Junto a estas manifestaciones hay que valorar otras expresiones de rango popular relacionadas con personajes como los juglares y los trovadores, artistas procedentes del teatro romano que llevaban su arte por los caminos de la Europa del siglo VI. Los espectáculos de esta época no utilizaban decorados. Eran perseguidos por la iglesia por supuesta inmoralidad y despreciados por la nobleza por su condición social, pero, contaban con el apoyo de las clases populares necesitadas de diversión y ansiosa de conocer los últimos acontecimientos ocurridos en tierras lejanas.

Vestido de forma extravagante y portador de un instrumento musical, viajaba de pueblo en pueblo, de corte en corte y en cada lugar mostraba a sus habitantes sus saberes. Fue conocido con el nombre de jocularis, es decir, una persona que divertía con sus artes y sus ocurrencias. Relataba hechos históricos o noticias recientes, narraba cantos épicos protagonizados por héroes. Malabaristas, rapsodas, satíricos, domadores de simios y cabras, hacían de todo para divertir a las gentes. A cambio de ello recibía algún dinero, pero por sobre todo víveres y hospedajes. Los juglares no estaban bien considerados por la sociedad de la época y eran constantemente tachados de inmorales.

Pero hacia el siglo X, aquel grupo de personas aprendieron a tocar los instrumentos con cierta habilidad y a cantar. El papel de los juglares fue muy importante, ya que contribuyeron a difundir la lengua vulgar, un hecho vital para el desarrollo de la literatura europea.

Poco a poco el juglar estrechó colaboración con un artista de rango superior, el trovador, quien componía las canciones, mientras que el juglar las cantaba. El juglar podía ascender si dominaba el arte de la música y adquiría modales refinados. Entre los 350 trovadores registrados en el sur de Francia, encontramos reyes, condes, barones, marqueses, nobles, etc. Su denominador común fue la utilización de la lengua provenzal.


Los trovadores fueron poetas líricos provenzales que escribieron en lengua romance. Esta nueva poesía se extendió por las riberas del Mediterráneo. Se ganaba la vida en las cortes. Los principales temas fueron el amor cortesano y la narración pastoral. La técnica más usada se basaba en las repeticiones de palabras, versos, estribillos y sobre todo la rima.