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Los principales impedimentos del acto humano son: la ignorancia, la pasión, la violencia y el miedo.
a. La ignorancia es la carencia de un conocimiento que debía tenerse. Y puede ser antecedente y consecuente.
Es antecedente si precede al acto de la voluntad, y es causa de que la voluntad actúe de tal o cual manera. Ejemplo: el chofer de un ómnibus ignora que en la carretera unos bandidos colocaron trozos de madera para que el autobús se detenga; cuando el autobús se detiene, salen del bosque los asaltantes, despojan a los pasajeros de sus pertenencias y los golpean. Estos daños son completamente involuntarios para el chofer.
Es consecuente cuando es voluntaria: la voluntad es la causa de la ignorancia que, por lo mismo, es culpable. Ejemplo: un médico negligente ha olvidado los conocimientos adquiridos y es llamado a ver un enfermo; por ignorancia receta una medicina que causa la muerte del enfermo. El médico es culpable de la muerte del enfermo porque ésta se debió a ignorancia voluntaria. A primera vista, el médico no es culpable de la muerte del enfermo, pero en realidad lo es, porque la ignorancia consecuente produce lo voluntario en su causa: es lo que la voluntad no quiere directamente, pero es consecuencia de una causa querida por la voluntad. En el ejemplo, el médico es culpable porque al no estudiar, quiere su ignorancia.
b. La pasión es una tendencia que nos impulsa a realizar algo captado por los sentidos. Por consiguiente, la pasión se funda en las percepciones sensoriales e imaginativas. La pasión también puede ser antecedente y consecuente.
Es antecedente si es anterior al acto de la voluntad. La pasión es la causa que mueve a la voluntad a actuar. Por ejemplo, un repentino acceso de ira mueve a una persona a vengarse. Es consecuente si es posterior al acto de la voluntad. Es decir, la voluntad excita intencionalmente a la pasión para obtener más plenamente su objeto. Por ejemplo, si alguien para vengarse de su enemigo toma algunas copas.
Como es lógico, la ética pretende encauzar y controlar las pasiones, que son fuerzas que se pueden orientar hacia el bien.
c. La violencia es una coacción o fuerza externa a la que no se puede resistir. Generalmente quien actúa obligado por la violencia, es inculpable, porque la violencia produce miedo, y por lo menos disminuye la libertad. Por tanto, la acción provocada por la violencia es culpable o no, según que perturbe o no los elementos de acto voluntario. Es natural que si se puede oponer resistencia hay que hacerlo.
d. El miedo es una perturbación de orden principalmente emocional, causada por un peligro inminente. Aquí se trata del miedo, que es causa de la acción, es decir, del miedo antecedente que puede ser tan extraordinario que perturbe e uso de la razón, y en este caso, la acción es involuntaria. El miedo concomitante no disminuye la voluntariedad del acto. El ladrón va a robar no por miedo, sino con miedo. De suyo el miedo antecedente no anula los elementos del acto humano.
Impedimentos del acto humano
> La ignorancia es la carencia de un conocimiento que debía tenerse.
> La pasión es una tendencia que nos impulsa a realizar algo captado por los sentidos.
> El miedo es una perturbación de orden principalmente emocional, causada por un peligro inminente.
Para tener en cuenta
¿Qué supone la ignorancia?
La ignorancia es la carencia de un conocimiento que debía tenerse. Y puede ser antecedente y consecuente.
Es antecedente si precede al acto de la voluntad, y es causa de que la voluntad actúe de tal o cual manera.
Ejemplo: el chofer de un ómnibus ignora que en la carretera unos bandidos colocaron trozos de madera para que el autobús se detenga; cuando el autobús se detiene, salen del bosque los asaltantes, despojan a los pasajeros de sus pertenencias y los golpean. Estos daños son completamente involuntarios para el chofer.
Es consecuente cuando es voluntaria: la voluntad es la causa de la ignorancia que, por lo mismo, es culpable. Ejemplo: un médico negligente ha olvidado los conocimientos adquiridos y es llamado a ver un enfermo; por ignorancia receta una medicina que causa la muerte del enfermo. El médico es culpable de la muerte del enfermo porque ésta se debió a ignorancia voluntaria. A primera vista, el médico no es culpable de la muerte del enfermo, pero en realidad lo es, porque la ignorancia consecuente produce lo voluntario en su causa: es lo que la voluntad no quiere directamente, pero es consecuencia de una causa querida por la voluntad. En el ejemplo, el médico es culpable porque al no estudiar, quiere su ignorancia.
