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La pintura al óleo es el arte de aplicar colores disueltos en aceites secantes sobre una superficie para crear un cuadro. Se desarrolla en Europa a finales de la Edad Media, goza de gran aceptación por su simplicidad de manejo y las amplias posibilidades que ofrecía.
La pintura al óleo se seca relativamente despacio con poca alteración del color, lo que permite igualar, mezclar o degradar los tonos y hacer correcciones con facilidad. El pintor no está limitado a las pinceladas lineales, sino que puede aplicar veladuras, aguadas, manchas, vaporizaciones o empastes (pigmentos muy espesos). El óleo permite obtener efectos de gran riqueza con el color, los contrastes tonales y el claroscuro.
MATERIALES Y TÉCNICAS EN LA PINTURA
En la actualidad, casi todos los artistas utilizan materiales comerciales, aunque algunos prefieren preparar sus propias pinturas al estilo tradicional. La pintura al óleo se compone de pigmentos molidos mezclados con un aceite que se seca al estar expuesto al aire. Los pigmentos, o polvos de color, deben ser insolubles, insensibles a la decoloración y químicamente inertes.
La superficie pictórica consiste en un soporte, que puede ser una tabla o un panel compuesto o, más frecuentemente, una tela de lino, algodón o yute tensada en un bastidor o encolada a una tabla. El soporte va cubierto con una preparación, hecha con una fina capa de yeso y cola o apresto.
El soporte preparado hace que sea menos absorbente y proporciona una superficie pictórica que no es ni muy áspera ni muy suave; puede ser blanca o de color.
Para pintar al óleo se procede por etapas. Primero se bosqueja el dibujo sobre la preparación a lápiz o a carboncillo. Después se rellenan las amplias zonas de color con una pintura fluida, y se van refinando y corrigiendo con pintura más espesa a la que se añade óleo. Este proceso puede durar indefinidamente.
Una vez seca la pintura, se barniza para protegerla de la suciedad y para dar más vida a los colores. Todos los barnices terminan por oscurecerse; deben ser de fácil eliminación para volverlos a aplicar.
Curiosidades
* Existía un pigmento llamado marrón de momia que se obtenía de la descomposición de las momias que se importaban de manera clandestina.
* Los artistas tenían y tienen sus trucos para dar a la pintura el aspecto de veladuras, imágenes en profundidad, y detalles microscópicos. La técnica consiste en diluir la pintura en aceite de linaza mezclado con esencia de trementina. Las capas inferiores se diluyen en esencia de trementina. Si necesitamos una pintura más fluida, diluimos dos partes de trementina y una de aceite de linaza.
* El color rose doré utilizado para los rostros se obtenía de la orina de las vacas indias alimentadas con hojas de mango. Poco a poco fue cayendo en desuso.
* El rojo intenso se hacía con ayuda de un insecto llamado cochinilla.
* En la Antigüedad el color más costoso era el azul ultramar, obtenido de una piedra semipreciosa, el lapislázuli. Era el color de los mantos de la Virgen. Su cantidad, uso y extensión fueron objeto de especificaciones precisas en los contratos entre los comitentes y el artista.
Los artistas venecianos de final del siglo XV fueron los primeros que utilizaron el lienzo libre montado sobre un armazón.
La tela alcanzó su máximo esplendor como soporte en el siglo XIX con los impresionistas, cuando comenzó a extenderse la pintura al aire libre y se hicieron soportes ligeros y fáciles de transportar.
La pintura al óleo se seca relativamente despacio con poca alteración del color, lo que permite igualar, mezclar o degradar los tonos y hacer correcciones con facilidad. El pintor no está limitado a las pinceladas lineales, sino que puede aplicar veladuras, aguadas, manchas, vaporizaciones o empastes (pigmentos muy espesos). El óleo permite obtener efectos de gran riqueza con el color, los contrastes tonales y el claroscuro.
MATERIALES Y TÉCNICAS EN LA PINTURA
En la actualidad, casi todos los artistas utilizan materiales comerciales, aunque algunos prefieren preparar sus propias pinturas al estilo tradicional. La pintura al óleo se compone de pigmentos molidos mezclados con un aceite que se seca al estar expuesto al aire. Los pigmentos, o polvos de color, deben ser insolubles, insensibles a la decoloración y químicamente inertes.
La superficie pictórica consiste en un soporte, que puede ser una tabla o un panel compuesto o, más frecuentemente, una tela de lino, algodón o yute tensada en un bastidor o encolada a una tabla. El soporte va cubierto con una preparación, hecha con una fina capa de yeso y cola o apresto.
El soporte preparado hace que sea menos absorbente y proporciona una superficie pictórica que no es ni muy áspera ni muy suave; puede ser blanca o de color.
Para pintar al óleo se procede por etapas. Primero se bosqueja el dibujo sobre la preparación a lápiz o a carboncillo. Después se rellenan las amplias zonas de color con una pintura fluida, y se van refinando y corrigiendo con pintura más espesa a la que se añade óleo. Este proceso puede durar indefinidamente.
Una vez seca la pintura, se barniza para protegerla de la suciedad y para dar más vida a los colores. Todos los barnices terminan por oscurecerse; deben ser de fácil eliminación para volverlos a aplicar.
Curiosidades
* Existía un pigmento llamado marrón de momia que se obtenía de la descomposición de las momias que se importaban de manera clandestina.
* Los artistas tenían y tienen sus trucos para dar a la pintura el aspecto de veladuras, imágenes en profundidad, y detalles microscópicos. La técnica consiste en diluir la pintura en aceite de linaza mezclado con esencia de trementina. Las capas inferiores se diluyen en esencia de trementina. Si necesitamos una pintura más fluida, diluimos dos partes de trementina y una de aceite de linaza.
* El color rose doré utilizado para los rostros se obtenía de la orina de las vacas indias alimentadas con hojas de mango. Poco a poco fue cayendo en desuso.
* El rojo intenso se hacía con ayuda de un insecto llamado cochinilla.
* En la Antigüedad el color más costoso era el azul ultramar, obtenido de una piedra semipreciosa, el lapislázuli. Era el color de los mantos de la Virgen. Su cantidad, uso y extensión fueron objeto de especificaciones precisas en los contratos entre los comitentes y el artista.
Los artistas venecianos de final del siglo XV fueron los primeros que utilizaron el lienzo libre montado sobre un armazón.
La tela alcanzó su máximo esplendor como soporte en el siglo XIX con los impresionistas, cuando comenzó a extenderse la pintura al aire libre y se hicieron soportes ligeros y fáciles de transportar.