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Guaraní tuvo un arranque ideal. A los dos minutos, Federico Santander cabeceó por sobre la salida de Derlis Gómez y puso en ganador al cuadro de Dos Bocas. Quién no quiere comenzar así un partido. Y Guaraní empezó no solo ganando, sino empezó mejor. Tuvo la pelota, fue mejor y creó dos ocasiones más de gol. Y eso que estamos hablando de los primeros cinco minutos. Independiente no se apuró nunca. Supo aguantar los minutos de esplendor de su adversario y en el menor descuido lo empató. Julio Aguilar aprovechó bien la cesión de Saldívar para decretar la paridad. No habían transcurrido diez minutos. El partido se volvió de ida y vuelta. Guaraní era siempre más incisivo. Independiente le ganaba siempre por derecha donde Saldívar y Schuster le ganaron siempre a Ocampo y a Velázquez, pero no consiguieron hacer mucho daño. Guaraní de nuevo se puso adelante en el marcador. Romero asistió de manera brillante a Ocampo y este definió con calidad. En el segundo periodo, Guaraní fue mejor casi siempre, pero no supo traducir su mejor andar en el marcador. Independiente perdió mucha fuerza en ofensiva con la salida de Aguilar. Casi en el final en una atropellada José Báez metió un remate imposible para Silva par establecer la definitiva paridad. Guaraní dejó escapar la chance clara de meterse en la Copa Sudamericana.