Alemania encarna estos ideales, forjados durante la Revolución Francesa.

Por encima de los principios ornamentales u ociosos, la música se erige ahora en discurso subjetivo, con frecuencia vinculada a la literatura.

NACIMIENTO DE LA ESTÉTICA Y DEL CONCEPTO SUBLIME

Los filósofos alemanes del siglo XVIII elaboraron nuevas teorías acerca del problema de lo bello, esto provocó que la estética naciera como disciplina, hija de la filosofía. La búsqueda de la belleza y sus definiciones afirmaban su parentesco con el saber.

Kant introdujo la categoría de sublime, añadió una nueva característica estética a los conceptos de belleza y fealdad: el gusto. Distinguía dos tipos de sublimes: el dinámico, es la expresión de un sentimiento humano frente a una gran fuerza natural ante la cual se puede hacer nada; y el matemático, es un sentimiento de incomprensión humana ante la grandeza de la naturaleza. Sublime, genio y naturaleza, convergen en un subjetivismo propio del artista romántico.

La belleza y su representación se vinculaban a la cualidad; la sublimidad se relacionaba con la cantidad.

APUNTES PARA UNA ESTÉTICA MUSICAL

La música orquestal e instrumental son abstractas. La música era considerada como un arte por encima de cualquier otro arte comunicativo. Capta la idea del mundo, su espíritu. Pero hay nuevas preferencias: el canto, vinculado a la poesía o al teatro.

Herder reconoce en la música, las posibilidades estéticas del hombre. De ella surge la poesía lírica.

Goethe definió la música como un templo a través del cual el hombre se interna en el ámbito de lo divino, atraído hacia lo demoníaco y desligado de lo material.

Beethoven sería el máximo de la música pura, sin elementos mundanos que nos evaden de las penas y miserias del mundo.