Leptospirosis bovina

La leptospirosis bovina es una enfermedad infecciosa con alta morbilidad y baja mortalidad en el rebaño.

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Es producida por uno o varios serovares de Leptospira interrogans y se caracteriza, en los bovinos, por producir septicemia, abortos, mastitis, mortinatos y nacimiento de crías débiles que mueren al poco tiempo de nacidos. Las infecciones por leptospiras en los bovinos provocan pérdidas económicas significativas a la industria ganadera y representa un importante riesgo como fuente de infección para el hombre a través del agua y alimentos contaminados. La leptospirosis es considerada una enfermedad antropozoonótica. El objetivo principal de esta publicación es explicar en qué se basa el diagnóstico de la leptospirosis, cómo interpretar los resultados de  laboratorio de diagnóstico y cómo tratar y controlar la enfermedad.

DIFERENCIAS ENTRE SEROGRUPO, SEROVAR Y GENOTIPO
Taxonómicamente, las leptospiras son espiroquetas que actualmente se encuentran agrupadas en siete especies diferentes, entre las cuales destacan Leptospira interrogans y Leptospira borgpettersenii en las que están incluidas la mayor parte de los serovares patógenos que afectan a los animales domésticos.

En nuestro país, la leptospirosis en los bovinos es causada por los diversos serovares, según se puede observar en el cuadro N.º 1. Muchos autores han coincidido en la importancia que representa el serovar de leptospira involucrado y el hospedero afectado para la manifestación de la patogenicidad, considerándose que el serovar con mayor actividad patogénica en bovinos es Hardjo, el cual crece en el útero grávido y la glándula mamaria produciendo aborto, mastitis e infertilidad. Este serovar es el principal agente causal de la leptospirosis bovina y es el más frecuentemente detectado por pruebas serológicas en esta especie animal. Sin embargo, es frecuente que en las pruebas de diagnóstico que se efectúan normalmente se incluyan en la batería otros serovares, los cuales a pesar de no haber sido aislados en bovinos en Paraguay, pueden presentar reacción cruzada con los serovares presentes en

MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO MÁS UTILIZADOS EN PARAGUAY
El diagnóstico de la leptospirosis es complicado, ya que presenta variaciones que dificultan la interpretación de los resultados si no se conoce la epidemiología, patogenia y clínica de la enfermedad. Por ello, el diagnóstico se debe basar en la combinación de una buena historia clínica y las pruebas de laboratorio. Para realizar un diagnóstico confirmativo, se debe demostrar la presencia de leptospiras (cultivos, PCR) y/o la determinación de anticuerpos contra leptospiras (serología).

En Paraguay, las pruebas de diagnóstico que normalmente se utilizan son las pruebas serológicas (determinación de anticuerpos) ya que el aislamiento requiere de técnicas bacteriológicas complejas para aplicarlas como diagnóstico común. Existen varias técnicas serológicas de diagnóstico de leptospiras, pero de todas, los laboratorios aplican aglutinación microscópica (MAT, PAM o AM), como diagnóstico de rutina.
MAT es la prueba más utilizada y es la recomendada por la Organización Mundial de la Salud por su especificidad y por ser serovar-específica. Detecta anticuerpos leptospirales en suero sanguíneo y también sirve para identificar aislados y clasificar cepas de leptospiras. Su especificidad es alta, pero su sensibilidad declina a medida que pasa el tiempo entre la infección y la toma de la muestra. Esta prueba no permite diferenciar anticuerpos vacunales de infecciosos, aun cuando estos tengan títulos similares; sin embargo, los títulos posinfección son mayores y duran más tiempo que los posvacunales. Por esto, es importante destacar en este punto que, para lograr un diagnóstico serológico acertado, es necesario hacer dos muestreos con intervalo de un mes para comparar los resultados y poder así interpretar correctamente las variaciones de títulos en el tiempo.

TRATAMIENTO
En casos crónicos o endémicos, es más indicado recurrir a la vacunación del rebaño y tratar a los animales susceptibles. Sin embargo, el uso de antibióticos y vacunación siempre debe recomendarse luego del diagnóstico serológico. El tratamiento de la leptospirosis depende de la forma clínica que se presente en el rebaño:

Forma aguda: se recomienda sulfato de dihidroestreptomicina a la dosis de 25 mg/kg de peso corporal, una vez al día por 3 a 4 días. Para combatir la anemia y otras alteraciones causadas por la enfermedad, se recomienda el uso de soluciones electrolíticas balanceadas, vitaminas del complejo B y protectores hepáticos por 3 a 5 días. Puede pensarse en realizar una transfusión sanguínea si la vida del animal se encuentra comprometida.

Forma subaguda: se basa en el uso de sulfato de dihidroestreptomicina a la dosis de 25 mg/kg de peso corporal, un solo tratamiento por vía intramuscular.

En vacas con problemas de abortos, toros afectados y nacimiento de becerros débiles: se recomienda el uso de sulfato de hidroestreptomicina a la dosis de 25 a 30 mg/kg de peso corporal, una o dos veces al día por 3 días, y vacunar con el primer tratamiento.

En becerros neonatos débiles, bajos de peso o prematuros: se aconseja el mismo tratamiento que en el punto 3, además de cuidados soportivos, como soluciones electrolíticas, vitaminas del complejo B y atención del alojamiento y alimentación.

La vacunación de estos grupos de animales queda a criterio del médico veterinario; los títulos alcanzados por la vacunación pueden interferir con los resultados serológicos cuando se quieren muestrear tempranamente.

(*) Titular de Cedivep.
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