón y contenido de ácido cianhídrico, que nosotros conocemos como mandioca amarga o mandi’oro. El cambio en la alimentación debe ser gradual, de tal forma que aumente la defensa del animal.

Se debe tener presente que, cuando se usa el popî de mandioca en la alimentación de cualquier especie animal, este se comporta energéticamente como un grano, es decir, que reemplaza sin problemas al maíz o al sorgo. Lo que se debe tener cuidado es cuando se usa en cerdos y aves, ya que para estas especies el contenido de metionina y lisina no es suficiente y necesita ser suplementado, sobre todo en los primeros períodos de cría.

El engorde de ganado vacuno a campo suplementado con mandioca fresca y una fuente de proteína se puede tener una ganancia diaria de 750 gramos por día, aun en época invernal.

Cuando el ganado es trabajado en confinamiento, y dentro de la alimentación se usa maíz, este puede ser reemplazado por la mandioca seca, sin alterar la ganancia diaria.
El follaje de mandioca puede ser usado
 en fresco y en seco. En este último estado, tiene más proteína que la alfalfa, llegando a superar el 23 %, sobre todo cuando es alto el contenido en hojas.

En lechería, el forraje verde, como el pasto Camerún, puede ser picado conjuntamente con el follaje de mandioca y moringa, y así, aumentar el valor proteico de los mismos. La raíz se debe cortar o trozar aparte; no se debe pasar por la picadora de martillo; debe usarse el tipo cuchilla, debido al alto contenido de agua de la raíz. Después de trozada la raíz, se puede dar junto con el verde, entre 2 y 3 kilos por animal.
El uso de la mandioca y la moringa no solo abarata el costo de producción ganadera, sino que también ayuda al pequeño productor a tener más oportunidades de diversificación.

La moringa, que tiene un alto contenido de proteínas, vitaminas, aminoácidos, minerales y carotenos, mezclada con la hoja de mandioca, refuerza la eficiencia de estos elementos en mandioca seca o fresca. Combinadas adecuadamente, se logra un forraje de primer nivel, a bajo costo, además de poder lograrlo cuando hay temporadas de poca lluvia, ya que ambas plantas son resistentes a su carencia, más que otras fuentes forrajeras.

Por él, esta oleífera representa, debidamente balanceada, un forraje de inigualables condiciones para la alimentación y nutrición de ganado de ceba y leche, porcinos, equinos, aves y peces, así como para la elaboración de harina proteica, materia prima para fábricas de alimentos balanceados para animales. Mediante el proceso de deshidratación, molienda, acondicionamiento, extruido o peletizado, se obtiene un alimento concentrado para animales, de alta conversión y bajo costo.
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