Es antecedente si precede al acto de la voluntad, y es causa de que la voluntad actúe de tal o cual manera. Ejemplo: el chofer de un ómnibus ignora que en la carretera unos bandidos colocaron trozos de madera para que el autobús se detenga; cuando el autobús se detiene, salen del bosque los asaltantes, despojan a los pasajeros de sus pertenencias y los golpean. Estos daños son completamente involuntarios para el chofer.
Es consecuente cuando es voluntaria: la voluntad es la causa de la ignorancia que, por lo mismo, es culpable. Ejemplo: un médico negligente ha olvidado los conocimientos adquiridos y es llamado a ver un enfermo; por ignorancia receta una medicina que causa la muerte del enfermo. El médico es culpable de la muerte del enfermo porque ésta se debió a ignorancia voluntaria. A primera vista, el médico no es culpable de la muerte del enfermo, pero en realidad lo es, porque la ignorancia consecuente produce lo voluntario en su causa: es lo que la voluntad no quiere directamente, pero es consecuencia de una causa querida por la voluntad. En el ejemplo, el médico es culpable porque al no estudiar, quiere su ignorancia.
b. La pasión es una tendencia que nos impulsa a realizar algo captado por los sentidos. Por consiguiente, la pasión se funda en las percepciones sensoriales e imaginativas. La pasión también puede ser antecedente y consecuente.
Es antecedente si es anterior al acto de la voluntad. La pasión es la causa que mueve a la voluntad a actuar. Por ejemplo, un repentino acceso de ira mueve a una persona a vengarse. Es consecuente si es posterior al acto de la voluntad. Es decir, la voluntad excita intencionalmente a la pasión para obtener más plenamente su objeto. Por ejemplo, si alguien para vengarse de su enemigo toma algunas copas.
Como es lógico, la ética pretende encauzar y controlar las pasiones, que son fuerzas que se pueden orientar hacia el bien.
c. La violencia es una coacción o fuerza externa a la que no se puede resistir. Generalmente quien actúa obligado por la violencia, es inculpable, porque la violencia produce miedo, y por lo menos disminuye la libertad. Por tanto, la acción provocada por la violencia es culpable o no, según que perturbe o no los elementos de acto voluntario. Es natural que si se puede oponer resistencia hay que hacerlo.
d. El miedo es una perturbación de orden principalmente emocional, causada por un peligro inminente. Aquí se trata del miedo, que es causa de la acción, es decir, del miedo antecedente que puede ser tan extraordinario que perturbe e uso de la razón, y en este caso, la acción es involuntaria. El miedo concomitante no disminuye la voluntariedad del acto. El ladrón va a robar no por miedo, sino con miedo. De suyo el miedo antecedente no anula los elementos del acto humano.
Impedimentos del acto humano
> La ignorancia es la carencia de un conocimiento que debía tenerse.
> La pasión es una tendencia que nos impulsa a realizar algo captado por los sentidos.
> El miedo es una perturbación de orden principalmente emocional, causada por un peligro inminente.
Para tener en cuenta
¿Qué supone la ignorancia?
La ignorancia es la carencia de un conocimiento que debía tenerse. Y puede ser antecedente y consecuente.
Es antecedente si precede al acto de la voluntad, y es causa de que la voluntad actúe de tal o cual manera.
Ejemplo: el chofer de un ómnibus ignora que en la carretera unos bandidos colocaron trozos de madera para que el autobús se detenga; cuando el autobús se detiene, salen del bosque los asaltantes, despojan a los pasajeros de sus pertenencias y los golpean. Estos daños son completamente involuntarios para el chofer.
Es consecuente cuando es voluntaria: la voluntad es la causa de la ignorancia que, por lo mismo, es culpable. Ejemplo: un médico negligente ha olvidado los conocimientos adquiridos y es llamado a ver un enfermo; por ignorancia receta una medicina que causa la muerte del enfermo. El médico es culpable de la muerte del enfermo porque ésta se debió a ignorancia voluntaria. A primera vista, el médico no es culpable de la muerte del enfermo, pero en realidad lo es, porque la ignorancia consecuente produce lo voluntario en su causa: es lo que la voluntad no quiere directamente, pero es consecuencia de una causa querida por la voluntad. En el ejemplo, el médico es culpable porque al no estudiar, quiere su ignorancia.