Los géneros periodísticos de comentario (Primera parte)

Los géneros periodísticos de comentario y opinión son aquellos textos que trabajan sobre las ideas y no directamente sobre los hechos; deducen las consecuencias ideológicas, culturales, filosóficas, etc., de un acontecimiento trascendente y más o menos actual.

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Capacidad: Adquiere habilidades para analizar y redactar textos periodísticos de comentario.


Entre estos, el editorial es el género rigurosamente periodístico.


¿Por qué se llaman “géneros de comentario”?
El nombre de “géneros de comentario y opinión” tiene inspiración anglosajona. El término ‘comentario’ es la traducción adaptada al español del inglés comment. Con esta denominación se engloban todos los géneros periodísticos que tienen una finalidad de comentario y opinión, y que cumplen dentro del periodismo escrito la función de formación de la opinión de los lectores o de entretenimiento y evasión. También se los llama artículos.


No todos los comentarios son periodísticos
En los periódicos se publican comentarios de diversos tipos, pero no todos son periodísticos ni están realizados por periodistas profesionales. Los tres géneros que sí responden a los requisitos de un texto periodístico son tres: el editorial, por excelencia; el suelto y el comentario. Estos trabajos son realizados por especialistas llamados editorialistas.

Los otros géneros que también forman parte de las publicaciones son las críticas, los ensayos, los textos de humor, los artículos de divulgación y otros textos redactados por profesionales y especialistas, periodistas o no. Estos géneros pueden desaparecer del diario sin que pierda la esencia del periodismo.


El editorial
El artículo editorial es la opinión del periódico respecto a las noticias que publica. En palabras de Bartolomé Mostaza: “La noticia da el parte diario de lo sucedido; el editorial interpreta el sentido de ese parte o previene lo que en las profundidades de la colectividad humana se está fraguando y va a estallar de un momento a otro”.


Para tener en cuenta:- El editorial es una labor sumamente delicada y comprometida para el periódico, por lo que su redacción se confía solo a personas perfectamente identificadas con la línea política de la dirección o los propietarios del medio periodístico.

- Las personas encargadas de escribir los editoriales son siempre periodistas profesionales, funcionarios de la redacción o colaboradores habituales del periódico, que coinciden ideológicamente con el diario.
- El editorialista es una pluma brillante, un pensador profundo y agudo, pero a pesar de lo elevado de su misión, desempeña un papel secundario y está al servicio de la idea editorial.

¿Cómo debe redactarse el editorial?
Las orientaciones de José Luis Martínez Albertos indican que estilísticamente el editorial debe ser digno e incluso algo majestuoso. Los giros desenfadados, toques humoristas o desgarrados que pueden tener cabida en un comentario, un ensayo, una crítica, difícilmente pueden admitirse en el editorial.
El editorial es la manifestación de la conciencia del periódico acerca de un problema particular, y si el periódico quiere mantener su prestigio y autoridad moral ante el público debe presentar el editorial con esas notas exteriores y formales de dignidad y seriedad lingüística.

Además, siendo un género periodístico, el editorial debe responder al llamado estilo informativo: claridad, concisión y brevedad. En el desarrollo del texto debe eliminarse la utilización del yo personal del escritor. El que razona y opina en el editorial no es un periodista determinado sino el periódico como institución social de innegable personalidad política.
En cuanto a la técnica de desarrollo, el orden de exposición es el siguiente:
1. Los hechos que originan el escrito y ofrecen la oportunidad de exponer un determinado juicio orientador al servicio de la opinión pública: los resultandos, en términos judiciales.

2. Los principios generales aplicables al caso, las normas doctrinales y teóricas que arrojan luz sobre el tema: los considerandos judiciales.

3. La conclusión correcta que debe emitirse a la vista de los principios generales y teóricos: el fallo final de la sentencia.
Ejemplo de editorial
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