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Para acentuar el problema, Essap no instala nuevos hidrantes y no mantiene los existentes.
La seguidilla de incendios durante los días en que se registraron las temperaturas más bajas se deben a las deficiencias en las instalaciones eléctricas, explica el ingeniero Samaniego, ex director de planificación de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE).
Los mismo integrantes de los cuerpos de bomberos (voluntarios y de la Policía) han verificado la vulnerabilidad en materia de seguridad eléctrica y alertaron acerca de los riesgos que implican para la sociedad.
El peligro de los siniestros y las electrocuciones según el técnico aumentan debido a una conjunción de problemas que muchas veces la población desconoce, como ser la obsolescencia de las instalaciones eléctricas, la falta de protecciones, incluida la puesta a tierra de protección, y la comercialización de productos inseguros y de calidad dudosa.
Añade que "el escenario se completa con la contratación de mano de obra no calificada sin la acreditación debida generando enormes riesgos y accidentes. A estos peligros se le suma un control irregular y escaso de los organismos de control previstos en las normativas vigentes".
Ante esta realidad considera imperioso y urgente que se formule una ley que incluya, además, la adecuada difusión y los controles necesarios para la correcta implementación de instalaciones acorde con las normas internacionales actuales.
Para tener en cuenta, los electrodomésticos y todos los aparatos que son alimentados por energía eléctrica, de origen americano, alemán, italiano, japonés, etc., tienen sus fichas conectoras o "enchufes" de tres "patitas", sin embargo, el "enchufe" de nuestras instalaciones eléctricas es para dos "patitas" ¿Qué se hace generalmente? Se elimina la tercera conexión. ¿Los ingenieros extranjeros son tontos y colocan un cable de más? ¿Nosotros somos los inteligentes que solo usamos dos cables y funciona lo mismo?, se pregunta el técnico.
Por otra parte, las instalaciones deben proyectarse, construirse y ampliarse respetando las reglamentaciones y recurriendo a electricistas autorizados quienes deben emplear materiales y artefactos que cumplan con los requisitos de seguridad.
"Así también, deben controlarse periódicamente que las características originales de seguridad de las instalaciones y de los materiales, aparatos y artefactos eléctricos permanezcan inalterables", agrega.
Las normas y reglamentaciones que regulan este quehacer actualmente se cumplen de manera irregular, en los negocios del ramo se comercializan materiales de naturaleza incierta y gran parte de las instalaciones son precarias, deficientes y riesgosas.
A fin de contribuir con la efectiva aplicación de las normativas actualizadas se tendría que promulgar una ley de seguridad eléctrica que además de lo expuesto obligue al INTN (Instituto Nacional de Tecnología y Normalización) y a la ANDE a adecuar las normas y reglamentaciones pertinentes teniendo en cuenta las reglas internacionales.
Las mismas comprenden la red pública de distribución de media y baja tensión, de alumbrado público, instalaciones domiciliarias, comerciales y de oficinas, instalaciones con riesgo de explosión, instalaciones en lugares de pública concurrencia, instalaciones hospitalarias, cercas y/o vallas electrificadas, protección contra descargas atmosféricas, seguridad para trabajos en las instalaciones eléctricas ubicadas en la vía pública.
Así también sería pertinente que la ANDE elabore un manual de su sistema de seguridad, conteniendo la política de seguridad, los deberes y responsabilidades inherentes, la descripción y los elementos constitutivos del sistema de seguridad pública que permitan proteger a los usuarios como a sus funcionarios.
La seguidilla de incendios durante los días en que se registraron las temperaturas más bajas se deben a las deficiencias en las instalaciones eléctricas, explica el ingeniero Samaniego, ex director de planificación de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE).
Los mismo integrantes de los cuerpos de bomberos (voluntarios y de la Policía) han verificado la vulnerabilidad en materia de seguridad eléctrica y alertaron acerca de los riesgos que implican para la sociedad.
El peligro de los siniestros y las electrocuciones según el técnico aumentan debido a una conjunción de problemas que muchas veces la población desconoce, como ser la obsolescencia de las instalaciones eléctricas, la falta de protecciones, incluida la puesta a tierra de protección, y la comercialización de productos inseguros y de calidad dudosa.
Añade que "el escenario se completa con la contratación de mano de obra no calificada sin la acreditación debida generando enormes riesgos y accidentes. A estos peligros se le suma un control irregular y escaso de los organismos de control previstos en las normativas vigentes".
Ante esta realidad considera imperioso y urgente que se formule una ley que incluya, además, la adecuada difusión y los controles necesarios para la correcta implementación de instalaciones acorde con las normas internacionales actuales.
Para tener en cuenta, los electrodomésticos y todos los aparatos que son alimentados por energía eléctrica, de origen americano, alemán, italiano, japonés, etc., tienen sus fichas conectoras o "enchufes" de tres "patitas", sin embargo, el "enchufe" de nuestras instalaciones eléctricas es para dos "patitas" ¿Qué se hace generalmente? Se elimina la tercera conexión. ¿Los ingenieros extranjeros son tontos y colocan un cable de más? ¿Nosotros somos los inteligentes que solo usamos dos cables y funciona lo mismo?, se pregunta el técnico.
Por otra parte, las instalaciones deben proyectarse, construirse y ampliarse respetando las reglamentaciones y recurriendo a electricistas autorizados quienes deben emplear materiales y artefactos que cumplan con los requisitos de seguridad.
"Así también, deben controlarse periódicamente que las características originales de seguridad de las instalaciones y de los materiales, aparatos y artefactos eléctricos permanezcan inalterables", agrega.
Las normas y reglamentaciones que regulan este quehacer actualmente se cumplen de manera irregular, en los negocios del ramo se comercializan materiales de naturaleza incierta y gran parte de las instalaciones son precarias, deficientes y riesgosas.
A fin de contribuir con la efectiva aplicación de las normativas actualizadas se tendría que promulgar una ley de seguridad eléctrica que además de lo expuesto obligue al INTN (Instituto Nacional de Tecnología y Normalización) y a la ANDE a adecuar las normas y reglamentaciones pertinentes teniendo en cuenta las reglas internacionales.
Las mismas comprenden la red pública de distribución de media y baja tensión, de alumbrado público, instalaciones domiciliarias, comerciales y de oficinas, instalaciones con riesgo de explosión, instalaciones en lugares de pública concurrencia, instalaciones hospitalarias, cercas y/o vallas electrificadas, protección contra descargas atmosféricas, seguridad para trabajos en las instalaciones eléctricas ubicadas en la vía pública.
Así también sería pertinente que la ANDE elabore un manual de su sistema de seguridad, conteniendo la política de seguridad, los deberes y responsabilidades inherentes, la descripción y los elementos constitutivos del sistema de seguridad pública que permitan proteger a los usuarios como a sus funcionarios.