La ansiedad se define como una respuesta emocional, en la que actúan tres sistemas:
» Fisiológico: cambios en el sistema cardiovascular.

» Cognitivo: se presenta por una situación temida.

» Motor: respuestas de escape o evitación (temblor, quedar paralizado, tartamudez).

La ansiedad puede agruparse en tres clases: trastornos fóbicos, trastornos obsesivos-compulsivos, y trastornos somatoformes.

Trastornos fóbicos
La fobia es un miedo excesivo, irracional y desproporcionado ante una situación, un objeto o una actividad. Este miedo no puede explicarse, la persona con fobia trata de evitar la situación u objeto que teme.

El medio se transforma en fobia y es significativo sólo cuando se evitan las situaciones temidas y alteran la vida cotidiana de la persona.

Algunos miedos y fobias comunes
» Alturas - Acrofobia
» Gatos - Ailurofobia
» Truenos - Asterofobia
» Rayos - Ceraunofobia
» Perros - Cinofobia
» Espacios cerrados - Claustrofobia
» Caballos - Equinofobia
» Miedo al público - Topofobia

Hay fobias que son específicas, que se originan por estímulos externos, como animales (pájaros, gatos), situaciones (oscuridad, volar en un avión) o la fobia escolar que manifiestan algunos niños y adolescentes. Algunas de estas no son más que una molestia.

La agorafobia: consiste en el temor a los lugares públicos, y se manifiesta de varias maneras, no quiere salir a la calle, subir a un transporte público, evita lugares donde hay mucha gente, como un cine o el supermercado. Algunos agorafóbicos sufren ataques de pánico.

La fobia social: es un miedo duradero ante situaciones sociales, donde la persona se expone a que le observen los demás, y tiene miedo de comportarse o hacer algo fuera de lugar.

Cuando la causa de la angustia se concentra en un objeto determinado se habla de fobia simple.

Este terror irracional es un trastorno psicológico. El tratamiento se basa en enfrentar al paciente a la exposición gradual y sistemática del objeto de su terror.

Las compulsiones
Son conductas repetitivas, hechas de forma estereotipada. La conducta no tiene una finalidad por sí misma.

Las formas más comunes de compulsiones consisten en hacer las cosas en un determinado orden, realizar rituales de limpieza, por ejemplo: lavarse en forma constante las manos por miedo a la contaminación.

Trastornos somatoformes
Estos trastornos se caracterizan por la presencia de síntomas físicos, como, por ejemplo: parálisis o dolores fuertes, cuya causa orgánica no es posible identificar.

» Hipocondría: Es uno de los trastornos somatoformes más característicos, y consiste en una preocupación por la propia salud y miedo a una enfermedad que es imaginaria.

La hipocondría es un trastorno que produce sufrimiento y la persona que se ve afectada, suele optar por seguir uno de dos caminos:
a) Evitar la consulta por miedo a recibir la mala noticia, lo que le lleva a automedicarse y a evitar los análisis importantes.

b) El paciente hace constantes visitas a uno u otro médico, y exige que se le haga todo tipo de estudios. Además de los factores genéticos que pueden estar en el origen de la hipocondría, también puede influir el comportamiento sobreprotector y temeroso de los padres.

» Trastornos psicosomáticos: Son trastornos que se deben a la influencia de las emociones, y que se manifiestan en el organismo en los procesos corporales. Se debe a la relación que existe entre los procesos psicológicos y fisiológicos.

Algunos ejemplos son: náuseas, desmayos, problemas urinarios, úlceras, alergias, otros.

Este trastorno se reconoce porque en el inicio de una enfermedad orgánica, esta se encuentra influenciada por factores psicológicos. Para realizar el diagnóstico de un trastorno psicosomático se debe considerar los siguientes aspectos:
a) Si existen sucesos psicológicos significativos que ocurrieron al inicio del trastorno o que empeoró el problema del trastorno.

b) Si se detecta la presencia de un problema orgánico que se conoce, y si tiene relación con dichos sucesos.

Estos dos criterios permiten realizar un diagnóstico diferencial de otro tipo de trastornos.