Cargando...
Éstas se transmiten al hombre directamente, por su mordedura, e indirectamente, ya sea por haber atacado a un animal doméstico o por contaminación de los alimentos que ingerimos. Además, son muy voraces: comen casi todo lo que encuentran y, lo que es peor, destrozan mucho más de lo que comen.
La lucha contra estos roedores se realiza de tres maneras distintas: mediante la
Debe evitarse en absoluto el uso de trampas y ratoneras, ya que además de resultar casi ineficaces, constituyen un sistema repugnante y peligroso para los niños. Es posible, desde luego, acabar con las ratas y ratones sin necesidad de recurrir a este sistema anticuado.
La desratización pasiva debe llevarse a cabo siempre, independiente de cualquier otro sistema que se elija, especialmente si la invasión de ratas y ratones proviene del exterior. Consiste en taponar o enrejillar todos los orificios que tengan comunicación con desagües, alcantarillas, canalones, etc., y en proveer de tela metálica todas las ventanas con salida a patios o jardines. Los silos y graneros se podrán aislar perfectamente por medio de un foso de unos 80 cm de ancho, lleno de agua, o rodeándolos de una cornisa que tenga la superficie inferior cóncava.
La captura de pequeños ratones caseros no ofrece ningún peligro para el gato. Pero no ocurre lo mismo con las fuertes y feroces de alcantarilla o de granero. En este caso -y aunque el gato basta por sí solo a veces para ahuyentarlas- es preferible disponer de un buen perro foxterrier. Tanto en un caso como en otro, hay que averiguar siempre las causas de cualquier herida que presente el gato o el perro, pues si se trata de una mordedura de rata, ello puede resultar fatal para el animal y para cuantos se hallen a su alcance.
La desratización química es quizás el medio más cómodo y seguro para terminar con los molestos roedores. Su único inconveniente es que las ratas no suelen morir enseguida y, por consiguiente, pueden quedar en algún rincón oculto para descomponerse. No aconsejamos la preparación de venenos caseros, pues son siempre peligrosos de manejar. Es mejor comprarlos.
Nunca está demás recordar que:
-Los venenos que se usan contra las ratas y ratones pueden ser tóxicos para las personas y para los animales domésticos. Debe extremarse el cuidado para que no los ingieran los niños.
-No deben tocarse con las manos los venenos destinados a las ratas. Notarán el olor humano y no los comerán. En cambio, la persona que lo toca podría intoxicarse.