Los datos más antiguos son los que provienen de los sumerios. Este pueblo vivía entre los ríos Tigris y Éufrates, en la Mesopotamia asiática, allá por los años 3500 a.C.; tenían muchos animales y sacos de grano. Pero, ¿cómo hacían para recordar cuántos tenían? Comenzaron a anotarlo y fabricaron un registro de cuentas. Las anotaciones se hacían en tabletas de arcilla con una varita de caña. Los hombres dibujaban lo que querían contar. Estos dibujos se llamaban pictogramas. Las líneas que trazaban los sumerios tenían forma de clavo, por eso se llamó escritura cuneiforme.

Mientras tanto, los egipcios no perdían el tiempo. Los jeroglíficos fueron escritos por el mismo dios Thot. Según la leyenda, escribían con varitas de caña sobre papiro, que crecía abundantemente en el delta del río Nilo. Cortaban finas bandas del tallo y las superponían hasta formar verdaderas hojas. Allí escribían con tinta negra hecha con polvo de hollín o con tinta roja para los títulos. Los nombres de los dioses iban encerrados en cartuchos para reconocerlos rápidamente. Los egipcios llevaron el arte de la escritura más lejos que los sumerios. Los jeroglíficos contaron la historia, asentaron las leyes y sirvieron a una rica literatura.

Podría decirse que la escritura egipcia es la más hermosa de todos los tiempos, si no fuera por la caligrafía china. Los chinos crearon los pictogramas, que siguen usando hoy día; también esta escritura tiene su origen en una leyenda. Fue el emperador Huang Che quien la inventó, observando los astros y las manchas de los animales.
En 1898 se descubrieron escamas de tortuga y omóplatos de ciervo, donde los religiosos escribían preguntas. Luego ponían las escamas cerca del fuego y las grietas formadas eran las respuestas.

Estas tres escrituras tenían cientos de signos. Sólo unos pocos podían leer y escribir. Hasta que los fenicios inventaron un alfabeto, alrededor del 700 a. C. Tenían poco más de treinta signos fáciles de memorizar. A partir de entonces ocurrió algo increíble: las civilizaciones empezaron a jugar al teléfono descompuesto. Los griegos adoptaron el alfabeto fenicio agregando las vocales. Los etruscos, que vivían en Italia, lo transformaron para adoptarlo a su lengua. Los pobladores del Latium, lo modificaron creando el alfabeto latino, y el alfabeto latino...es nada menos que nuestro alfabeto.