Cargando...
Jo tiene una prima argentina que es modelo, "se llama Verónica Leach, influyó muchísimo en mí", confiesa esta chica de apariencia inglesa pero sonrisa latina.
*** Estuviste en Londres el año pasado, ¿es correcto?
Sí, tengo parientes allá. Me fui porque me aceptaron en el London College of Fashion (una de las mejores escuelas de moda en Inglaterra), y la verdad es que me sorprendió, porque son ultra-exigentes.
*** ¿Cómo contactaste con ellos?
Conseguí la solicitud gracias a una señora de mi colegio (Americano); se pedía crear una colección -de 25 dibujos- y enviarla. De esa colección tenía que hacer una historia, contar en qué me inspiré, los materiales que usé y cuánto tardé. Hice todo desde cero.
*** ¡Qué oportunidad! ¿Cuánto dura la carrera?
Tres años. Tiene materias de corte y confección, historia del arte, historia de la moda; es mucho más de lo que yo me imaginé. Pero la vida da sus giros y los sentimientos también.
*** ¿Por qué lo decís?
Cursé un semestre y regresé. Londres es una ciudad terriblemente fría, los ingleses son terriblemente fríos, y yo para vivir necesito el calor de mi familia, de mis amigos, de mi casa; la soledad era insoportable, no me arrepiento de haber vuelto.
*** Veamos entonces a la añoranza como maestra.
Claro, uno aprende cuando sufre, y yo lloraba a mares. Pero vi mucha moda, allá hay gente por la calle vestida de una forma que aquí jamás se aceptaría; esa soltura le dio alas a mi imaginación. Me gusta crear de manera diferente.
*** ¿Estás desafiando a otros diseñadores jóvenes?
Me encanta la competencia, así todos estamos obligados a crecer.
*** ¿"Josefina" es tu primera colección?
A nivel nacional sí. En el colegio siempre hacíamos desfiles con otras compañeras que también diseñaban.
*** ¿Qué te distinguía de ellas?
Mis compañeras diseñaban cosas hermosas, pero lo hacían por hobby, yo siempre dije que iba a ser diseñadora.
*** Hablame de tu sello, ¿qué puede ser tan diferente en la ropa femenina?
Mi estilo es simple, no lleno de encajes ni nada, lo raro son los diseños; soy una vanguardista. Me atrae lo sensual, hacer blusas que por ahí muestran más de lo que tienen que mostrar. Mis prendas son clásicas pero con toques modernos.
*** ¿Cómo ves la parte laboral en Paraguay?
Como en todas partes, con pro y contra; desde acá podemos hacer muchas cosas para que nuestro país se destaque en la moda. Para esta colección yo usé telas nacionales, a excepción de una bambula bordada. Tengo mi taller de costura en Areguá.
*** Ah, empezaste cómodamente, ¿cómo te costeás el oficio?
Por ahora me ayuda mi papá, que es ganadero, no entiende nada de moda pero me apoya. Mi mamá es decoradora, ella sí entiende la carrera que elegí.
*** ¿Querés ganar plata o lo hacés por pura pasión?
¡Quiero ganar mucho dinero! Eso forma parte del pensamiento positivo, y claro, trabajar para sacar un buen producto, exportable.
*** Después del lanzamiento, ¿qué planes tenés?
Mi colección otoño-invierno, que va a ser amplia y variada.
CON LA ROPA EN ALTO
A Jo no le interesa ser modelo, "probarme ropas me parece que sería divertido, pero prefiero mil veces mirar mis ropas en la pasarela". Pisciana sociable y comunicativa, nuestra diseñadora no corta ni tiñe sus defectos: "Muchas mujeres se enojan porque dicen que yo miro de pies a cabeza, y es cierto, pero no lo hago por burlona, solo porque me gusta ver cómo combinaron la ropa".
*** ¿Importa la mirada social a la hora de vestirse?
Aquí sí, todavía somos muy cerrados y no aceptamos tanta independencia. El "yo uso lo que quiero y no me importa" te excluye.
*** ¿Qué mujer paraguaya se viste bien?
Mi mamá, su estilo es parecido al de Cecilia Bolocco.
*** ¿Sos crítica de la moda nacional?
Más soy de la mujer paraguaya, que todavía confunde ser sexy con ponerse pantalones que le marquen toda la cola. Usar un talle más queda más refinado y seductor.
*** ¿Cómo relacionás la moda al momento que vivimos?
Por ejemplo, una persona arreglada te está diciendo que su autoestima está bien alta, que se siente linda y atractiva a pesar de todo. La moda es buena para calmar el mal humor que hay. ¿O me vas a decir que no da gusto vestirse bien y ver gente bien vestida?