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Charlotte (en español, Carlota) es el nombre de dos tipos de pasteles franceses, uno caliente y otro frío o helado, cuyo principio consiste en cocer (o en coagular al frío) una crema, una mousse, un puré, etcétera, en un molde forrado con pan de molde o bizcochos.
La Charlotte original apareció a finales del siglo XVIII como homenaje a la esposa del rey Jorge III de Inglaterra, Carlota Sofía de Mecklemburgo-Strelitz, con la que contrajo matrimonio el 8 de septiembre de 1761. La reina consorte fue una mujer muy amada y admirada, ya que le dio 15 hijos a la corona y fue un gran apoyo para el rey cuando a este le fue diagnosticada una enfermedad mental. La torta en cuestión estaba hecha con una espesa mermelada de frutas aromatizada con limón y canela. Se vertía en un molde redondo tapizado con rebanadas de pan de molde untadas con manteca. El conjunto se cocía en el horno, se desmoldaba y se servía tibio, con una crema inglesa fría. El ejemplo clásico es la charlotte de manzanas.
A principios del siglo XIX, el prestigioso chef Marie-Antoine Carême (1783-1833), quien trabajó en Inglaterra para el hijo de la reina, el futuro Jorge IV, creó otra versión de la Charlotte que se sirve helada. Consiste en un postre sin cocción, compuesto de una preparación de bavarois a la vainilla (o de una mousse al chocolate o al café), de una pasta bomba o crema chantillí vertida en un molde de charlotte tapizado de bizcochos casi siempre empapados en licor o en café. La historia dice que presentó este postre al zar Alejandro I en 1815 y debido a su gran aceptación en la mesa del zar, a partir de entonces este postre pasó a llamarse "Charlotte a la rusa", o simplemente "Charlotte rusa".
A la Charlotte rusa se le pueden añadir diversas capas de frutas frescas: duraznos, damascos, ciruelas, fresas, piña o frambuesas, maceradas en kirsch o marrasquino.
Por analogía se realizan también, con legumbres y pescados, unas charlottes que sólo deben su nombre al hecho de estar cocidas en un molde.
Ingredientes
Para 8 personas
1 paquete grande de vainillas
1 taza de almíbar
500 cc de crema de leche
2 cdas. de azúcar
½ kg de mousse de dulce de leche (*)
1 pote chico de dulce de leche
1 pionono
1 sachet de chocolate cobertura
50 g de nueces
1 Moje el molde elegido (puede ser un tupper grande) con un poco de agua, escurra y fórrelo con papel film transparente. Coloque una capa de vainillas en el fondo y rocíela con un poquito de almíbar.
2 Bata la crema a punto chantilly con un poco de azúcar.
3 Coloque alternadamente capas de crema batida, vainillas, dulce de leche, y mousse. Termine con una tapa de pionono.
4 Lleve al freezer por lo menos por 8 horas. Al servir, desmolde y bañe con el sachet de chocolate cobertura derretido y tibio. Decore con almendras.
* Mousse de dulce de leche. Batir (a mano o con batidora eléctrica) 250 g de crema de leche y 250 g de dulce de leche repostero hasta que espese. Listo para usar.
La Charlotte original apareció a finales del siglo XVIII como homenaje a la esposa del rey Jorge III de Inglaterra, Carlota Sofía de Mecklemburgo-Strelitz, con la que contrajo matrimonio el 8 de septiembre de 1761. La reina consorte fue una mujer muy amada y admirada, ya que le dio 15 hijos a la corona y fue un gran apoyo para el rey cuando a este le fue diagnosticada una enfermedad mental. La torta en cuestión estaba hecha con una espesa mermelada de frutas aromatizada con limón y canela. Se vertía en un molde redondo tapizado con rebanadas de pan de molde untadas con manteca. El conjunto se cocía en el horno, se desmoldaba y se servía tibio, con una crema inglesa fría. El ejemplo clásico es la charlotte de manzanas.
A principios del siglo XIX, el prestigioso chef Marie-Antoine Carême (1783-1833), quien trabajó en Inglaterra para el hijo de la reina, el futuro Jorge IV, creó otra versión de la Charlotte que se sirve helada. Consiste en un postre sin cocción, compuesto de una preparación de bavarois a la vainilla (o de una mousse al chocolate o al café), de una pasta bomba o crema chantillí vertida en un molde de charlotte tapizado de bizcochos casi siempre empapados en licor o en café. La historia dice que presentó este postre al zar Alejandro I en 1815 y debido a su gran aceptación en la mesa del zar, a partir de entonces este postre pasó a llamarse "Charlotte a la rusa", o simplemente "Charlotte rusa".
A la Charlotte rusa se le pueden añadir diversas capas de frutas frescas: duraznos, damascos, ciruelas, fresas, piña o frambuesas, maceradas en kirsch o marrasquino.
Por analogía se realizan también, con legumbres y pescados, unas charlottes que sólo deben su nombre al hecho de estar cocidas en un molde.
Ingredientes
Para 8 personas
1 paquete grande de vainillas
1 taza de almíbar
500 cc de crema de leche
2 cdas. de azúcar
½ kg de mousse de dulce de leche (*)
1 pote chico de dulce de leche
1 pionono
1 sachet de chocolate cobertura
50 g de nueces
1 Moje el molde elegido (puede ser un tupper grande) con un poco de agua, escurra y fórrelo con papel film transparente. Coloque una capa de vainillas en el fondo y rocíela con un poquito de almíbar.
2 Bata la crema a punto chantilly con un poco de azúcar.
3 Coloque alternadamente capas de crema batida, vainillas, dulce de leche, y mousse. Termine con una tapa de pionono.
4 Lleve al freezer por lo menos por 8 horas. Al servir, desmolde y bañe con el sachet de chocolate cobertura derretido y tibio. Decore con almendras.
* Mousse de dulce de leche. Batir (a mano o con batidora eléctrica) 250 g de crema de leche y 250 g de dulce de leche repostero hasta que espese. Listo para usar.