Tanto la siembra como el trasplante es conveniente hacerlos con luna nueva, ya que la planta estará protegida contra plagas, insectos y enfermedades. Este trasplante debemos hacerlo en plena primavera, cuando las heladas ya no tengan posibilidad de aparecer.
Condiciones ambientales
El mejor terreno para la berenjena es profundo, de composición equilibrada, es decir, de densidad media, que contenga cantidad limitada de arcilla. No debe ser un terreno susceptible de estancamiento de las aguas; al contrario, debe caracterizarse por una buena permeabilidad. El agua de lluvia debe filtrarse inmediatamente en el suelo, porque la berenjena sufre mucho, aunque sólo sea afectada por unas pocas horas.
El terreno idóneo debe tener un pH comprendido entre 5.5 y 6.5; es decir, un suelo ácido. Sin embargo, la berenjena se adapta a terrenos neutros y hasta ligeramente alcalinos como de un pH de 7.2.
Principales variedades
Las variedades de berenjenas las clasificaremos de acuerdo a la forma de los frutos:
1) Berenjenas de frutos redondeados o casi esféricos, que en algunos casos pueden estar achatados en los polos. Entre ellas se encuentran:
Belleza Negra: que es de maduración media, con grandes frutos de color violeta muy oscuro, casi negro.
Violeta redonda: de maduración media a precoz, con frutos grandes achatados, de color violeta claro. Recientemente se han producido nuevas variedades híbridas.
2) Berenjenas de fruto oval, cuya variedad más importante es:
De huevo, fruto que se asemeja a un huevo. Son pequeñas, numerosas y de maduración media.
3) Berenjenas de frutos alargados, las variedades más importantes de este grupo son:
Larga acanalada, de maduración muy precoz, con frutos cilíndricos y puntiagudos, de color violeta oscuro.
Moruna, de fruto pequeño, casi cilíndrico, de color violeta oscuro.