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El sistema ganadero llamado silvopastoril se refiere a la práctica de hacer pastar a los animales en bosques raleados como asi también entre las hileras de árboles implantados, especialmente pino y eucalipto. Esta técnica de manejo se está difundiendo rápidamente en varias zonas de nuestro país, ya que la misma redunda en beneficios extras para el propietario, porque además de la producción de carne y leche, también se obtiene madera para la industria del papel, para postes o como leña. Sin embargo, hay que tener muy en cuenta una enfermedad que afecta a los animales manejados en este sistema productivo.
Desde principios del año 1982 se venía estudiando en la Estación Experimental del INTA Mercedes, Corrientes (Argentina), una enfermedad desconocida en la región que afectaba a vacunos que pastoreaban plantaciones de eucaliptos.
El mal presentaba similitudes con fiebre aftosa por observarse salivación y úlceras en las encías y lengua y a veces caída de pezuñas pero difería sustancialmente por una característica muy notoria: desprendimiento de los pelos de la extremidad de la cola.
Los vacunos afectados perdían peso rápidamente y al poco tiempo morían. Los productores la llamaban "mal del eucaliptus" y estimaban las muertes en más de un 10%. Estudios realizados concluyeron posteriormente que la enfermedad se debía a una intoxicación por la ingestión de un hongo llamado Ramaria flavo-brunnescens de la familia Clavariaceae.
Este hongo muy palatable para el vacuno, tiene la forma de coliflor de 3 a 5 centimetros de diámetro y puede alcanzar hasta 10 centimetros de alto, es de color amarillo ocre, crece en el suelo en grupos y puede estar cubierto por la hojarasca.
La toxicidad del hongo se debería a su muy alta concentración de selenio.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
La intoxicación se caracteriza por salivación, morro agrietado y con costras adheridas, temblores musculares, úlceras de 2 a 4 cm en boca, descamación del epitelio de la lengua, opacidad de la córnea, desprendimiento de los pelos de la extremidad de la cola, marcha dificultosa, pérdida de estado general y muerte. No hay fiebre ni diarrea.
A la necropsia, se observan focos de úlceras y erosiones en la cara dorsal de la lengua, intensa congestión del abomaso con úlceras de distintas dimensiones y numerosas cicatrices. Pulmones muy distendidos y enfisematosos; en el higado se observan pequenos focos de color negro parduzco distribuidos por todo el parénquima.
El diagnóstico se hace por la presencia de animales en los bosques, la presencia del hongo, las manifestaciones clínicas y los hallazgos de necropsia.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Es fundamental distinguir esta intoxicación de la fiebre aftosa, que se caracteriza por enfermar mayor número de animales al mismo tiempo, hay fiebre y es de muy baja mortalidad.
Intoxicación por mio-mio: en esta enfermedad los animales presentan intensa diarrea, mueren rápidamente y a la necropsia se observa el rumen como cocinado.
Enfermedad de las mucosas: las alteraciones son importantes, sobre todo en el esófago, donde se observan lesiones como de "arañazo de gato". Cursa con diarrea y fiebre.
PROFILAXIS
Las medidas profilácticas deben orientarse preferentemente a evitar el pastaje de animales en eucaliptales, especialmente si el ganado está hambreado y las condiciones climáticas de humedad y temperatura favorecen el crecimiento del hongo. Al aparecer, se debe apartar de inmediato a los animales enfermos del resto de la hacienda.
Hasta el presente no se conoce ningún tratamiento efectivo contra la enfermedad.
Bibliografía: Zurbriggen y col. "Mal de los eucaliptales". 1985. Vet. Argentina. 12:273-281; Pesquisa Veterinaria Brasileira. Poisoning by ramaria. Google.
(*) Técnico especialista en
producción animal.
Desde principios del año 1982 se venía estudiando en la Estación Experimental del INTA Mercedes, Corrientes (Argentina), una enfermedad desconocida en la región que afectaba a vacunos que pastoreaban plantaciones de eucaliptos.
El mal presentaba similitudes con fiebre aftosa por observarse salivación y úlceras en las encías y lengua y a veces caída de pezuñas pero difería sustancialmente por una característica muy notoria: desprendimiento de los pelos de la extremidad de la cola.
Los vacunos afectados perdían peso rápidamente y al poco tiempo morían. Los productores la llamaban "mal del eucaliptus" y estimaban las muertes en más de un 10%. Estudios realizados concluyeron posteriormente que la enfermedad se debía a una intoxicación por la ingestión de un hongo llamado Ramaria flavo-brunnescens de la familia Clavariaceae.
Este hongo muy palatable para el vacuno, tiene la forma de coliflor de 3 a 5 centimetros de diámetro y puede alcanzar hasta 10 centimetros de alto, es de color amarillo ocre, crece en el suelo en grupos y puede estar cubierto por la hojarasca.
La toxicidad del hongo se debería a su muy alta concentración de selenio.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
La intoxicación se caracteriza por salivación, morro agrietado y con costras adheridas, temblores musculares, úlceras de 2 a 4 cm en boca, descamación del epitelio de la lengua, opacidad de la córnea, desprendimiento de los pelos de la extremidad de la cola, marcha dificultosa, pérdida de estado general y muerte. No hay fiebre ni diarrea.
A la necropsia, se observan focos de úlceras y erosiones en la cara dorsal de la lengua, intensa congestión del abomaso con úlceras de distintas dimensiones y numerosas cicatrices. Pulmones muy distendidos y enfisematosos; en el higado se observan pequenos focos de color negro parduzco distribuidos por todo el parénquima.
El diagnóstico se hace por la presencia de animales en los bosques, la presencia del hongo, las manifestaciones clínicas y los hallazgos de necropsia.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Es fundamental distinguir esta intoxicación de la fiebre aftosa, que se caracteriza por enfermar mayor número de animales al mismo tiempo, hay fiebre y es de muy baja mortalidad.
Intoxicación por mio-mio: en esta enfermedad los animales presentan intensa diarrea, mueren rápidamente y a la necropsia se observa el rumen como cocinado.
Enfermedad de las mucosas: las alteraciones son importantes, sobre todo en el esófago, donde se observan lesiones como de "arañazo de gato". Cursa con diarrea y fiebre.
PROFILAXIS
Las medidas profilácticas deben orientarse preferentemente a evitar el pastaje de animales en eucaliptales, especialmente si el ganado está hambreado y las condiciones climáticas de humedad y temperatura favorecen el crecimiento del hongo. Al aparecer, se debe apartar de inmediato a los animales enfermos del resto de la hacienda.
Hasta el presente no se conoce ningún tratamiento efectivo contra la enfermedad.
Bibliografía: Zurbriggen y col. "Mal de los eucaliptales". 1985. Vet. Argentina. 12:273-281; Pesquisa Veterinaria Brasileira. Poisoning by ramaria. Google.
(*) Técnico especialista en
producción animal.